Carta 12

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Santiago de Chile a 08 de agosto de 2015

Papá,

Hoy ha sido uno de los días más felices de mi vida. Mi novio me propuso matrimonio, y una inmensa felicidad me invadió cuando le dije que sí. Celebramos este momento especial con mi familia, compartiendo risas y alegría. Sin embargo, en medio de toda esta felicidad, una pregunta rondaba mi mente: ¿cómo sería todo si nuestra relación como padre e hija fuera diferente? ¿Imaginarías a mi novio como una amenaza y le advertirías que cuidara de tu adorada hija, o simplemente lo felicitarías y estarías feliz por nosotros? Me pregunto si habrías visto en él las cualidades de un esposo ideal para mí, como lo veo yo.

Es en este momento de felicidad que no puedo evitar pensar en cómo habrían sido las cosas si nuestra conexión hubiera sido más cercana y amorosa.

Aunque estas preguntas quedan en el aire, hoy prefiero concentrarme en la alegría de este día tan especial y en el amor que compartimos mi novio y yo.

Se despide,

Anastasia.

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