Libre.

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21 de septiembre 2010.

Desperté por un ruido. Estaba boca abajo y sola. Adam no estaba en la cama. La habitación estaba oscura, sólo la luz de la luna que entraba por la ventana, iluminaba un poco. Me levanté y tapé mi pecho desnudo con la sábana. Me tallé los ojos y bostecé. Encontré una playera de Adam y me la puse.

La puerta del baño se entreabrió y pude escuchar a Adam hablando.

-Eres un imbécil, no puedes hacer nada bien- gruñía en voz baja-. Mis órdenes fueron muy específicas. ¿Está muerto? Porque eso fue lo que pedí- no pude escuchar que le contestaba la otra persona. ¿A quién había matado?-. Fui muy específico... Te dije que lo quería muerto. ¿A quien? Pues a ese hijo de puta llamado Christian Green.

Mis ojos se abrieron al oír el nombre de Chris. Un dolor me aplastó el corazón y las lágrimas se acumularon en mis ojos, listas para salir. Me tapé la boca para no gritar.

-¿Está muerto?- preguntó-. ¡Vaya! Hasta que haces algo bien, pedazo de porquería.

Está muerto. Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, al igual que varios sollozos que traté de callar. Estaba muerto y quien sabe desde hace cuando.

La luz del baño se apagó y la puerta se abrió. Adam me miró y comprendió lo que había pasado. Caminó despreocupado hacia mi.

-No te acerques.- murmuré tragando mis lágrimas y sollozos. No hizo caso y siguió acercándose- ¡No te acerques!

-¿Qué mierdas te pasa?- dijo enojado. Su mandíbula estaba tensa al igual que sus puños.

-¿Cómo pudiste hacer algo así?- sollocé. Más lágrimas cayeron de mis ojos. Salí de la cama.

-¿Estas llorando?- gruñó- ¿Lloras por un imbécil?

-¿Cómo pudiste hacerme esto?- lloré.

-Ese imbécil no merecía estar junto a ti. Tú eres mía y...

-¡No soy tuya!- le grité.- ¡Nunca lo voy a hacer!

-¡Te guste o no lo eres!

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!- le grité con todas mis fuerzas- ¡Eres un maldito monstruo! ¡Te odio!

Vi como hacia de todo para no explotar, pero a mi ya nada me importaba.

Comencé a recoger mis cosas para largarme de ahí.

-¿Qué estas haciendo?- me dijo con seriedad.

-Me largo de aquí, porque no quiero estar más contigo.- sentí como sus manos me tomaban por los brazos y me giraban hacia él. Sus ojos estaban vacíos y todos los músculos de la cara tensos.

-Tú no te vas a ir de aquí.

-Suelta me, me das asco. Te aborrezco, te odio- las lágrimas comenzaron a volver a salir.

-¿Por qué te pones así?- dijo sin entender. Una furia enorme me llenó por completo y lo abofeteé.

-¡Lo mataste!- lo comencé a golpear con mis puños en el pecho. Él trataba de esquivar mis golpes y retener mis brazos.

-¿Lo querías?- me gritó tomándome los brazos. Seguí llorando. Lo había matado.- Estas enamorada de él, ¿no? ¡Contéstame!

-¡Sí!- le grité alejando me de él.- ¡Lo amaba y tú lo mataste!

Se quedó callado y furioso. Me tape la boca para callar mis sollozos. Seguí recogiendo mis cosas para largarme de ahí. Pero otra vez, las manos de Adam me lo impidieron.

The Darkside [Pausada indefinidamente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora