Reemplazo (Black Hat x Dr. Flug)

Capítulo 25: Nuevo

Dr. Flug

11 de la mañana

Abrí nuevamente los ojos y me desperté casi de inmediato, Mi mente aún era incapaz de borrar lo que había vivido justo hace literalmente horas.

Pero más que solo no poder superar el horrible sueño. No podía superar a la voz de Black llamándome.

Estaba completamente seguro de que lo que escuche después de la pesadilla, fue la voz de mi jefecito. Esa inconfundible y profunda voz que podía atemorizar a cualquiera que lo escuchara la primera vez, pero que en mi caso, era una voz totalmente peculiar y única que me brindaba una sensación de protección. Una voz de la cual también estaba ya profundamente enamorado.

Seguía sin poder encontrarle una explicación a lo sucedido. Simplemente no tenía sentido, por qué ¿Que haría Black en mi cuarto a las 5 de la mañana susurrando mi nombre, o mejor dicho, ¿Por que?.

Y más aún, la confusión que me proporcionaba dicha información era bastante extraña y peligrosa, ya que de ser cierto, eso significaría que su regla de ignorarme a toda costa ya no estaría vigente, pero sí era una alucinación o si solo malinterprete algo, entonces estaría ilusionandome a lo estúpido.

Cómo fuera el caso, lo mejor era esperar para ver si Black estaba dispuesto a volver a hablarme (que me moría por qué otra vez, tan siquiera 1 maldita palabra me mencionara en frente de mi) era mucho peor que no haya sido y que por mencionarle algo me corté para siempre a que no haya sido pero se quede como algo mío. Una mínima señal de que faltaba poco para quedar loco.

Me levanté como siempre para comenzar lo que se había convertido en "mi rutina diaria": dirigirme a la cocina para desayunar algo y volver a mi cuarto a esperar que Black me diera una orden. La que fuera estaba dispuesto a cumplirla.

Desanimado, llegué al comedor de la mansión. En la mesa se encontraban Demencia, 5.0.5 y... Black.

Postro su mirada en mí cuando intenté saludar a todos, o por lo menos a la chica y al oso, pero no pude por que las manos del villano sujetaron fuertemente mis hombros.

—No— escuché decir a Black mientras comenzaba a empujarme.

—¿Qué?— intenté poner resistencia, pero fue inútil, nunca lograría ganarle a Black en ese aspecto y el estaba muy conciente de eso.

Me empujó desde la cocina hasta llegar a mi cuarto. Todos mis intentos de liberarme y de preguntarle qué que era lo que estaba haciendo fueron en vano. Me metió dentro de la habitación, luego cerro y entre en pánico cuando escuche que introdujo las llaves a la perrilla de mi cuarto.

—Señor, ¡No por favor! No me vuelva a encerrar, se lo suplico— me pegue a la puerta y forcejeé la perrilla con todas mis fuerzas.

—Cállate— fue lo único que obtuve como respuesta —No quiero volver a escuchar algún ruido proveniente de esta habitación ¿Entendido?.

Una orden. La que fuera estaba dispuesto a cumplirla ¿No?.

—Si Jefecito...

Los pasos de Black alejándose fue lo último que escuche del exterior.

¿Por que? Al parecer esa pregunta empezaría a estar más presente en mi vida.

¿Ahora cuál era la razón por la que estaba encerrado? Me entristecía más el echo de que estuve empeñado a que le pediría perdón sin tener el conocimiento de que fue lo que hice y ahora que lo tuve tan cerca, simplemente lo olvidé y no lo hice.

—Jefecito... Yo lo quiero mucho.— me senté en mi cama que seguía destendida —Si ya no le soy de utilidad, solo sáqueme pero, no haga esto...— susurré.