• Capítulo treinta y cuatro "Te gané, mejor amigo" •

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Blair.
El tercer día estuvo en total aburrimiento. Lo único que nos impedía largarnos de ahí inmediatamente eran los chicos, con las locuras de Yeol y Stefan nos distrajeron a mis hermanas y a mí. Por poco y nos vamos, de no haber sido porque Baek hizo tremendo espectáculo que hizo que nos quedaramos. Últimamente he estado sintiendo algunas cosas extrañas y la verdad no estoy segura de si debo sentirlas o no...es un poco difícil para mí y sé que me traerá demasiados problemas. A todo esto me alegra que Yeol sepa lo que somos y aún así haya decidido quedarse, el problema es ese...creo que estoy comenzando a enamorarme de él y se que está mal, yo aún sigo con Hyun Joong pero cuando estoy con Chanyeol...me siento como en otra galaxia, como si solamente estuviéramos él y yo en ese mundo, mi corazón se acelera que hasta siento que se saldrá de mi pecho...no lo sé. Debo pensar esto muy bien y recapacitar si seguir con alguien que definitivamente no estoy segura de sentir lo mismo por esa persona que al inicio o si debo dejar que las cosas fluyan por si solas con Chanyeol. ¡Agh, es muy complicado el amor!

Regresamos a Seúl la tarde de ese día. Dominik y Damon habían venido a recogernos. Se nos hizo muy grosero el irnos solamente nosotros y dejar a los demás ahí solos pues Yeol no avisó y no tenían modo de llegar a sus casas más que caminando. ____ dio la idea de que los lleváramos hasta sus casas, nos pareció buena idea y así lo hicimos. Nos acomodamos como pudimos en ambos autos, al llegar a la casa de Yeol esté se despidió de mí con un beso en la mejilla. ¡Dios! Eso hizo que mis hormonas se alterarán al máximo, olvidé que Aria leía los pensamientos por lo que seguramente ya lo sabe y en cuanto lleguemos a la mansión se lo diré a ___, necesito de su ayuda ¡Urgente! Ellas sabrán que decirme en estos casos.

_____.
Una vez en la mansión me dirigí a mi cuarto y al entrar dejé caer mi mochila al suelo al ver que mi mejor amigo se encontraba sentado en mi cama jugando con Akira.

–Oso, ¿Qué haces aquí? –dije un poco enojada. No me gusta que entren a mi habitación cuando yo no estoy.
–Oh, no te enojes enana. Acabo de llegar hace unos minutos no husmee tu cuarto si eso es lo que te molesta –dijo inocente.
–Oso, sabes muy bien que no me gusta que entren a mi cuarto sin mi permiso –levante la mochila y poniéndola sobre la cama para sacar las cosas.
–Lo hice, te mandé un texto diciéndote que si podía esperarte en tu cuarto y me dijiste que si –me enseñó el mensaje y decía la verdad.
–¿Ah, sí? Mira tú qué distraída, me confundí –ahora que lo recuerdo si le contesté el texto. Que olvidadiza soy.
–Ja ja chistosita. El amor te pone todo idiota eh –se rió.
Le aventé uno de mis tenis. –Tss, calla imbécil no es eso –me puse nerviosa.
–Dices –rodó los ojos divertido. –Mujer, te conozco como la palma de mi mano así que.. –aplaudió asustandome y a Akira también. –Suelta la sopa y con detalles por favor.
–Aish, hasta delicado me saliste cabrón. –me lancé a la cama haciendo que se moviera todo. –Bien, te lo diré pero antes...–levante mi dedo índice. –Debo ponerme mi mascarilla, te esperas wey.

Fui en busca de ella y me la puse. Al darme la vuelta como Kyungil estaba agachado haciendo no se que cosa en su celular no me vio.

Levantó su vista y al fin me vio. –Ay cabrón, estúpida me asustaste –se sobresaltó y luego se empezó a reír. –Te...vez...chistosa...con..eso..–comento entre risas.
–¿Ah sí? Te reto a que te la pongas –me crucé de brazos.
Seguía riéndose cuando respondió: –¿Qué propones?
–Piedra, papel o tijera. Si ganó te la pones y sino hago lo que me pidas. ¿Trato? –estiré mi mano.
–Trato. Pero vas a perder, enana. –su ego salió a la luz señoras y señores.
–Ja, sigue ladrando hijo –le hice burla.

Jugamos el primer round y gane.

–Dos de tres –Kyungil inmediatamente protestó.

Jugamos tres rondas y al final terminé ganando yo. Veía a Oso con una sonrisa triunfante en mi rostro mientras que él se lamentaba.

–Eso es trampa ¿Sabías? –me reclamó.
–No lo es estúpido –le saqué la lengua. –Y ahora, ven acá –lo jale del brazo. –¡Manos a la obra!

Luego de 5 minutos, ambos nos encontrábamos viendo películas. Yo, acostada boca abajo en la cama y él sentado en uno de mis puffs frente a mí. Akira yacía en uno de mis costados, resulta que veíamos "La Dama y el Vagabundo" Akira la veía también lo cual fue raro. No creí que los perros también miraban televisión.

–Astapido –Oso volteó. –Dame más palomitas, rápido –estire mi mano y me paso el bowl donde estaban. –Pero si aquí no hay nada –dije volteando el bowl boca abajo.
–Porque ya no hay, te las acabase tú pendeja –respondió. Le di un zape. –Auch, ¿Y eso como por qué?.
–Porque no me dijiste antes que ya no había, voy por más –me levanté y salí del cuarto.
–Y ya de una vez me traes unas gomitas por fa –oí que gritó.

Rodé los ojos mientras bajaba a la cocina por más palomitas y las gomitas de aquel baboso. En lo que las palomitas se hacían, busqué los paquetes de chucherías y en el refrigerador me encontré un bote gigante de helado de galletas oreo y decidí llevarlo.

–¿Qué estás haciendo? –Dominik recién entraba a la cocina. Me di la vuelta y se asustó. –Pendeja, no asustes.
–Ja ja qué chistosito. ¿No es de nadie? –moví el helado frente a su cara.
Negó. –Es tuyo.
–Anuma :v ¿Mío? Pero si yo no he comprado helado estos días y ayer no estaba –estaba muy confundida. ¿Acaso tengo Alzheimer? Yo no recuerdo haberlo comprado.
–No babosa, yo te lo compré hoy en la mañana ya que como llegaban hoy de su campamento, pensé que llegarías tragando como lo estás haciendo ahorita –me agarró con una gomita en la boca.
–¿Me lo compraste? –volví a preguntar.
–Oh que si. Ya te....ouu –se quejó pues yo había saltado sobre él y casi lo asfixió.
–Gracias, gracias, gracias. Por eso te amo hermanito, precioso –le di un beso en la mejilla agradeciéndole.
–Las palomitas se te están quemando mensa –arruino el bello momento de hermanos.

Corrí a sacar las palomitas y por suerte no se habían quemado. Las vacíe de nuevo al bowl y junto al helado me disponía a retirarme cuando recordé que no llevaba cucharas.

–Dom, ¿Me pasas dos cucharas, por favor? –dije desde la barra.
–Si serás idiota niña –negó con su cabeza y me pasó lo que le pedí.
–Gracias, te prometo que te dejaré helado hermano –y ahora sí regresé a mi cuarto.
–Pensé que solo irías por palomitas no por la tienda completa –Kyungil se sorprendió por todo lo que llevaba.
–Calla y ayúdame, el helado está a punto de caerse y no mames me desmayo –le di el helado y él lo recibió.
–¿Galletas Oreo? –leyó la etiqueta.
–Si, dame. Ahí están las palomitas –le arrebate el bote y ahora le di el bowl.
–No seas cula ____, vente para acá y dame –palmeo a su lado.
–Aish, solo porque te quiero baboso. Muévete pues –hice una seña de que se recorriera.

Se recorrió y su culo también. Solamente tenía un puff así que tendríamos que estar los dos en el mismo.

–Ventaja que estoy delgada sino tu traserote no me hubiera dejado caber –lo molesté. Me encantaba molestarlo con eso.
–Ja ja, no te quedas atrás enana –alzo ambas cejas. Le metí un codazo en las costillas.
–Siguele y te dejo sin helado pendejo –me hice la enojada.
–No se enoje mi niña, ¿Quién la quiere? –apretó mi mejilla.
–Nadie, por eso estoy sola –seguía comiendo viendo "El cadáver de la novia"
–Si tú como no. –se burló sarcástico.
–Pon tu brazo weon, me quiero recostar ya se me cansó la nuca –tome su mano pasando todo su brazo detrás de mí y me acosté.
–Si tú muy cómoda –lo iba a quitar.
–Epale, ahí se queda. No seas malo, oso –hice puchero.
–Aish, siempre caigo en tus trucos mocosa –dejo su brazo ahí como buen amigo que es.
–Tu me amas, ahora cállate y ve la película. –ninguno dijo nada.

Solamente se oían los ronquidos de Akira, el ruido de la televisión y las cucharas al chocar entre ellas. Sé que pensarán que Kyungil y yo parecemos novios en esta posición pero solamente somos mejores amigos. Además yo tengo a alguien que me gusta. Y estoy segura que ese alguien siente lo mismo por mí.

" BLOOD" (Sehun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora