• Capítulo cuarenta y seis "Vacaciones en Daejeon" •

382 25 5
                                    

Sehun.
Los 4 días que nos hacían falta para salir por fin de la escuela y estar dos semanas en casa bueno al menos los demás ya que mi novia y yo nos iremos a Daejeon una semana a petición de ella. Pude darme cuenta que de verdad le gustó ese lugar desde esa vez que fuimos al campamento, ahora estoy acomodando mi maleta cuando en eso entra mi madre a mi habitación.

–¿Crees que con una sola maleta es suficiente, mamá? –pregunte volteando a verla.
Mi madre se rió. –Sehun... se nota que estás muy nervioso por estas "vacaciones" –hizo comillas en esa palabra con sus manos.
–¿Se nota mucho? –ella asintió. –Mamá, entiéndeme es primera vez que viajo con ella en lo que llevamos de relación y estoy muy nervioso sinceramente –me senté en la orilla de la cama.
–Todo saldrá bien hijo, vas a ver que ambos se van a divertir en ese tiempo juntos. Eso fortalecerá más su relación tanto en ser amigos como novios, anímate y si ya terminaste de empacar...anda que se te hace tarde y tú novia debe estar esperándote –me abrazó dándome su apoyo.

La verdad sí estoy nervioso, pero no porque iremos a Daejeon sino porque no sé qué pueda pasar estando nosotros solos en una habitación...sin personas que interrumpan...solos otra vez. ¡Agh! Ya no se ni lo que pienso, me despedí de mi familia ya que no los vería en una semana para luego salir y ahí encontrarme con ella. Con la persona que más amo en esta vida y que se ha convertido en mi todo, me acerque a ella y la besé.

–¿Listo novio mío? –sus ojos se veían más rojos gracias a los rayos del sol en su cara.
–Siempre lo he estado novia mía –por suerte yo sí tomé mis lentes de sol al ver el clima.
–¿Ya te había dicho que me encanta cuando te peinas de esta manera? –mordió su labio inferior. Creo que lo dice porque traigo una gorra y mi cabello hacia atrás dejando al descubierto parte de mi cara.
–Mmmm....creo que no –le seguí el juego.
–En ese caso ya te lo dije. Pero ahora debemos apurarnos o de lo contrario se nos hará tarde –vi que sólo traía una maleta y una mochila colgando de su hombro.

_____ solamente traía un top negro con una playera a cuadros azul y blanco, un short  de mezclilla azul con pequeños cortes y sus converse azul marino. Su cabello estaba atado en una coleta alta dejando unos cuantos mechones sueltos al frente y un pañuelo también supongo que usándolo como diadema.

–¿Nos iremos en....? –pregunte al ver que se dirigía a un auto color blanco.
–Auto, Stefan se compró este hace tres días solo que aún no lo utilizaba entonces cómo salió esto de las vacaciones me lo prestó sin que yo sé lo pidiera, fue porque él quiso –aclaro. Y yo que justo apenas iba a preguntarle eso.
–¿Osea que tu hermano se quedará sin su coche por una semana? –saco las llaves de la bolsa de su short el cual se le alzó un poco.
–¡Yehet! Que conste que el fue quien me dijo no yo –se rió. –¿Manejas tú o yo? –dijo con la mitad del cuerpo dentro del auto ya que estaba acomodando sus cosas para después poner las mías.
–Si gustas manejo yo, no hay problema –me ofrecí.
–Esta bien –dijo cerrando la puerta.  Ya había metido mis cosas también.

****

–¡Insisto este lugar está hermoso! –bajo la ventanilla mientras pasábamos por una playa.
–¿Iremos al mismo lugar donde nos hospedamos esa vez? –en sí ese lugar no era campamento sino más como un lugar de hospedaje.
–Pues....–se acomodo en el asiento –me pareció muy bonito, a menos que quieras dormir en otro lugar.
–Ese está bien, supongo que deben tener cabañas sin tantas camas o así –nos reímos y continuamos el camino.

Una vez en Daejeon hicimos unas cuantas paradas antes de llegar al lugar. Nos encontrábamos fuera de la cabina para pedir las cabañas.

–Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle? –la chica que nos atendía me miraba un poco extraño.
–Buenos días señorita. Mi novio y yo queremos rentar una de sus cabañas –___ se oía enojada al parecer se dio cuenta de como me estaba tratando.
–¿Por cuánto tiempo sería? –le preguntó mirándola fijamente.
–Una semana –respondió cortante.

La señorita tecleó algo y enseguida nos dio una llave.

–Aquí tiene, cabaña #24  para dos –deslizo la llave y rozó mi mano con la suya.
____ la tomó. –Gracias. –me jalo del brazo yéndonos de ahí.

Pero ____ se regresó a donde estaba la chica y le dijo algo que no alcance a oír pero en su cara se reflejaba la victoria mientras que la de la chica era de enojo.

–Espero que con eso entienda que tú eres mío –dijo llegando conmigo.
–¿Qué hiciste bonita? –por dentro estaba celebrando. ____ estaba celosa y eso solo es prueba de que de verdad me quiere.
–Nada –ella volteó a otro lado. –Solo...le dejé en claro que no se meta contigo o se las verá conmigo y créeme que no le conviene hacerlo –lo dijo un poco cerca de mi cara.
–Eres tremenda ____ Salvatore pero así te quiero –bese su mejilla.

Llevamos las maletas con nosotros buscando la cabaña que nos habían dado.

–17...19..21...23...–iba viendo los números colocados en cada cabaña. –24, ¡La encontré! –volteo a verme con una sonrisa. Se veía hermosa de este perfil, su cabello resaltaba en color viéndose más azul que de costumbre.

Abrió la puerta y entramos a la que sería nuestra cabaña durante estas pequeñas vacaciones juntos. Al entrar pudimos notar que tenía cocina, una mini sala de estar con un gran sofá enorme y al centro; seguimos recorriendo llegando así al cuarto.

–Ouuu, supongo que tendremos que dormir en una misma cama –dije al abrir la puerta y ver solamente una cama matrimonial dentro de ella.
–¿Tienes algún inconveniente con eso? Digo, por mi está bien –se acercó a mí. Jugando con el cuello de mi playera.
–N...no –trague saliva nervioso.
–Entonces...¿Por qué te pones nervioso Hun? –juro que me está provocando está mujer. Trato de no caer en sus encantos pero me es imposible con lo que está haciendo.
–¿Yo? ¿Nervioso? P...para nada –no sé porque tartamudeo.
–Haré como que te creo, yo sé que estás nervioso –se acercó y rozó sus labios con los míos para después separarse. –Hay que desempacar –señalo las maletas. –Ah, y no muerdo eh –se carcajeo.

*Por dios Sehun, es tu novia y tarde que temprano tendrá que pasar otra cosa, además admite que te encanta esa bella mujer que tienes justo enfrente te vuelve loco ¿O no?

Bueno...tienes razón. La verdad si, ____ me encanta y mucho; sólo que no se que hacer.

*Haz lo que siempre haces con ella, no por estar solos debes actuar diferente

–¿Sehun? ¿Me escuchaste? –____ estaba de pie frente a mí pasando su mano delante de mi cara.
–¿Eh? Perdón, ¿Qué decías? –dije saliendo de mis pensamientos.
–Decía que si vamos a dar un paseo por aquí cerca, ya que no conozco aún las calles de aquí ¿En qué tanto pensabas? –coloco sus brazos alrededor de mi cuello.
–Nada importante, sólo discutía conmigo mismo –ahora fui yo quien se acercó a ella pasando mis brazos por su cintura y atrayéndola a mí. –Anda, vamos a pasear por ahí –entrelace nuestras manos y salimos de la cabaña.

Dimos un pequeño paseo recorriendo el área, como ninguno de los dos conocía bien las calles de Daejeon no quisimos alejarnos demasiado de la cabaña. Pasamos cerca de una heladería y mi novia quiso entrar a comprar uno, cosa que la consenti; la verdad pasamos un divertido día en pareja que ni nos percatamos del tiempo, eran las 10:00 cuando regresamos a la cabaña.

–Que bueno que alcanzamos a desempacar antes de irnos –dijo estando de pie frente al armario, creo buscaba su pijama.
–Hermosa, ¿Qué buscas? –yo ya estaba acostado en la cama con mi celular en mano.
–Algo cómodo para dormir, no pienso hacerlo con esta ropa ni mucho menos con el short, es muy incómodo –respondió sin voltear. –Lo encontré –traía un pantalón de de seda color negro junto a su respectiva playera. –Iré a cambiarme –y entró al baño.

Pasados 5 minutos salió ya vestida con su pijama y se veía preciosa al natural, pues también se había desmaquillado. Se acostó a mi lado derecho.

–¿Qué haces amor? –estaba muy cerca de mi y por accidente su pecho también.
–Revisaba mis redes sociales nadamas, para ver si Yeol o Baek mandaron algún mensaje –le di un beso en la cabeza.
–¡Oye! Me asustaste –bostezo.
–¿Tienes sueño? –asintió. –Hora de dormir, entonces –apague el celular y lo dejé en la mesita que ahí estaba.

Me acomodé y _____ recostó su cabeza en mi pecho pasando uno de sus brazos por mi cintura, apagué la luz y la abracé quedándonos dormidos.

" BLOOD" (Sehun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora