" BLOOD" (Sehun y tú)

•Capítulo sesenta y nueve "Hombres en el vestidor de mujeres"•

_____.  |Días después| 

(N/A: cuando vean esto: ____* significa que es su apodo o como les dicen de cariño, pero solo cuándo aparezca la rayita y a su lado un asterisco. Ahora sí, el capítulo)

Ya han pasado los días que se supone debo estar en cama recuperándome de la estúpida mordida que al inicio dolía como el mismísimo infierno. Por suerte, el dolor no duró mucho solamente ese día ya que los demás Lea me estuvo inyectando no se que cosa disminuyendolo. Sehun vino cada uno de esos días, e incluso el día que perdí clases me paso los apuntes de ese día por eso lo amo tanto, es demasiado considerado conmigo.

Ahora, estaba en mi cama como es costumbre aburrida. Era mi último día, espero Lea me dejé asistir ya a la escuela, sonará extraño pero en este momento prefiero estar allá entrenando fútbol o incluso sentada en una de las bancas del patio criticando personas junto a mi hermana Aria, ellas dos si han ido a la escuela quedándome yo sola con Akira pues Lea de vez en cuando salía dejándome abandonada en la mansión.

—Que pinche aburrimiento ¿No es así, bebé? —le hablaba a mi mascota pues es la única que no me abandona ningún minuto. Se la pasa todo el día acompáñandome en esta miserable cama.

Akira solo movió su cola y lo tomé como un "Si". Me siento una loca al hablar con un perro que sé no me va a responder. Pero es que no sé qué más hacer, ya vi todas las series que me gustan en Netflix, dibuje unos cuantos cuadros, hasta casi hago manualidades de no sé qué chingados vi en Youtube. Escuché como la puerta principal se abría y Akira salió corriendo mientras ladraba, seguido Lea entró por la puerta.

—¡Lea!—debo admitir que me emocioné al verla. —Dime que mañana ya podré ir a la escuela, por favor...—supliqué.
—¿Aburrida? —se burló mientras jalaba una silla para sentarse frente a mí.
—Como no te imaginas, duele admitirlo pero... ¡Extraño la escuela! —agité mis brazos exasperada. —¿Puedes creerlo? Incluso estoy diciendo estupideces que yo no diría jamás —fingí llorar.

Lea se rió por mi comportamiento infantil.

—No es gracioso... —hice una pausa— ¡Ya quiero salir de esta cama! Con decirte que ya no siento mi culo, he quedado plana ¡Noooo! —okay, tal vez esté exagerando pero así me siento no me juzguen.
—No seas exagerada ____* y si, ya mañana podrás ir solo déjame revisar tu herida —se levantó y cuando la oí decir que ya podría ir me alegré demasiado.
—No sabes cuánto me alegra oírte decir eso —le dije cuando la tuve cerca.

Reviso mi pie y a juzgar por su cara, creo ya estoy mejor. Sólo espero con todo mi ser que pueda jugar fútbol. Por lo que le pregunté:

—¿Podré jugar fútbol? Aria me dijo que me necesitan en el entrenamiento...—dije tímida por su respuesta.
—Si, puedes jugar fútbol.
—¡AHHHH! Te amo enserio, eres la mejor enfermera que he tenido —la abracé.
—Soy la única que has tenido, en realidad —comentó entre risas y correspondiendo mi abrazo.

*****

Una camiseta blanca, con unas mallas negras de mi marca favorita "Adidas", un suéter gris de manga larga que me cubría el trasero por las mallas ya que no me gusta salir mucho así. Un beanie negro con rayas blancas y mis converse blancos eran mi vestimenta del día de hoy para poder irme a la escuela. En la tarde de ayer le comenté a Stefan que hoy me iría con él en su coche pues no tenía ganas de ir en mi moto por lo que debe estar esperándome.

—¡____, apúrate que se nos hace tarde! —gritó desde la sala.
—¡Ya voy, ya voy! —igualmente grité para que logrará escucharme.

Jale mi mochila y salí de mi cuarto no sin antes cerrar la puerta. Stefan me esperaba impaciente en la sala viendo una y otra vez su reloj de mano. En cuanto me vio, salimos casi volando de ahí o más bien me arrastró fuera de la mansión despidiéndonos de Lea.