•Capítulo cuatro "Tuve que hacerlo " •

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Corría y corría por las calles de la ciudad en busca de la casa de la familia Hopkins, ___ estaba muy mal y Aria también. La maldita infección logró entrar en ellas y seguramente morirán. Tengo que evitar que mis pequeñas hermanas mueran; no debo perderlas. Aria y ___ son lo más preciado que tengo en mi miserable vida aparte de Damon, que siendo egoísta e idiota...sigue siendo mi hermano mayor y debo quererlo, me ha criado prácticamente. En fin, llegué a la casa y la puerta estaba entreabierta, eso es sumamente raro ya que ___ ha dicho que su casa siempre está cerrada con llave.

Entré buscándolas pero no vi a nadie en la sala. ¡Que raro! Aria dijo que la había dejado en el sofá y no hay nadie aquí.

–¿Aria? ¿____? ¿Hay alguien aquí? –hablé un poco fuerte esperando alguna respuesta por parte de alguna de las dos. Sólo espero que sus padres no lleguen y me vean aquí usurpando su casa.

Seguí subiendo las escaleras cuidadosamente, me detuve en el último escalón ya que escuché un ruido proveniente de una de las habitaciones del frente.

–¿_____? ¿Eres tú? –traté de ver si había alguien ahí, pero no era demasiado alto como para alcanzar a ver.

Me acerque más y abrí por completo la puerta, ahí se encontraba una persona sentada en el piso meciéndose hacia delante y hacia atrás. Delante de ella se podían ver unos pies como de mujer, pues eran delgados. Esa persona se escuchaba sollozar.
Toqué su hombro derecho, se dio la vuelta y pude ver quién era.

–¿____, qué... qué te pasó? ¿Por qué estás en este estado? –era ella, mi pequeña hermanita estaba llena de sangre, sus ojos habían cambiado. Ese café obscuro que tanto me gustaba ver, ahora...ya no estaba. Sus ojos ahora eran de un rojo intenso como la sangre misma; de sus comisuras caían gotas de sangre como si...como si hubiera mordido algo. 

Observé bien a lo que estaba delante de ella, o mejor dicho quién estaba. Era otra persona, una mujer como de unos 40 años, cabello azabache. Tenía un gran parecido a ____, al parecer es su madre o bueno...era.

–Yo...yo..no quise hacerlo Stefan...no sé que me pasó...de repente...–lágrimas corrían por sus mejillas, corriendo su maquillaje. Con las manos señaló el cuerpo sin vida de su madre, estaba temblando del miedo. Tenía miedo de ella misma. Eso lo podía ver en su mirada.
–Shhh, no digas nada. Sé que esto es nuevo para ti y tienes miedo, lo puedo ver. Ven aquí. –Me senté en el piso detrás de ella y la abrase. Mis piernas quedaban estiradas y ella estaba sentada con las piernas dobladas a la altura de mi cintura más o menos.
–¿Por qué....por qué yo Stefan? Tengo mucho miedo, me asusta mirar de qué soy capaz...–su tono de voz era interrumpido por las lágrimas.
–Era la única opción que había, sino... hubieran....–tragué saliva –hubieran muerto.
–Esta no es la vida que yo quise tener... Aria no se merece esto...¡Aria! –se levantó al no ver a su hermana.

Salí detrás de ella, entramos a otra habitación al parecer sus habitaciones quedaban una al lado de la otra. Lo primero que vimos al entrar fue el cuerpo sin vida de un hombre de unos 44 años.

–¡Aria! ¿Dónde estás? –____ gritaba por toda la habitación buscando desesperada a su hermana. Abrió el clóset y ahí la encontró. –Aria...no tengas miedo. Ven. –Aria salió del clóset temblando del miedo, pude ver que sus ojos eran del mismo color que ____.
–¿Estás bien Aria? –pregunté acercándome a ellas.
Asintió. –Si, estoy bien. Creo...o bueno la verdad tengo miedo. –volteo a ver a su padre sin vida. –No quise hacerlo ____, no pude controlarme. No quería asesinarlo. –una lágrima salió y ___ la limpió rápidamente.
–Tranquila. No es tu culpa, nadie tiene la culpa aquí. –su mirada cambió de una asustada a una completamente furiosa.
–¿Qué.. qué haremos ahora? No podemos dejarlos así como así, hay que hacer algo con sus cuerpos –Aria se separó de su hermana quiénes todo este tiempo habían estado abrazadas.
–No lo sé, pero de una cosa estoy seguro. Debemos salir de aquí, no pueden quedarse. –dije decidido.
–Stefan...no tenemos a donde ir....–
–Podemos ir a casa de mi tía Lena ¿No? –sugirió Aria.
–No Aria, no podemos. Mi tía se asustará al vernos en este estado. Nuestros ojos ya no son como eran, ahora son de color rojo. Tenemos que ir a otro lugar y lejos de aquí si se puede –puso su mano en su barbilla pensando.
–Pueden irse a la cabaña. A Damon no le importará, casi ni está ahí. Y es un buen lugar para enseñarles a controlarse y a descubrir sus poderes. –dije.
–¿Poderes? –dijeron ambas al mismo tiempo.
–Si, poderes ambas deben de tener uno o más poderes con la transformación. Y también debo advertirles algunas cosas, que deben saber o sino moríran. –
–¿Ejemplos? –
–Uno: no deben salir al sol o pueden quemarse, por eso Damon y yo tenemos este anillo que nos protege. Por cierto, debemos ir a conseguir algo para ustedes urgentemente, las demás se las digo después. –
–Pero entonces sino podemos salir al sol...¿Cómo llegaremos a la cabaña? Son como las 2 de la tarde Stefan –dijo ____ viendo su reloj de mano.
–Cierto...por lo mientras cubranse bien y pónganse un sombrero que las cubra la mayor parte. ¿Alguna de ustedes tiene auto? –levante mi dedo índice.
–No, pero usa el de mis difuntos padres nadie lo usará como quiera –levantó los hombros despreocupada.
–Okay, iré por el. Mientras ustedes hagan sus maletas y las esperó afuera. –salí de la habitación.

^Pov's _____. ^
Con esto de la transformación y ese show, Stefan ha cambiado un poco. Ya no actúa como antes sabía que esto tarde o temprano sucedería y nosotras estábamos conscientes de ello. Ahora, debemos hacer nuestras maletas para vivir con los Salvatore de ahora en adelante. No queríamos asesinar a nuestros padres pero ni nosotras sabemos como paso todo, simplemente sucedió y no podemos hacer nada al respecto. Aria se tranquilizó en cuanto vio mi tranquilidad, nos duele perderlos pero tampoco eran unos grandes padres nunca nos ponían atención y siempre nos regañaban o gritaban. En parte, estoy feliz de salir de aquí y no seré la misma. Ahora viene la versión nueva y mucho más mala.

Stefan nos ayudó con las maletas y con rapidez nos subimos al auto para partir a su cabaña. Duramos como 1 hora en carretera pues estaba lejos de aquí. Estacionó el auto y entramos.

–¡Bienvenidas a la cabaña de los Salvatore! –extendió sus brazos a modo de bienvenida.
–¡Vaya! La cabaña está hermosa Stefan, para ser hombres tienen buen gusto –dijo Aria inspeccionando la casa, se detuvo frente a una vitrina donde Damon guardaba su licor. Señaló una botella.–¿Qué es esto?
–Es un...–
–Bourbon de 1864, un muy buen licor. –respondió ____ en mi lugar.
–¿Cómo lo sabes? –su hermana la vio expectante.
–Estuve aquí ¿Lo recuerdas? Damon siempre guarda su licor en esa vitrina y ni una sola vez dejó que me acercará –se cruzó de brazos.
–Escuché mi nombre –los tres nos dimos la vuelta y ahí estaba Damon en la entrada. –¡Vaya, vaya! Ya están aquí y por lo que veo sus ojos son de diferentes a los nuestros –a velocidad vampírica se sirvió su vaso de Bourbon. –Ah, y por nada groseras.
–¿Piensas que te agradeceré por morderme a mí y a mi hermana? Que equivocado estás Damon, y si, soy grosera por naturaleza como ves –me dejé caer en el sofá cruzándome de piernas.
–Siendo así...me gusta más esta versión. Te pareces tanto a mi ____, tu hermana...–la vio de pies a cabeza –no la conozco tanto como a ti –sonrió cínicamente.
–Bueno, ¿pueden dejar de pelear ya? Stefan y yo estamos como idiotas viéndolos insultarse y decirse sus verdades el uno al otro –Aria se interpuso entre los dos.
–¡Bien! Me callo –dije.
–¡Ja! Tu hermanita te calla –se rió.
–Tu también ya cállate Damon. Los dos son iguales. –ahora fue Stefan quien callo a su hermano.
–¿Quiénes son ustedes? –una voz desconocida irrumpió en la habitación.

Los tres volteamos a ver quién era excepto Damon, éste tomaba tranquilo su estúpido Bourbon.

" BLOOD" (Sehun y tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora