- Karen -
Desperté temprano en la mañana, demasiado temprano para mi gusto pero ya no podía dormir más. Abrí las cortinas de mi habitación y me topé con la hermosa ciudad. Había visto en mi celular que el día iba a estar algo fresco, por lo que fui a prepararme un chocolate caliente para entrar en calor.
Ya con la taza de chocolate caliente en mi mano, caminé de nuevo hasta mi habitación y me senté en un pequeño sillón que estaba a un lado de la ventana.
Las calles de New York se veían inundadas de taxis amarillos, personas caminando apresuradas y los miles de edificios, a pesar de la belleza de la ciudad no dejaba de extañar México, mi familia y amigos, aunque ahora también tenía otra familia en Colombia.
Después de tomarme el chocolate caliente caminé hasta el closet y alisté algo para ponerme ese día, un pantalón de mezclila claro, encontré nuevamente el suéter de Villa y no dude en ponermelo y unas botas largas.
Una vez cambiada salí del departamento para dirigirme hasta la universidad, justo cuando la puerta del elevador estaba por cerrarse una mano se posó sobre la puerta lo que hizo que esta se abriera. Any entró al elevador sonriente y con una pequeña mochila colgando de un hombro.
-Buenos días Karen, ¿te molesta si me voy contigo a la universidad?- preguntó tocando el tirante de su mochila.
-No, está bien. No quiero ir sola- contesté presionando los botones del elevador para que las puertas se cerraran y llegar hasta la planta baja para así poder salir y tomar un taxi.
(...)
Llegamos exactas, un minuto mas y el profesor no nos dejaba entrar a clase. Resulta que en el camino había ocurrido un accidente de tránsito, nada grave pero si ocasionó un gran embotellamiento, por suerte Any y yo habíamos salido con bastante tiempo de sobra.
El profesor con quien teníamos la clase era de los mas enojones y estrictos, demasiado. Normalmente todos los demás maestros eran muy agradables y divertidos, pero él es una clara excepción.
Caminamos hasta nuestros lugares y para mi mala suerte solo quedaba un lugar al lado de Chris, miré de nuevo las bancas con la esperanza de que hubira algún otro asiento desocupado pero no, Any ya se había sentado, y una vez que te sientas no puedes cambiar de asiento, regla del maestro.
Así que caminé hasta donde estaba Chris sintiendo todas las miradas de las chicas sobre mí. Si las miradas mataran, estaría muerta hace mucho.
-Hola princesa, te ves muy bien con ese suéter- saludó Chris mientras tomaba asiento a su lado.
Odiaba esa palabra y mas viniendo de alguien a quien también odiaba.
- Gracias, es de mi ex novio y no me digas así, no tienes ningún derecho para hacerlo- contesté molesta sin siquiera voltearlo a ver.
-¿Cielo te gusta más?- torcí los ojos a su comentario cosa que logró llamar la atención del profesor.
-¿Todo bien joven Velez?- preguntó bajando sus lentes.
-Sí, profesor, todo excelente - contestó Chris sonriendo victoriosamente.
Por suerte Chris se calló y no molestó mas durante la clase, cosa que apreciaba pues no quería tener problemas con el profesor ni dirigirle la palabra a él.
Sonó el timbre y después de eso tenía que subir hasta la biblioteca para avanzar con un trabajo pues la maestra nos había dejado trabajar en la biblioteca.
Caminé por los pasillos de la universidad rogando no encontrarme con Chris o Brad, solo quería pasar la mañana en paz.
-¡Hola!- se acercó Joel saliendo de un pasillo
