El duelo contra Kachidoki había terminado y Yuya se sentía tan… desolado. Habiendo pasado la confusión inicial se dio cuenta de que la gente en el estadio lo veía como si no fuera humano, como si hubiera hecho algo verdaderamente malo que ya no se podía considerar como tal, ¿por qué? ¿por qué no podía recordarlo? ¿cómo es que había ganado ese duelo?
Solo recordaba haber sentido esa presencia en su interior, había visto a Yuto, en ese momento se había sentido naturalmente atraído hacia él y con ello había venido el caos.
-Yuya-
Yuya negó mientras permanecía sentado en la habitación de su mente y llevaba las manos a sus oídos, no quería oirlo, no había manera en la que Yuto pudiera explicarse, había confiado en él y solo había logrado oscurecer su modo de duelo, había logrado que las personas de ese lugar lo miraran como un monstruo.
Yuto intentó acercarse a Yuya, pero cuando lo tocó en su hombro éste se había encogido más sobre sí mismo, no quería ni ser tocado por él. Apretó sus puños con fuerza, no había sido su intención, no sabía porque pero en cuanto había tenido la oportunidad todo su odio y resentimiento se había desbordado, se había descontrolado.
-Lo siento mucho Yuya- sus palabras no remediarían nada pero tenía que decirlas pues ver al chico de ojos carmesí en ese estado hacía doler su pecho, estaba tan arrepentido. Las lágrimas llegaron a sus ojos pero las mantuvo en la bahía, su dolor no era nada en comparación con el de Yuya por lo que solo se quedó ahí, de pie detrás suyo aguantando las ganas de llorar por lo que había ocasionado su debilidad.
Yuya cerró los ojos con fuerza, no quería pasar por algo así de nuevo, no cuando había empezado a confiar en Yuto, la traición dolía demasiado.
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My demons
FanfictionHistorias cortas de diferentes parejas basadas en imágenes que me regalan o me encuentro por ahí. Yu gi oh pertenece a su respectivo creador, yo solo hago BL de sus personajes 😉