Verano

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Respira, dentro fuera, dentro fuera... ¡¡No estaba funcionando!!

Parecía que, de hecho, estaba teniendo el efecto contrario, su nerviosismo se elevaba por los aires.

-Yuto, ¿estás listo?- la voz de Yuya proveniente del otro lado de la cortina casi lo hizo saltar del susto y lo puso más nervioso si era posible -¿Yuto?-

El mencionado tragó fuerte antes de contestar -Salgo en un momento-

-Ok, pero tienes que darte prisa- apuró Yuya -los demás nos están esperando-

Yuto asintió y tomó un fuerte respiro antes de salir, el aire se atoró en su garganta cuando vio a Yuya, el chico estaba usando nada más que un traje de baño largo hasta media pierna y de color naranja, su pecho estaba desnudo dejándole ver los pezoncitos rosados del chico y la suave piel que recubría su estructura esbelta ¿por qué tenía que ser tan atractivo? Mas aún ¿por qué tenía que estár enamorado tan locamente del hermoso chico?

Un silbido apreciativo de parte de Yuya lo sacó de su atenta observación al cuerpo del chico.

-Si que tienes más musculatura que yo- comentó Yuya echándole un vistazo de arriba a abajo, Yuto se sonrojó por ello, el chico que le gustaba lo estaba evaluando después de todo -Espero que los demás chicos no digan cosas extrañas porque nuestros trajes de baño se parezcan a excepción del color-

Era cierto, habían ido los dos juntos a comprar trajes de baño, se habían decidido por una oferta de trajes iguales pero los habían comprado de diferente color, quizás había sido una mala idea, Yuri tendría mucho que decir al respecto sobre ello, no estaba seguro de si soportaría las burlas sin ponerse de un brillante color rojo.

Salió de sus pensamientos cuando la mano de Yuya tomó la suya, antes de que pudiera protestar el chico lo jaló y lo llevó consigo fuera de las tiendas de cambio de ropa hacía la orilla del mar. Yugo, Yuri, Kaito y Reira ya estaban en el agua y les hicieron señas para que se acercaran a ellos, Shun y Reiji estaban en la orilla bajo una gran sombrilla.

-Vamos Yuto- dijo Yuya sin soltar su mano y llevándolos al agua -¡Está fría!- se quejó el chico sin embargo sonreía cuando volteó a mirarlo -Pero se siente bien ¿verdad?-

A Yuto no le quedó de otra más que asentir, no le importaba el sol, el agua salada o los gritos de Yuri y los demás, solo le importaba la cálida mano que no había soltado la suya y la hermosa sonrisa de Yuya que parecía brillar más que el sol de verano calentando directamente su corazón.

My demonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora