Despistado

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-Vamos Yuto, solo fue una pequeña charla-

Yuto no hizo caso a las súplicas del chico mientras entraba en la casa directo a la sala de estar, no hacía falta ser un genio para darse cuenta de lo irritado que estaba. Y es que ¿cómo no iba a estarlo? Había tenido el día planeado para un romántico y largo paseo en la motocicleta de su novio. Sin embargo cuando el chico se había detenido en un parque para descansar un poco había tenido que aparecer esa molestia con nombre propio llamada Rin. El incidente no hubiera ido a más si el despistado de su novio la hubiera despedido de inmediato pero no, había empezado a charlar con su amiga y había dejado relegado a su novio durante una buena hora, el sentido de la oportunidad de esa chica apestaba.

Intentando calmarse Yuto se quitó la capa y la arrojó al respaldo de uno de los sillones, tenía que encontrar algo con qué calmarse antes de desquitarse con su despistado pero adorable Yugo.

No pudo evitar sobresaltarse un poco cuando sintió de repente a alguien abrazándolo por la espalda, era obvio que se trataba de su novio pero el sorpresivo movimiento no lo esperaba.

-Lo siento mucho Yuto- se disculpó Yugo frotando sus mejillas desde el lado izquierdo del chico de ojos grises -¿puedes perdonarme? ¿por favorcito?- pidió haciendo un puchero.

Yuto lo vio de reojo y luego apartó la mirada ¿porqué Yugo tenía que ser tan adorable? Sintió el calor subir a sus mejillas mientras el chico de ojos azules seguía intentando engatusarlo con dulces palabras llenas de miel entre disculpas y promesas de que no lo volvería a hacer.

Por un momento pensó en apartarlo de un golpe pero no lo hizo, primero porque no le gustaba maltratar a su novio y segundo porque el sujeto en cuestión era malditamente adorable, así pues la mano que había levantado para dar el golpe la usó para quitarse los googles que usaba cuando iba en motocicleta con su pareja.

-Está bien- dijo al tiempo que se volteaba y le daba un beso en la mejilla a Yugo -Te perdono-

Así, mientras Yugo sonreía por haber sido perdonado por su pareja Yuto se soltó del abrazo pero no fue demasiado lejos. Se dio la vuelta al tiempo que arrojaba los googles por ahí y tomó de las mejillas a Yugo antes de depositar un beso en sus labios, la verdad sea dicha no podía durar demasiado tiempo enojado con el chico de los ojos azules.

Yugo no perdió el tiempo abrazando de nuevo a Yuto para pegarlo a su cuerpo y devolvió el beso con abandono, sus bocas se abrieron dando paso a una lenta y sensual danza entre sus lenguas tomando el sabor del otro. Cuando se separaron se miraron a los ojos, las mejillas de ambos sonrojadas pero sonreían, claro, Yugo tenía una gran y tonta sonrisa en su cara mientras que la de Yuto era apenas visible pero no importaba pues el sentimiento de felicidad era el mismo, el de saberse con la persona amada.

-Y dime ¿todavía quieres ir a montar?- preguntó Yugo con su brillante sonrisa.

Yuto lo pensó un momento sin embargo solo una idea llegó a su mente. Bien, había perdonado a Yugo pero aún podría enseñarle un par de cosas a su despistado y adorable novio acerca de ignorarlo. Con eso en mente le devolvió la sonrisa a Yugo, sin embargo la suya era por demás sensual.

-Claro- contestó tomando la mano del chico de ojos azules -Vamos a montar-

Yugo estaba feliz al escuchar eso sin embargo su expresión cambió a confusión cuando su novio lo empezó a llevar a la habitación en lugar de a la puerta de entrada...

Después de ese día Yugo aprendió a nunca ignorar a su muy sensual y celoso novio.

My demonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora