Dulce

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ATENCIÓN: Se recomienda leer antes el corto "Confesión" para entender el contexto.

-¿Hasta cuando vas a superarlo?- preguntó Yuto sentándose en el puesto delante de Yugo que estaba tirado sobre la mesa, totalmente abatido, al chico de ojos grises le recordó esa vez en la que el hámster del chico había muerto, si, igual de miserable.

-Tu no entiendes Yuto, esta clase de amores son difíciles de superar- contestó el chico de ojos azules sonando de lo más afligido.

-¿De verdad?- preguntó su compañero antes de colocar una cajita delante de Yugo -¿ni siquiera esto te animará?-

-No Yuto, no vas a lograrlo- contestó Yugo sin levantar la mirada de la mesa.

-¿Seguro? Es tu favorito- intentó Yuto sonriendo cuando, apenas pronunciar esas palabras Yugo se despegó de la mesa y miró a la caja que había colocado delante suyo.

-¿De verdad? Dijiste que solo lo harías en mi cumpleaños- dijo el chico entusiasmado abriendo la caja y mirando dentro, el postre despidiendo un aroma maravilloso y dulce que de inmediato le hizo agua la boca.

-Bueno, espero que sirva de algo- contestó Yuto dándole una cuchara, estaba feliz de que el postre favorito de Yugo funcionara y lo sacara, aunque fuera por un momento, de esa depresión en la que se había caído de cabeza desde el rechazo de Yuri.

-Es delicioso- gimió Yugo una vez que probó el primer bocado, su carita resplandeciente como niño en juguetería -Yuya tiene suerte-

Al escuchar esas palabras Yuto se sonrojó un poco y también soltó una risa breve -te sorprenderías, constantemente me dice que si se pone gordo será mi culpa-

-A mi no me importaría engordar con tu comida- contestó Yugo comiendo más del postre felizmente.

-Es una suerte que Yuto solo cocine para mi entonces- la voz de Yuya llegó divertida desde detrás de Yugo.

Este se sonrojó y miró detrás suyo, toda sonrisa se borró de su rostro cuando vio a Yuri de pie a un lado de Yuya.

-Vamos cariño- dijo el chico de ojos carmesí adelantándose para sacar a su novio de la silla -tengo algo de lo que quiero hablar contigo- dijo alegremente llevando a Yuto hacia la salida.

Sin embargo, éste tuvo el tiempo suficiente para darle una mirada amenazante a Yuri antes de alejarse.

-¿No fue suficiente la manera en la que me rechazaste antes?- preguntó Yugo mirando el postre que Yuto le había llevado, de repente ya no tenía hambre.

-Si, sobre eso...- Yuri miró a su alrededor, estaban en un lugar demasiado público de nuevo ¿y si metía la pata otra vez? Miró de vuelta a Yugo, el chico ni siquiera lo había mirado, seguía viendo ese postre, maldición.

-Ven conmigo-

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-¿Porqué me trajiste aquí?- Yugo hizo un puchero, había estado intentando recuperarse del rechazo de Yuri y tenía que ir el muy maldito a arruinárselo, por si fuera poco el chico de ojos color de rosa tenía de rehén a su preciado postre hecho por las angelicales manos de Yuto.

-Necesito hablar contigo- contestó Yuri colocando el postre en una de las mesas, había llevado a Yugo a uno de los laboratorios desocupados del segundo piso.

-¿Ah si?- replicó Yugo cruzándose de brazos -pues yo no quiero hablar contigo, un rechazo efectivo es suficiente para mi gracias- sip, todavía tenía su orgullo y como tal iba a defenderlo.

-Escucha, yo no quise decir todas esas cosas, fue tu culpa el ponerme en esa situación, más aún, revelaste a todos que me gusta Kaito-sempai- dijo Yuri con impaciencia, quería disculparse con el chico pero éste no cooperaba.

-¿Tenías que mencionar eso?- preguntó Yugo con una mueca de dolor, no era algo que quisiera recordar -de todas maneras seguro ya son una pareja feliz gracias a mi-

-No seas imbécil- contestó Yuri dándole un sape al chico, de verdad que no le ponía las cosas fáciles.

-Ouch- se quejó Yugo mirándolo mal, sin embargo, no pudo evitar sorprenderse cuando, unos momentos después vio la tristeza en esos bellos ojos rosas que tanto le gustaban, parecía que las cosas no habían ido para nada bien.

-Kaito está saliendo con alguien más- contestó Yuri a la pregunta no hecha por el chico de ojos azules, sin embargo sacudió la cabeza y se recompuso lo mejor que pudo -pero lo superaré, no es el único pez en el mar- respiró profundo, ojalá fuera tan fácil borrar a las personas del corazón.

-O-oh-

Yuri frunció el ceño -¿es lo único que vas a decir?- preguntó -¿no vas a burlarte de mi? Te humillé, creía que te pondrías feliz al escuchar que yo también fui rechazado-

Los ojos de Yugo se abrieron más de sorpresa al escuchar aquello y empezó a negar enérgicamente -no, no no no no no no para nada- miró a Yuri -yo nunca haría algo así-

Yuri se cruzó de brazos y apartó la mirada -puedes hacerlo... tienes mi permiso-

Después de eso ambosse quedaron en completo silencio, Yugo suspiró, no era tan maduro como para pensar que el rechazo a Yuri no debería de alegrarlo, porque lo hacía, pero por lo menos no era tan estúpido como para decirlo en voz alta. Aun así ¿qué se supone que podía decir ahora? Miró a su alrededor y su mirada cayó en el postre en la mesa, se acercó ante la atenta mirada de Yuri.

-¿En serio? ¿vas a comer ahora?- preguntó el chico de ojos rosas un tanto irritado.

-¿Porqué no?- contestó Yugo encogiéndose de hombros -¿has oído del dicho sobre que te comas las penas en un pan?-

Yuri sintió que un tic aparecía en su ojo -es "las penas con pan son buenas"- corrigio.

-Si, si, como sea- contestó Yugo sin perder sus animos -este postre no es de pan de todas maneras- Yuri empezó a pensar que había sido una mala idea el haber llevado también el postre, de por si Yugo tenía problemas de atención. Bien, quizás solo tenía que ir directo al punto.

-Escucha yo solo...- sus palabras fueron cortadas por una cuchara dentro de su boca, se sorprendió pero en cuanto el objeto salió de si boca el más dulce y celestial sabor inundó su boca.

-Rico ¿verdad?- dijo Yugo sonriendo brillantemente.

Yuri asintió tragando el bocado -si pero eso...- de nuevo fue interrumpido, esta vez, sin embargo, no se trató de una cuchara con postre sino de unos cálidos labios y una lengua invasora.

Se sorprendió por la audacia del chico de ojos azules, pero después de unos momentos se rindió dejándose llevar por ese dulce beso ¿quien diría que Yugo sabía besar?

Cuando el beso se detuvo Yugo lo miró, la alegría brillando de nuevo en sus ojos.

-Te perdono- fue lo primero que dijo el chico sonriendo -¿te gusta la frase "golpea un clavo con otro para sacarlo"?-

Ante esas palabras Yuri no resistió y se echó a reír, Yugo hizo lo mismo y volvió su atención a su postre, sin embargo, antes de poder tomar algo se encontró con los labios de Yuri en un corto beso.

-Si me gusta- respondió el chico de ojos rosas saboreando sus labios, tendría que pedirle a Yuto la receta, ese postre era delicioso, mucho más de los labios de Yugo.

Empezaba a ver que, después de todo, quizás no sería tan difícil borrar a Kaito de su corazón, sin duda, ese chico torpe de ojos azules y labios dulces podía lograrlo.

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Nota de autor: ¡¡Feliz cumpleaños PilarQuinteros2!! Y que cumplas muchos más 😊

My demonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora