Payton:
Escucho que Gary tratando de poner algo de orden en la cocina, pero en el fondo se que estamos jodidos, no hay maneras alguna en el mundo que Silvia Philips deje de pasar esta oportunidad para criticarme.
Para empezar tengo un niño que no es mío en brazos, luego está el hecho de que el hombre más sexy de la tierra con el cuerpo lleno de tatuajes está sentado en mi cocina. Y para rematarla todos aun estamos en pijamas. Lo cual llevara a mi madre a crearse ideas equivocadas en la mente.
Trato de arreglarme un poco la ropa y me persigno antes de abrir la puerta, lo que hace que Sam se ría, lo acomodo un poco más en mi regazo y le dedico una sonrisa antes de abrir la puerta.
Al abrirla me encuentro con mi elegante madre, lleva puesto un traje negro de satén y sus gafas estilo Audrey Hepburn. Somos bastante parecidas, solo que ella tiene la tez mucho más blanca y el pelo enrulado.
-Por dios Payton porque tardabas tanto en abrir, es que acaso no te enseñe que… decía mientras guardaba algo en su cartera pero al levantar la vista me ve con Sam en brazos y deja de hablar arrugando sus cejas- ¿y este pequeño?
-es un amigo de Zoe, se llama Samuel, se quedo a dormir y justo estaba llevándolo a la cocina cuando tocaste la puerta.
-encantada Sam- le dice extendiendo su mato para que Sam la saludes y el pequeño lo hace- soy Silvia la mama de Payton.
El niño abre los ojos muy grandes ante lo último que dice mi madres-eres muy linda Silvia, pensé que las abuelas eras mas grandes-bueno y si antes no se la había ganado con su sonrisa ahora diciéndole que era linda la tenia metida en su bolsillo.
-gracias Samuel, y como ves las abuelas también podemos ser lindas-le dice guiñándole un ojo- y bueno Payton me vas a invitar a pasar o nos vamos a quedar paradas todo el día aquí en la entrada, no sé por qué invertí tanto dinero en clases de etiqueta para ti si al final no aplicas nada.
-para ser justos madre, en esas clases me enseñaron que uno debe avisar con anticipación cuando va realizar una visita, cosa que tú no has hecho- me mira fijo a los ojos como cada vez que la desafío pensando en su próxima respuesta.
-como he dicho las clases las page para ti, así que con permiso, voy hacer uso de mi falta de educación y me voy auto invitar a pasar- Silvia siempre tenía una respuesta para todo, a veces creo que ella también disfruta de nuestros enfrentamientos.
-¡¡abuela!!- grita Zoe cuando la ve y se acerca corriendo a ella.
-Zoe, que te he dicho sobre correr como salvaje, las niñas no deben correr y gritar, pero me alegra de que estés contenta de verme-se agacha y la toma en brazos abrazándola.
-pero mira lo grande y linda que estas, pronto te llevare de compras para renovar todo tu vestuario- esa es la manera que tiene Silvia de decir que mi hija está mal vestida, siempre trata de cubrir una grosería con algún alago, pero yo que la conozco sé muy bien diferenciar su sarcasmo. Sobre todo cuando mira con desdén el pijama de Zoe.
-mi mami ya me llevo de compras, y este pijama lo elegí yo misma abuela, ¿te gusta?
-es encantador, pero creo que no deberías usar pijamas para niños, las tortugas ninjas está bien para los ellos pero tu deberías usar algo rosa o con flores y en forma de vestido.
Zoe la mira he imita una especie de vomito cuando escucha como debería vestir.
-¿pero qué es lo que huele tan delicioso aquí? Payton, ¿has preparado waffles? No sabes cómo extraño tus desayunos, no hay nadie que iguale tus waffles- cuando vivía con mis madres siempre me levantaba temprano para prepararles el desayuno los fines de semana.
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golpeando fuerte
Romantizm[NOMINADA A LOS PREMIOS WATTY 2014] Todos te dicen que el mundo no es una maquina de conceder deseos, pero nadie te dice que la vida es una maquina de pegar patadas Payton aprendió esta lección muy rápido, desde adolecente supo que gana el que pega...