Capítulo 2: Harta (Fed up)

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Ey! Fue un muy buen recibimiento. Mil Gracias. Ojala esta parte les siga gustando...

Ah! Respecto a quién me imagino como Inés, tengo mi idea. Pero me gustaría saber que piensan ustedes.

Abrazo

LAS ESTRELLAS NO SE APAGAN, nunca lo harán. Ni FLOZMIN.

Harta (Fed Up)

Flor entraba al hotel horas más tardes. Ni siquiera se había percatado de lo tarde que era, en realidad. Ni de todas las llamadas pérdidas de Vir y Miru. De hecho, ni siquiera las vio caminar ansiosamente hacía ella cuando cruzó la puerta principal. Estaba distraída repasando los tres consejos de su nueva amiga:

1) No te arrepientas de sentir lo que sentís, ni de decirlo.

2) Es bueno nadar contra la corriente, pero hay que saber cuándo dejarse llevar.

3) Está bien ser buena persona, pero no tanto cómo para que te pisoteen.

Con sus dedos, se marcó las 3 máximas mentalmente, así que cuando levanto la vista de su mano casi cae redonda de la impresión al ver a Vir a menos de 5 centímetros.

-¡BOLUDA! – Virginia dio un grito, pero la abrazo – FLOR, sos boluda, ¿cómo no me atendes las llamadas?

-¿Estás bien? – le preguntó su hermana menor – te fuiste tan rápido que me re preocupé.

-¡Vulveras controladoras! Perdón, perdón –aseguró – se me paso la hora.

-Pero ¿dónde estabas boluda? – quiso saber Virginia.

Entonces, Flor recién notó la presencia de las dos chicas. Allí paradas, a la expectativa, estaban Jaz y Elena. Pensó en salir corriendo, pero se recordó a si misma que no debía arrepentirse de haber sido sincera con la cocinera.

-Estaba... estaba... - titubeó un momento para poder explicar dónde y con quién estaba pasando el rato, era raro por donde se lo mirará – estaba con una amiga ¡HM!

-¿Con qué amiga? – preguntó Miranda.

En ese momento, sus voces se apagaron porque Flor estaba interesada en escuchar la conversación de las otras dos mujeres presentes.

-Bueno, ya ves que está bien – Elena suspiró sin disimular su exasperación - ¿podemos irnos a cenar, Jaz?

Jazmín bufó con molestia - ¿podes dejar de presionarme? Ya te dije que necesito hablar con Flor un segundo – y le señaló la puerta – si tanto apuro tenes, podes irte por donde viniste.

-Dijimos que cenaríamos juntas así que te espero – sentenció la rubia.

-Bueno, entonces no me presiones más y espérame– Jazmin se concentró en Flor y sus hermanas nuevamente y Flor trato de simular no estar oyendo nada.

-¡Florencia! – insistió por tercera vez Miranda - ¿qué amiga?

-¿Eh? Ah... una amiga... no la conoces – dijo simplemente.

-Yo conozco a todas tus amigas, Florencia – aclaró Virginia - ¿quién era?

Flor suspiró – es una chica que conocí hoy, en la plaza, estaba ¡MUY FUERTE! – dijo sin controlar sus tics, pero hizo una pausa y con un movimiento de hombros agregó – digo que yo estaba un poco mal y ella me contuvo – de reojo, pudo ver como Jaz fruncía el ceño, pero trato de no prestarle atención.

Virginia la observó – si estabas mal podrías haberme buscado, lo hablábamos boluda...

-Hay cosas que a veces es mejor hablarlas con desconocidos que con la gente que conoces más – aseguró Flor parafraseando a Inés.

-Ah bueno – ni a Miranda ni a Virginia les gusto la respuesta, pero la rubia quiso saber más - ¿y quién es esta chica?

-Inés ¡Cosita sabrosa! ¡NYA! ¡AY! – se quejó de su imposibilidad de reprimirse y pudo ver el guiñó de interés de Miranda - se llama Inés y es muy buena persona, me hizo bien encontrármela, hablamos mucho...

Miru, ni lerda ni perezosa preguntó - ¿y esta Ines qué onda?

Flor sonrió de medio lado – nada, la mejor – y entonces con una sonrisa de medio lado agregó - ¿podes creer que su hermano tiene tourette también?

-¡Que casualidad! – las palabras no venían de Vir ni de Miru, sino de Jaz.

-Si una hermosa casualidad, que me hizo muy bien, mínimo fue lo mejor del día – cerró Flor y mirando a sus hermanas apuntó – estoy cansadísima, ni cuenta me di que se me había hecho tan tarde, me voy a descansar un poco.

- Flor ¿sabes que podemos hablar de lo que sea? – le dijo Virginia.

-Sí, sí, yo sé Vir, pero ahora no, mañana... - y así como lo dijo salió rumbo al ascensor.

Jazmín le cerró el paso y se alejó de Elena quien no la siguió – Flor ¿podemos hablar, por favor?

-No hay nada de qué hablar, Jaz.

-Yo creo que sí, necesito saber que no estás mal por lo de hoy.

"No te arrepientas de sentir lo que sentís, ni de decirlo"

-Todo lo que tenía que decirte ya te lo dije y no me arrepiento de haberlo dicho – le aseguró Flor con tranquilidad...

"Es bueno nadar contra la corriente, pero hay que saber cuándo dejarse llevar"

-...Pero hay cosas que no vale la pena remover más – agregó la hermana Estrella tratando de salir de esa escena que no parecía ir a ningún lugar.

-Mira vos, que superada que estás – la cocinera parecía molesta, más de lo normal - ¿Eso también te lo enseñó tu nueva amiga?

-No, eso lo aprendí yo sola – cortó Flor - ¿por qué no te vas a cenar? Ya hiciste esperar mucho a Elena.

-No, Flor, no quiero irme así, quiero que aclaremos lo que paso – insistió Jaz.

Florencia hizo un gesto de disgusto – no hay nada que aclarar, ya dijiste lo que tenías que decir, ¿de qué sirve aclarar nada? Entendí perfectamente...

-No sé si entendiste. Creo que no. No quiero que estés mal – Jazmín nunca era de las daban el brazo a torcer así nada más.

La voz de Elena las interrumpió - ¿podemos irnos a cenar ya, Jaz?

Jazmín se giró hacia ella – dame un minuto más, ya vamos.

Florencia Estrella se sintió indignada y dolida. ¿De qué iba esto? ¿Por qué Jaz se empeñaba en darle migajas? ¿Por qué no la soltaba de una vez?

"Está bien ser buena persona, pero no tanto como para que te pisoteen".

-No – dijo de repente – ya basta – su voz sonó con tanta brusquedad que Jazmín se sorprendió – estoy harta de este juego...

-¿Qué...? – murmuró la pelirroja.

-¡Esto! – Flor se señaló y las señaló a las otras dos chicas – yo tengo una vida, Jaz, no puedo vivir de los minutos que le robas a Elena, no quiero vivir así – sintió como se empezaba a brotar y apretó en un puño aquel pañuelo que Inés no le había dejado devolver – No Jaz, esto no funciona así, este juego donde vas dándonos a las dos un poco de vos, a medida que la culpa te pide, no es algo bueno para nadie...

-No, no es así, Flor – se defendió Jazmín.

-Sí, si es así – Flor respiró profundo – anda, anda con Elena ¡Raba Dañina!, anda y, ya que te gusta tanto jugar, jugate por ella de una vez y a mí déjame tranquila – concluyó mientras se giraba y llamaba al ascensor – porque si realmente te preocuparas por mí, no estarías acá en el hotel paseándote con ella.

Las puertas del ascensor se abrieron y Flor dejo a Jaz con la palabra en la boca, mientras voluntariamente las cerraba marcando el botón de su piso. Ya había soportado bastante viendo a Elena ir y venir, y a Jazmín ir y venir un poco más. 


Deseando a una ESTRELLA - FLOZMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora