Capítulo 54

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—Por fin—Harry dio un suspiro cuando se sentó a mi lado en el avión— traerán tu comida.

—Gracias amor—bese su mejilla.

Habiamos tomado el vuelos a L.A, Isabella estaba sentada al lado de la ventana pero luego de estar algunos minutos en el avión no tardo en quedarse profundamente dormida, yo estaba a su lado y Harry me seguía.

—Pensé que habias comido en casa...—susurró llevando mi mano a sus labios.

—Comí—asentí riendo.

—Oh, comprendo...—de reojo solto una pequeña risa y toco mi estómago—estas alimentando a nuestro pequeño que viene...

—Harry, basta—solté su mano cruzando mis brazos sobre mi pecho— Tengo hambre, es todo, nada viene en camino.

—Esta bien, te creeré—asintio. De todas maneras podía sentir su sarcasmo.

—Debes hacerlo, conozco mi cuerpo—

Justo en ese momento llego la bandeja con mi comida, sobre mi asiento había pasta con pollo y ensalada, además de un postre y bebestible. Apenas probe la comida un revoltijo extraño senti en mi estómago, deje el tenedor a un lado e hice una mueca.

—Ya no quiero más—

—¿Qué? Pero si ni siquiera has comido bebé—Harry me miró riendo—¿Esta malo?

Me encogí de hombros, no lo sabía, comer un poco de eso me dio inmensas ganas de vomitar. Él tomo el tenedor y metió a su boca una buena porción de comida.

—Esto esta muy bueno, ¿qué pasa con tus gustos?— dijo hablando con comida en la boca.

—Creo que mis gustos estan mal, por algo estoy contigo ¿no?— intente bromear para quitar de mi mente el deseo de correr al baño.

—Que graciosas saliste—rodo sus ojos y volvió a comer—Hablo de tus gusto culinarios...

—No hables con la boca llena, puedo ver tu comida—cubrí mis ojos. Solto una carcajada.

—Lo lamento, lo lamento...hace unos minutos no tenía una novia tan exquisita—trago su comida riendo y llevo la bandeja a su asiento, solo verlo comer eso me daba nauseas. —¿te sientes bien? te ves algo pálida...

Asentí y me preocupe de mirar a Isabella, era mejor que ver esa comida. Ella seguía durmiendo, acomode la manta con la que estaba tapada y me acomode para intentar dormir.

Pasaron algunos minutos y no lograba caer en el sueño. No podía, el malestar no lo permitía. Esta vez miré a Harry, él ya habia terminado su comida.

—Estas pálida—nuevamente dijo, llevo sus manos a mis mejillas y alzó sus cejas—¿pasa algo?

Cubrí mi rostro y asentí. Las nauseas ya no eran demasiadas, pero estaba mareada y podia sentir sudor en mi frente. 

—Nena...—lo escuché desabrochar su cinturón y sus manos llegaron a mi cintura. Abrí mis ojos, él estaba frente a mi con temor—¿qué te duele?

—Estoy mareada—

—Joder, mi amor...estas demasiado pálida y sudando, me preocupas— acarició mi mejilla—Iré por un agua, ¿sí? y ...y tal vez algo dulce podría servir...no lo sé...

Estaba nervioso, lo sentía en sus manos. Por fortuna, una azafata caminaba por el pasillo y Harry la detuvo pidiendo agua y algún dulce.

—Muchas gracias—Harry dijo cuando la azafata llego con lo pedido sin tardar demasiado, luego se retiro—Toma...

Freedom |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora