CAPÍTULO 1

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-Explícame por qué hago esto...- Josh dijo, abotonando su camisa.

-Porque tu bisabuelo hizo ese acuerdo y nuestra familia se aferró a él.- su madre suspiró, apretando la mano de su marido.

-Así que me joden ¿porque su familia era muy pobre? tiene mucho sentido...- Josh se burló.

-¡Hey! la tratarás bien... ¿me oyes?- su padre dijo.

-Querido sé que no quieres casarte a una edad temprana, pero tenemos que seguir el contrato.- su madre dijo con una triste sonrisa.

-Tengo diecinueve años mamá, ella tiene ¿18? no creo que ninguno de nosotros desee ésto... no quiero sentar cabeza siendo un adolescente.-

-Bueno, pero lo harás.- su padre ordenó.

-Así que viviré con ella, solo...- dijo Josh, haciendo caso omiso a su padre.

-Sí, correcto.-

-Entonces... nos comprometeremos... si es así, ¿dónde está el anillo?-

-Sí, se comprometerán... los puse en el bolsillo de tu jean.-

Josh metió su mano en su bolsillo y sacó un simple anillo de diamantes. Era moderado, y no parecía ser demasiado caro, pero tampoco se podría decir que era barato.

-Era de tu abuela.- Josh volvió la atención a su madre quien le hablaba.

-Mamá...-

-Ella quería que se lo dieses a tu esposa.- dijo su madre tristemente.

-Ya están aquí.-

Josh puso el anillo en su bolsillo, miró hacia arriba a tiempo para ver entrar un coche al estacionamiento de su casa. Josh suspiró.

-Hay que ser agradable.- advirtió su padre, mirándolo a los ojos.

-Lo intentaré- dijo Josh poniendo una falsa sonrisa.

El coche se detuvo, y Josh puso sus manos en los bolsillos mirando hacia abajo. ¿Estaba realmente preparado para ver a la chica con quien lo obligaban a casarse? ¿Estaba dispuesto a ver su futuro ante sus ojos? ¿Estaba dispuesto a tener novia? La puerta del coche se cerró de golpe, y Josh levanto la vista para ver a su futura esposa.

Era blanca, como la nieve. Su pelo era de color naranja fuego, lo que hacía que sus ojos esmeraldas se destacaran. Llevaba una camiseta blanca, sencilla, una falda de cintura alta color negro, con un collar de esmeraldas y audaces zapatos de tacón negros. Josh tuvo que admitir que no era tan mal parecida. En realidad, estaba muy caliente. Pero no podía olvidarse del hecho de que era un matrimonio arreglado. Por primera vez, Josh la miró a los ojos y descubrió sus mismos sentimientos... tristeza, enojo, confusión, y la mendicidad, incluso. Sabía como se sentía e intentó dedicarle una sonrisa derribado por el resplandor.

Josh negó con la cabeza y centró su atención en el cielo. Por supuesto, esta chica era de ciudad y no quería tener nada que ver con él. Probablemente pensara que era un patán, o algo así... Josh suspiró y miró a la chica, mientras su madre lo empujaba hacia ella.

-Soy Josh.- él sonrió extendiendo su mano a su futura esposa.

-Hayley.- dijo, forzando una sonrisa mientras Josh tomaba su mano, y le daba un pequeño beso en la parte posterior de ésta. "Tal vez este chico de pueblo en realidad podría ser un caballero." Hayley pensaba, alejando su mano.

Ella lo miró prolongadamente, tratando de entender todo acerca de él. Era alto, más alto que ella y tenía el pelo, en realidad, un poco largo... Estaba bien construid, tenía un anillo en el labio que pareció sorprenderla. Hayley lo miró a los ojos  y casi se fundió en sus esferas de chocolate. Tal vez, si no estuviesen obligados a casarse, habría pensado en salir con él, pero la realidad era otra.

-¿Entramos?- preguntó la señora Farro.

-Suena bien.- contestó la Sra. Williams mirando a su hija y sonriendo.

-Por supuesto.- Hayley sonrió.

A medida que se dirigían a la mansión Farro, Hayley trataba de robarle miradas a Josh. Él realmente no era tan mal parecido, era diferente de todos los otros chicos con quienes Hayley había salido antes. Las familias se dirigieron al comedor donde las sirvientas comenzaron a servir la cena.

-Entonces... ¿cómo fue su vuelo?- la señora Farro preguntó tratando de iniciar una conversación.

-Muy bonito.-

-Sí, gracias por permitirnos usar su jet.- Hayley sonrió.

-No hay problema.- Josh se encogió de hombros.

-Así que Josh... he oído que montas a caballo.- dijo Williams, antes de tomar un bocado de su carne.

-Sí, señor, he estado viajando durante los últimos diez años.-

-Incluso compite y es realmente bueno. Debes ver todos los trofeos que ganó.- se jactó la señora Farro.

-Mamá, por favor.- Josh susurró el reclamo.

-No te avergüences de tus logros Josh. También fue el mejor promedio para su graduación y planea hacerse cargo del negocio de su padre... ¿no es así hijo?- el señor Farro cuestionó mientras tomaba un sorbo de su vino.

-Sí, claro.- Josh murmuró, frotando su nuca.

-¿Y tú mi amor?- sonrió la señora Farro a Hayley.

-¿Yo?- Hayley cuestionó tomando un sorbo de agua.

-¿Qué haces?-

-Hum, puedo tocar el piano.-

-Cariño, puedes hacer más que eso... se graduó con el promedio más alto de su clase y canta maravillosamente.- la señora Williams se jactó.

-Mamá.- Hayley rogó.

-¿Qué?-

-Hayley, ¿te gustaría dar un paseo?- Josh dijo.

-Me encantaría.- dijo Hayley, poniéndose de pie.

-Estaremos en la parte de atrás si nos necesitan.- Josh sonrió poniendo su mano en los hombros de Hayley  y llevándola hacia afuera.

-Lo siento mucho, por eso.- dijo Josh cerrando la puerta, y volviéndose hacia ella.

-Está bien.- Hayley sonrió suavemente.

-No, no lo está. Mis padres no necesitan hacer alarde de todo lo que hice.-

-Pareces tener un mérito adicional.- Hayley se echo a reír.

-Supongo que lo tengo.- Josh se rió entre dientes. -Pero siempre sentí que lo era.-

-¿Por qué?- pregunto Hayley quitándose los zapatos.

-Una larga historia.- dijo Josh, sonriéndole.

-Para que lo sepas, realmente no quiero casarme contigo.-

-Bueno, entonces, señorita Williams, creo que tenemos algo en común.-

-¡Josh, Hayley!-

-¿Qué?- llamó Josh por encima de su hombro.

-Tenemos que hablar acerca de las reglas del contrato.

 

-¿Reglas?-

When you let your heart winDonde viven las historias. Descúbrelo ahora