Foxy salió del salón de clases. Una preocupada Chica le seguía por detrás.
–Por favor Foxy.– rogaba.– Tú eres el único que puede tratar con él cuando está así.
El pelirrojo se dio la vuelta y apoyó una de sus manos en el hombro de la joven, tratando de calmarla un poco.
–Chica.– la llamó.– Necesitas calmarte. Y él también. Ya querría yo sacarle las respuestas a todos sus misterios aunque fuera a golpes.– mencionó el chico.– Pero creo que he aprendido.
Es cierto. El pelirrojo había madurado, ya sea por las circunstancias o ya sea por la persona.
No tardaron mucho más en encontrarse con Bonnie, pero la ausencia de Freddy les extrañó a todos.
–Y... ¿Dónde está Freddy?– le pregunto la rubia a Bonnie.–
–No lo sé. Teníamos clase de física los dos, pero nada más tocar el timbre ha desaparecido sin más.– se encogió de hombros el de cabellos morados.–
Chica suspiró y Foxy no soltó palabra alguna. Se dirigieron al comedor, a por cualquier plato de comida que les pusieran por delante.
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Freddy estaba fuera del instituto. Fred no paraba de repetirle en su mente que algo no andaba bien con Golden. Decidió buscarlo.Entró a los baños, dispuesto a hacer sus necesidades, pero unas arcadas en uno de los baños próximos lo sacó de su calma total.
–Oye, ¿te encuentras bien?– hizo esa pregunta obvia el castaño.–
Al no oír respuesta alguna comenzó a forzar la puerta. No tardó en ceder, no era un secreto, las puertas de su escuela no eran resistentes en lo más mínimo.
Unos ojos grises cansados chocaron con los suyos. Miedo con desconcierto. Terror con compasión.
–¡Golden!– reaccionó el de ojos azules, agachándose con rapidez inmediata.–
Golden se apoyó en Freddy. Trató de incorporarse, pero estaba débil, temblaba bastante y sabía que no iba a llegar muy lejos en esas condiciones.
Freddy pasó uno de los brazos del chico por su cuello, sujetándolo para llevarlo a la enfermería.
–N-No, por favor.– dijo con voz llorosa el de ojos grises.–
–¡¿Acaso eres un niño de cinco años?!–exclamó el castaño.–¿Qué no ves que estas enfermo?
El estrés lo consumía y sentía que iba a vomitar otra vez como antes lo había hecho por la ansiedad. Tenía miedo, mucho. Sentía que en cualquier momento podría morir. Sentía que esa escapada podía haber sido una de las peores decisiones de su vida. Sabía su futuro, sabía que su huida no iba a ser eterna y que pronto lo encontrarían. Su cuerpo temblaba con el simple recuerdo de ese hombre grabado en su piel.
–Freddy.– Golden lo volvió a mirar, suplicándole con su mirada que le hiciera caso.–
–Agh, vamos a mi casa.
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Una cama. Su cuerpo atrapado bajo un edredón gordo. Su frente ardiendo y su garganta adolorida.Abrió sus ojos. Miró a su alrededor encontrándose con miradas preocupadas.
–¡Golden!–Chica se lanzó a abrazarle del cuello.–
–¿Cómo estás?– preguntó Bonnie.–
–Un poco mejor.
–No nos mientes.– le cortó Foxy.– Estás ardiendo en fiebre.
La mirada de Golden huyó de los ojos ámbares de Foxy. Fijó su mirada en la colcha algo avergonzado. Que podía decir, le había pillado.
La mirada púrpura de Chica chocó con el rostro de Foxy, el cual se rehusaba a cruzar la mirada con la de su amiga. Le regañó sin palabras de por medio, tan sólo mirándolo.
Freddy cogió de uno de sus brazos al pelirrojo y lo guió al exterior de su habitación.
–Tenías razón. Algo pasa con él.– mencionó el de ojos azules señalando la puerta entrecerrada tras ellos.–
El de mirada ámbar tan sólo suspiró. Miró a su amigo, sin saber demasiado bien que decir.
–Pero aún así, no sé qué es lo que ocurre. Y créeme, ganas no me faltan. De todas formas, ¿qué es lo que ha pasado antes?
Freddy le explicó a su compañero todo lo sucedido en el instituto anteriormente.
–Tsk, este niño pijo...– espetó el pelirrojo con algo de rabia. Frunció sus cejas cobrizas.–
El castaño posó su mano sobre su hombro. Apretó levemente su agarre sobre éste.
–Tranquilo, sé que averiguaremos lo que ocurre. Estoy seguro.– lo calmó con voz suave el ojiazul.–
–Me molesta. Me molesta no saber una mierda de lo que está pasando. De no entender nada.– cerró los ojos cansado Foxy.–
El castaño decidió no decir palabra, tan sólo lo miró con algo de pena.
–Entremos.– lo animó Freddy cogiéndolo del brazo.–
Los dos chicos ausentes entraron de nuevo a la habitación. El propietario decidió poner la estufa, para que se estuviera mejor en el cuarto, pues el frío estaba haciéndose lugar en la ciudad.
La tarde la pasaron todos juntos, bromeando y riéndose. Pidieron pizza y comieron a la vez que la luz de la luna cubría al hogar del castaño y entraba por la ventana.
Llegó la hora de despedirse, pues el tiempo no perdonaba y seguía pasando. No pasó mucho para que Chica y Bonnie se fueran juntos, pues la rubia acompañaría al de ojos rojizos por el miedo de que algunos de los Nightmares lo pillara desprevenido.
Quedaron solos los tres chicos en un silencio algo incómodo. Foxy decidió romperlo.
–Golden.– lo llamó, haciendo que el nombrado lo mirara inmediatamente y llamando así también la atención del castaño.– ¿Vamos a casa ya?
El rubio asintió levemente. Freddy tan sólo se levantó de la silla en la que estaba sentado, dispuesto a despedirse de sus amigos.
Foxy cogió su mochila y la de Golden. Éste último lo miró con el ceño fruncido, él era autosuficiente aunque estuviera enfermo.
–Bueno chicos...– comenzó a decir Freddy.– Tengan cuidado. Y Golden, mejórate.
–Sí, gracias.– agradeció el de ojos grises con amabilidad.–
–Nos vemos Freddy.– se despidió con una sonrisa Foxy.–
El castaño cerró la puerta de su hogar cautelosamente. Los dos adolescentes comenzaron a caminar lentamente. Las farolas iluminaban las calles y el frío calaba hasta los huesos por la noche.
Golden dirigió su mirada al perfil de Foxy. Veía sus ojos, mirando al frente, se notaba que estaba pensativo. ¿Estaría enfadado con él? El rubio acercó un poco su cuerpo al del pelirrojo y se agarró su brazo, en un intento de buscar protección y seguridad, queriendo saber si de verdad estaba molesto.
Foxy dirigió su mirada al indefenso rubio. Necesitaba hablar con él, aunque sea que le explicara que es lo que había pasado antes. Sus ojos chocaron.
–Golden...
Y ahí fue que Golden sabía que venía una charla. Una charla llena de preguntas que él no sabía si podría contestar.
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Sálvame [Foxy X Golden] FNAFHS COMPLETADA
Fanfiction-Ya lo verás, yo lograré hacer sanar tus heridas, sin importar su profundidad ni tamaño. La vida de Golden está rodeada de sucesos desdichados, trágicos, hirientes... Al acudir al instituto FNAFHS conocerá a muchas personas que tendrán en su mano e...