Capítulo 15

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Un tranquilo Golden dormitaba sobre la cama de Foxy, con los ojos rojizos, moqueando y con el rastro de sus lágrimas sobre sus mejillas.

El pelirrojo se sentó en uno de los extremos de la cama y apartó la maraña de cabellos rubios despeinados que caían sobre su rostro. Esbozó una leve sonrisa al ver su rostro calmado.

Sin embargo, al momento apartó su mano de la calidez del cuerpo del joven. Frunció levemente el ceño.

"Yo antes lo odiaba. Y ahora, ¿por qué...?"

Se levantó del colchón sin dirigir de nuevo la mirada al joven y decidió visitar a Spring, por lo cual se puso su sudadera roja y se marchó tratando de hacer el mínimo ruido.
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–Bien muchachos, necesito que me ayuden en una tarea. Ustedes son los que me han recomendado. Dicen que son fiables.

En la puerta de la mansión Golden un grupo de personas se reunía alrededor de una joven. Cami sacó unos folios de su cartera, pasándoselo al primer hombre que allí estaba.

De mientras que todos recibían los folios, ella volvió a hablar.

–Al muchacho al que buscamos es al que veis en esta foto. Se llama Golden. Tiene 16 años y mide uno setenta y ocho. Si lo habéis visto en algún lugar, por favor informárnos. Estamos muy preocupados por él.

Todos observaron la foto con detenimiento, algunos negando con la cabeza, pues no le sonaba de nada el chico que se les presentaba. Sin embargo, unas voces resaltaron entre las demás.

–Nosotros creemos saber dónde se encuentra.– la voz grave de un hombre hizo el silencio entre los allí presentes.–

Con él, un hombre de oscuros ojos verdes y una mujer desaliñada asintieron con la cabeza, dando credibilidad a lo que su compañero acababa de decir.

Cami alzó una ceja algo interesada. Se acercó al grupo haciéndose paso entre la multitud.

–Si en serio sabéis dónde está, vamos a hablar dentro. Si alguno de vosotros sabe algo más, por favor comunicárnoslo de inmediato.

Dicho esto, la gente se dispersó y el grupo entró junto a la de hebras verdes a la mansión.

–Bien, decidme todo lo que sepáis.– ordenó la joven con determinación.–
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Chica, Freddy y Bonnie llamaban incansables a la puerta del pelirrojo. Llevarían ya por lo menos diez minutos delante de la puerta, esperando a que alguien abriera.

–Me estoy empezando a preocupar.– comenzó a decir Chica preocupada.– ¿No les habrá pasado nada malo verdad?

–No creo, quizá estén dormidos, hayan salido o lo que sea.– trató de calmar a su amiga Freddy, con su usual tono optimista.–

–¿Intentamos entrar por nuestra cuenta?–sugirió el pelimorado.–

–¡¿Qué?! ¿¡Tú estás loco!?–Chica exclamó esto con gran impacto.–

Bonnie tan sólo rió con suavidad y se dio la vuelta. Comenzó a dar media vuelta a la casa hasta llegar a uno de los laterales del lugar. En la pared había una ventana completamente rota, por la que podrían pasar fácilmente.

–Y boilá.– dijo Bonnie con una sonrisita a la vez que se agarró al marco de la ventana, dispuesto a entrar.–

–No sé yo si esto es buena idea...

–Entremos. Tan sólo es para ver si todo está en orden, nada más.– la animó Freddy.–

–Bueno, está bien.
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Golden se despertó al escuchar algo de ruido en la vivienda. Miró a su alrededor, intentando percibir algo fuera de lo normal sin resultado alguno. Se levantó de la cama y cogió lo primero que tenía a mano, en caso de que tuviera que defenderse.

Salió de la habitación con Simó cuidado, tratando de hacer el menor ruido posible. Sus pies tocaban el frío suelo de madera, haciendo que algunos rechiniditos se escucharan. Notó al ruido cada vez más cerca. Un paso más...

Se abalanzó a quien quiera que estuviese en la casa. Ambos rodaron un poco por el suelo y él no tardó en levantar su torso con sus brazos, dispuesto a atacar al que tenía justo debajo. Pero, grande fue su sorpresa al ver a Freddy.

–¡Golden! ¡Estás bien!– exclamó Chica abrazándolo.–

–Ya pensábamos que te había pasado algo.– comentó Bonnie.–

Golden se levantó con una pequeña sonrisita y le ofreció una mano a Freddy que aún seguía tirado en el suelo.

–Estoy bien chicos. Y vosotros, ¿qué hacéis aquí? ¿Y cómo habéis entrado?– preguntó el rubio con extrañeza.–

–Bueno, como no nos abrías la puerta pensábamos que algo malo había ocurrido así que nos colamos por una de las ventanas rotas para comprobar que todo estuviera en orden.– explicó el castaño rascándose la nuca.–

–Ahora que lo dices en alto no suena nada bien.– admitió el de cabellos morados.–

–¡Cállate! ¡La idea ha sido tuya!– le regañó Chica dándole un coscorrón.–

–De todas formas.– interrumpió la pelea Freddy.– Queríamos visitarte para ver si estabas mejor. Últimamente has estado demasiado estresado.

Golden suspiró con pesadez a la vez que se dejó caer en el sofá que había en la habitación y miró a sus compañeros, invitándolos a sentarse.

Chica y Freddy se sentaron a los lados de Golden y Bonnie en el brazo del sofá, pues no había más asientos allí.

–Estoy algo mejor.– respondió Golden con una pequeña sonrisita.–

–Mientes.– declaró Bonnie con firmeza, ganándose miradas de asombro y extrañeza.–

–¿Q-qué...?– murmuró el rubio con desconcierto.–

–Estarás mejor hablando de salud, pero anímicamente no has mejorado. Sigues sin venir a clases y sin querer salir a la calle y estoy seguro que por los vomitos no es.– finalizó el de ojos rojizos con cierta perspicacia.–

–Y-Yo...– tartamudeó el de ojos grises sin saber muy bien que decir.–

Freddy posó una mano en su hombro en señal de apoyo.

–No hace falta que nos digas lo que te ocurre si aún no te sientes listo.–apretó su agarre el castaño, brindándole una sonrisa reconfortadora.– Podremos esperar.

Golden miró a todos los integrantes de la banda que asintieron con una sonrisa, indicando que estaban de acuerdo con lo que el de ojos azules había dicho. Golden sonrió de forma sincera, como hace algo de tiempo.

Sálvame [Foxy X Golden] FNAFHS COMPLETADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora