¿Cameron, o Nash? ~ Nash Grier y tu [TERMINADA]

Capítulo O9.

Capítulo O9.

Llegué a casa, como de costumbre después de clase. Esta vez llegaba vas contenta, y mi madre lo notó, pero no quiso decir nada.

- Pequeña, hoy no hagas planes, vamos a ir a saludar a los vecinos que te dije

- ¿Que vecinos?

OH. DIOS. MIO.

Ahora me acuerdo... ¡Cuando ayer mamá me habló de aquellos vecinos nuevos se refería a Nash y su familia!

- No creo que pueda ir...

- Si que vendrás. Quieras o no. La señora Grier ha sido tan amable de invitarnos a su casa hoy que obviamente no pude decirle que no

- Pero mamá, no creo que sea buena idea

- ____, vas a venir, ¿vale? Gracias cariño – besándome la mejilla -

¿Y ahora que hago?

Me moriré de la vergüenza hoy en casa de Nash.

Aunque por otra parte me gustaría conocer a su familia

Reí para mi misma.

*

- ¡Nash! - grité desde la ventana del cuarto de invitados, que por casualidad da a su habitación -

- ¡Me has asustado!

- Perdóname – riendo – Es bonito tu cuarto – dije irónica

- ¿Uelo a ironía?

Negué sutilmente con la cabeza

- Esta tarde voy a tu casa

- ¿No habíamos quedado en la tuya?

- Cambio de planes. Tu madre ha invitado a la mía e iremos ella y yo a merendar.

- Genial. Te gustará la familia Grier. Mi preocupación es si podrás resistir al encanto de mis hermanos... o de mi hermana pequeña – guiñando un ojo -

- A lo mejor te pones celoso – riendo -

- ¿____? - dijo una voz curiosa abriendo la puerta de la habitación.

Era mi madre. Rápidamente me incorporé en la cama y cogí un libro simulando que estaba leyendo. Oí como Nash echaba las cortinas.

- Pero, ¿Qué hablabas tu sola? ¿Qué haces en el cuarto de invitados?

Piensa, ____, piensa.

- Emmm... Pues buscaba un buen libro y aprovechando que estaba aquí nuestra biblioteca, me quedé.

Mi madre frunció el ceño. Sabía que era mentira, pero no podía encontrar la verdad.

- Oye, amor, ve vistiéndote. No querrás que los Grier te vean con esas pintas de gitana - Siempre usaba esa expresión, en vez de decir educadamente que me cambiara de ropa. -

Y con esto, se fue.

- ¡Gitana! PUAJAJAJAJAJAJA

- Que te calles – le miré desafiante, cerré la ventana y fui a vestirme.

Analicé mi armario. ¿Qué se debe poner una en estas situaciones?

Pero entonces el sonido de una llamada entrante en mi teléfono me situó en el planeta

- ¿Celia?

- ____, Necesito tu ayuda – casi llorando

- Celia, tranquila, ¿Qué te pasa?

- Me gusta, dios. Me gusta demasiado.

- ¡¿Que te gusta?! ¿Quién te gusta, Celia?

- Cameron... Me gusta Cameron, joder.