¿Cameron, o Nash? ~ Nash Grier y tu [TERMINADA]

Capítulo 33.

- Eres hermosa – dijo mirándome, ya si, de arriba a abajo

- No te pases con las miraditas, Hamilton – le saqué la lengua -

Sabía que lo odiaba pero esta vez sabía que Nash iba a entrar en mi juego, y así lo hizo.

Se acercó poco a poco a mis labios y los rozó despacio con los ojos entornados. Miles de cosquilleos sentía en el estómago y mi mente estaba en blanco en ese momento.

Bésame de una vez, Nash.

Abrió la boca para iniciar el beso y yo hice lo mismo pero en ese momento se separó rápido de mi y nuestras cabezas quedaron bien separadas.

Yo aún seguía sin saber qué pasaba, perdida en mis pensamientos, con los ojos cerrados y la boca entreabierta, hasta que la risa de Nash me sacó de mi juicio.

- Sabes que no me gusta que me llamen así – curvó una sonrisa -

Me zafé de sus manos un poco molesta por aquello y me retiré de su lado.

- Idiota

- Vamos, no te enfades – me empujó débilmente contra la pared -

Seguía sintiéndome incómoda por que no se me olvidaba que andaba en ropa interior, pero a la vez eso era lo último que me preocupaba en aquellos momentos.

Nash me agarró de la cintura y posó sus labios sobre los mios y los mordió antes de abrirlos.

*

- ¿Me ayudas? - señalando los botones de su camisa -

Ya me había puesto mi pijama y estábamos en el cuarto de invitados intentando estar lo más cómodos posible para dormir.

- Me gusta esta camisa ¿sabes? - era una camisa bonita, roja, de cuadros. Ya se la había visto varias veces antes.

Hablaba mientras me entretenía concentrada con los botones. De vez en cuando subía la mirada y allí estaba él, con su mirada penetrante y su tan típica sonrisa curva.

A mi también – inundó un besó entre los cabellos de mi cabeza -

Por fin terminé y le quité lentamente la prenda a Nash pasando por sus hombros y posando mis ojos por su abdomen.

También se quitó los jeans y quedó en ropa interior, incluidos calcetines, lo cual me hizo reir.

*

- ¿Qué hubiera pasado si me hubiese mudado a otro lugar?

- Que seguiría con Cameron

- ¿Enserio te gustaba ese imbécil?

- Si le dieras tiempo no pensarías eso de él – agaché la cabeza -

- ¿Acaso no recuerdas …? - se separó un poco para poder ver mi cara, ya que estábamos bastante juntos -

- ¿Lo que me hizo? ¿Que me plantó y engañó? - le interrumpí – claro, pero si no perdonase y olvidase tampoco estaría ahora mismo contigo