Capítulo 27

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- ¿Pero qué?

Mi madre es fuerte. Nunca se ha preocupado por sus hijos, siempre ha dejado que nos cuidásemos solos.

- Celia, haz el favor de ir a tu casa, ¿si? - mientras, cogía un cepillo y un recogedor y barrió los cristales – y tu ve a curarte eso

Sin ninguna palabra más que dirigirnos, me fui al baño y metí la mano en agua.

"Ring-ring" sonó mi teléfono

- ____, soy Reece, el pelirrojo sexy – debo admitir que me hizo reír, cosa que necesitaba - ¿estás ocupada? Tengo buenas noticias que darte

- La verdad es que me encantaría salir de esta mierda de casa

- Starbucks, media hora

Saqué la mano del lavabo; la verdad es que escocía bastante. NO le eché ningún producto solo me puse una chaqueta para cubrir la camiseta ligeramente manchada de sangre y salir veloz de allí.

- ¿Te curaste las heridas? - mi madre tenia pinta de haber pasado un mal dia -

- Si – mentí; tampoco era el mejor día de mi vida -

Y después de eso me fui. No se me hizo difícil encontrar a la pequeña Ariel.

- Hey – me sonrió – te he pedido un café, no sabía si te gustaba y...

- Si, si me gusta

- ¿Te pasa algo? Ya se que no debes estar pasando por tu mejor época pero... - le volví a interrumpir -

- Si, Reece, no te preocupes. Oye, voy un momento al servicio ¿si?

Me respondió con una sonrisa y entonces entré al baño y me senté en el váter. En realidad no tenía necesidad de nada, solo quería ponerme algo, ya que hacía unos días que no tenía el periodo.

Pero no me hizo falta, porque hoy tampoco lo tenía.

Ni lo iba a tener.

- Ya volví – se me ocurrió la gran idea de apartarme el pelo de la cara y a Reece se le permitió ver los cortes de mi mano -

- ¿Qué te pasó ahí? - me cogió la mano y la observó detenidamente, supongo que para ver que no eran cortes en las venas, si no en la mano, y entonces se tranquilizó.

- Le pegué un puñetazo a un espejo

- ¿Y no se te ha ocurrido curartelas? Toma – me extendió algo de dinero – hay una farmacia aquí al lado y tienen muñequeras para eso precisamente. Yo te espero aquí ¿vale?

- Reece, no necesito ninguna muñequera, estoy bien

- Bueno, pues hazlo por mi

Cogí el dinero y le di un beso en la mejilla. Acto seguido me fui a la farmacia, la cual estaba sola, y por sola, me quiero referir a sola, sin farmaceutico. Hice un poco de ruido para que saliese de donde quiera que estubiese hasta que lo hizo.

- Emmm... hola.

- ¿Qué necesitas? - le enseñé la mano y él hizo una expresión disimulada de asombro -

- Esperaba que tu me dijeses que hacer con esto

- Pasa por aquí

Me indicó entrar en el cuarto donde estaban todas las medicinas pero ninguno de los dos entramos: yo no quise, y él esperaba que yo lo hiciese.

- ¿Qué pasa?

¿Qué pasa ____ ?

Recordé por un momento el rostro de Harry y mis piernas empezaron a temblar

- ¿Estas bien? - el chico intentó sostenerme -

- ¡No me toques!

- Escucha, solo quiero curarte esas heridas, y darte algo para taparlas, ¿o quieres que todo el mundo opine sobre ellas?

- No. No quiero eso.

- Pues ven.

Me cogió de la mano y me sentó en un taburete mientras fue a por varios productos y algodones y me los aplicaba en los cortes.

Fui observando aquel cuarto donde guardaban todos los medicamentos uno a uno, hasta que vi

- He terminado. Toma esta muñequera; es para esguinces pero por lo menos te disimula.

- ¿Cuanto cuesta?

- ¿El test de embarazo?

¿Cameron, o Nash? ~ Nash Grier y tu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora