¿Cameron, o Nash? ~ Nash Grier y tu [TERMINADA]

Capítulo 37

No había visto a Nash en todo el día, en cambio si lo había oído desde la ventana, aún con la rubia oxigenada.

Tranquilizate , ____.

Desde que ella estaba aquí, Nash y yo no habíamos intercambiado ni un hola.

Estaba sumisa en mis pensamientos camino a clase cuando sentí algo punzante en mi brazo que de inmediato me hizo quitarlo.

- ¡AAAHH!

Cuando me fijé era una quemadura, y cuando vi de donde provenía, era un cigarro.

- ¡Idiota, me quemaste!

Admito que las lágrimas estaban a punto de desbordarse de mis ojos, pero estaba tan enfadada que decidí no dejarlas escapar.

- ¿Vas a llorar? - rió un poco

Levanté mi mirada y vi a Luke Brooks, el chico del instituto.

- ¡¿Y tu te vas a quedar ahí parado riéndote de mi?!

Luke miró mi brazo y se percató de que la herida no era para tomársela a broma.

- Espera – tiró la colilla de su cigarro al suelo y la pisó y cogió de dentro de su mochila un bálsamo labial - ¿Qué? Lo uso solo porque este piercing hiere mi labio ¿vale? - dijo señalando su aro -

No pude evitar soltar una carcajada tremenda

Cogió mi brazo y aplicó el bálsamo por la pequeña herida con cuidado.

- ¿Te puedes dar prisa? Tengo clase en cinco minutos

- Puedo hacerlo rápido, o puedo hacerlo bien

Sin más que añadir dejé que Luke se concentrara. La verdad es que dolía pero no quería abrir mi boca una vez más.

- Cuando la herida se seque un poco, ponte hielo, pero no antes , porque se te puede inflamar. No es la primera vez que trato con estas quemaduras – rió – creeme.

Dispuesta a volver camino al instituto, ya que llegaba tarde, cogí mis cosas y le pregunté a Luke si quería acompañarme.

- No me gustan las clases que tengo hoy. Me apetece más ir al cine ¿Vienes?

- ¿Vas al instituto cuando solo cuando tú quieres?

- Vamos chica, no voy a estar aquí todo el día. - cogió su mochila y se la echó al hombro -

Justo en ese mismo momento pasó Nash con Chloe en la acera de enfrente. Iban camino a clase, supongo, obviamente ¿no?. Nash me miró y hizo el amago de saludarme sonriendome, ¿falsamente?. Pero yo solo le aparté la mirada. Tenía tantas dudas en la cabeza.

- Vámonos.