Un Cigarrillo & Universos Paralelos - El Legendario Kamur (En Progreso)

10 - Batalla mental

Me encontraba en el horario del almuerzo, iba con una bandeja donde llevaba mi alimento habitual, arroz y algo de pescado, lo amaba. Antes de sentarme en la ultima mesa del comedor, veo a Hendrick llegando mas que rápido a la mesa, y se sienta a comer, entonces al ver que el hizo eso, yo reaccioné de mala manera al sentarme frente a el.

-Hendrick, si quieres convivir aquí como alguien que quiera simular ser...ams, normal? Es mejor que te comportes como un humano, y mas siendo un estudiante, ni siquiera el profesor de deportes corre a esa velocidad.

Digo para después saborear la primera cucharada de mi arroz, sin dejar de mirarlo a los ojos, esperando lograr obtener alguna respuesta.

-Señor Oliver, déjeme recordarle que llegue esta mañana a su dimensión, es la primera vez que me encuentro en un lugar como este, no tienen brujos ni nada por el estilo, además de ud, y Elizabeth, pero ella es una excepción, ya que viene de mi dimensión.

-Ok, creó que debo de educarte al igual que a un humano cualquiera, solo debemos disimular un par de meses más.

-Me parece correcto señor Oliver.

Paso el día, llegamos a casa después de un día agotador, un demonio así? Hay tantas cosas que elizabeth aun no me ha explicado, y que tal vez podrían salvarme la vida, o asustarme más. Entro a la casa, mi madre estaba de viaje, así que no hubo problemas en mantener a Hendrick durmiendo en mi casa, hasta que pueda tener una excusa perfecta.

-Sabes que Hendrick?

-Mhhh?

-Diré que eres un estudiante extranjero, de Europa o algo así, tu cabello rubio, piel blanca y ojos azules harán mas creíble esa historia.

Hendrick hace una reverencia como es tan normal de el.

-Lo que ud deseé señor.

Subimos las escaleras lentamente, y le presente la habitación de mi madre, donde había un sofá aparte de la cama.

-Dormire en la cama señor?

-No, tu duermes en el sofá. Seria bastante raro entregarte la cama de mi madre.

-Como ud quiera mi señor.

El en forma servicial, se recuesta en el sofá y cierra los ojos.

-Recuerde mi propósito señor, soy su guardián.

Respondo a sus gentiles palabras con una sonrisa en la cara, y un gesto de aprobación hecho con mi mano izquierda.

-Nunca olvidaré lo que hiciste hoy, enserio, es un milagro haber hecho contacto con Celenia aquella vez, pero debiste aparecer antes, lo sigo diciendo y nunca lo dejare de decir.

Decía, sin poder aguantar una pequeña risa.

-En estos momentos es bueno reir, ya que si dejamos la risa de lado, dejaremos que la oscuridad ofusque nuestra felicidad, y en una lucha tan compleja como esta, necesitamos estar felices, y sobre todo juntos.