Un Cigarrillo & Universos Paralelos - El Legendario Kamur (En Progreso)

11 - Lazos #1

Hendrick, un joven elfo del Clan elfico, se encontraba entrenando como habitualmente lo hacia, tensando una flecha afilada, con un cuerpo a base de uno de los arboles mas fuertes de bosque, junto a una punta tan refinada, que seria capaz de atravesar cualquier objetivo que se le interpusiese en su camino, aquel joven mantenía una postura firme, habilidosa, un chico con experiencia en lo que hacia. Graduado hace 30 años de la escuela militar de Nothyr, alumno con experiencia en el uso de espadas largas, fue elevado su rango a Gran soldado imperial cuando defendió al rey elfo, Treck'Nar, de un asesino demoniaco de alto nivel, que en aquellos tiempos había logrado infiltrarse en el reino, haciéndose pasar por un Bufón, gracias a un hechizo altamente poderoso de control de cuerpo, empleado por el General demoniaco, Okrum.

El joven logro detectar una energía maligna proveniente de aquel, en un acto de comedia personal para el rey, antes de que el demonio lograse tocar a Treck'Nar, Hendrick, en un uso veloz de su espada, atraviesa su corazón sin piedad algúna, el rey recompensó su heroico acto de lealtad, con el rango mas alto que se le puede otorgar a un soldado de su clase.

El entrenaba a las orillas de un río, a las cercanías de la Fuente de la juventud, donde Celenia custodiaba cautelosa para que ningún intruso pudiese aparecer e intentase robar una sola gota de la fuente.

Lo que nadie sabia, era que Hendrick, muy en el fondo de su corazón, sentía sentimientos mas allá de la guarda hacia la reina, el estaba profundamente enamorado de ella, la protegía con su vida, el sentía que ella lo tomaría en cuenta alguna vez y se podría convertir en rey del Clan de las Hadas, pero solo deliraba, jamás habría sido bien visto que un Elfo fuese Rey de las Hadas, ya que según las escrituras reales, solo un Hada seria capaz de convertirse en Rey, el mestizaje no era permitido para formar parte de la realeza, pero el joven Elfo, no temía a romper las reglas con tal de poder tener por primera vez en su vida, los labios de Celenia besando los suyos con pasión, solo debía de ser paciente.

El soltó la flecha que tensaba con fuerza, atravesando varios arboles y dando con su objetivo. Tomó un leve respiro y bajo su arco en forma suave, mirando hacia la copa del árbol donde descansaba Celenia, un cruce de miradas fue lo que lo mantuvo firme aquella mañana de entrenamiento. Su respiración se aceleró un poco, y decidió subir hasta la copa del árbol, dando saltos agilidodos entre los escalones de aquella alta escalera que distanciaba la fuente del lugar de descanso de la reina, subió sin más hasta llegar a la cima, donde vio a la reina Celenia, peinando su larga cabellera rubia, cubierta de flores con bordes de plata, el solo la miraba incrédulo, con la visión de un joven ilusionado, se acerco cautelosamente hasta donde se encontraba la reina, e hizo una reverencia en gesto de respeto.

-su majestad.

Celenia, volteó su mirada hacia atrás tras haber reconocido la voz de aquel soldado que tenia a su mando.

-Joven Hendrick, que hace aquí a estas horas de la mañana, debería de continuar con su jornada de entrenamiento, no es así?

Hendrick cesa su reverencia, y guarda su arco en su espalda, para responder en un tono calmado mientras la miraba a los ojos.

-Solo tenia curiosidad de saber como se encontraba, y si todo estaba bien, siempre es bueno ser precavido, no es así su majestad.