Narra Judith.
—Tu abuela acaba de llamar diciendo que está enferma y necesita que la cuiden.—Habló mamá terminando de empacar.—Tu padre y yo nos quedaremos el fin de semana a cuidarle, tú y Danielle se quedarán solas un par de días.
Oh, vaya.
—Pensé que la abuela te odiaba.—Le digo a mi padre mirándolo de reojo.
Suspiró dejando caer sus hombros y ajustó sus lentes.
—Lo hace, pero tu madre me obli... Pero es nuestra obligación cuidar la salud de mi querida suegra.—Corrigió al ver la mirada mortífera que le dirigía mamá.
Genial, casa sola el fin de semana.
—¿Cuando se irán?—Danielle, mi adorada hermana menor y mi tormento personal, se encontraba feliz, ni siquiera se empeñaba en disimular la alegría porque nuestros padres nos dejarían solas el fin de semana.
Nombre de la enana: Danielle. Edad: 7 años, próximamente 8. Apariencia: Ojos grandes de color gris oscuro, piel morena clara, con pecas, pestañas que no parecen reales y cabello ondulado rubio... En pocas palabras, una condenada muñeca. Nombre alias: Ratita. Personalidad: La de un loco que necesita un manicomio urgentemente.
—Mañana después de llevarte a la escuela nos iremos a la casa de su abuela.—Frunció el ceño y se cruzó de brazos.
—Aqui viene...
—Se quedarán solas en casa, pero aún así...—Señaló la puerta de la habitación.—Nada de jugar Béisbol dentro de la casa...—Ese era el deporte favorito de Danielle, ella jugaba en una liga infantil y era la mejor de su equipo.—Hice un inventario de todos los objetos rompibles y si hace falta uno tan siquiera, lo sabré, ¿Entendido?
—Debes de portarte bien.—Dijo papá con una sonrisa.
—¡Lo prometo!—No, no lo promete. Cruzó los dedos.
—Y Judith...—Oh, sigo yo.
—Debo limpiar todo y cuidar a mi hermana.—Dije en un tono monótono.
—Puedes salir con tus amigas si quieres, claro, debes de llevarte a Danielle, no la puedes dejar sola.
—No tengo planes para salir.
**
Maldita alarma, déjame en paz.
Gruño, apagando la alarma de mi celular y haciendo un esfuerzo gigantesco por levantarme y no volver a acostarme.
Técnicamente arrastró mi cuerpo al baño y soltando un largo bostezo me miro al espejo.
Ojos cafés, piel morena clara, cabello castaño con ondas, pecas que no se pueden disimular gracias a mi casi pálido tono de piel y unas ojeras que me hacían ver como un mapache.
Debo dejar de quedarme despierta en la noche leyendo... En fin, me desvestí y entré a la ducha a darme un baño.
—¡¿Quién apagó la regadera electrica?!—¡Está fría! ¡El agua está malditamente fría! Esto no podría ser obra más que de...—¡Danielle!
Mis sospechas fueron aclaradas al escuchar como ella se carcajeaba desde su habitación.
—¡No me arrepiento de nada!—Gritó corriendo para que no la alcanzara.
El baño con agua fría me había despertado por completo. Al terminar y cambiarme bajé a la sala encontrándome a mis padres y a esa pequeña ratita riéndose de mi desgracia.
Genial.
Ahora ellos se rían al ver como intentaba atrapar a mi escurridiza hermana.
—Danielle, es hora de irnos.—Me mostró la lengua y corrió a la camioneta de mis padres. Gruñí.—Nos vemos en unos días.
Una vez que ellos se fueron suspiré con pesadez, tomé una naranja del refrigerador, mi mochila y salí de la casa a tomar el autobús.
Siempre la misma rutina, me despierto, me visto, bajó a desayunar, mis padres se van al trabajo no sin antes dejar a Danielle en la escuela, me despido de ellos, tomó mi mochila, cierro todo en casa y tomó el autobús. Bien, por lo menos tenía 30 minutos de tranquilidad antes de llegar a la cárcel de todo estudiante.
Me gustaban estos pequeños momentos en el autobús, con la mirada en la ventana viendo el paisaje y pensando en cualquier cosa.
Podría aprovechar que mis padres no estarán en casa para leer más, también tendría tiempo para dibujar un poco, hace tiempo que no me siento en mi escritorio para otra cosa que no sea resolver problemas y hacer tarea. Podría dejar que Danielle viera televisión y así poder tener más tranquilidad.
Si, eso haré. Este fin de semana solo vamos a ser Danielle, yo y toda la casa solo para nosotras.
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¿Cuarta pared? ¡Ja!
FanfictionAlgunos personajes de T.V. rompen la cuarta pared, digo, Deadpool lo hace todo el tiempo, pero no pensé que la cuarta pared podría romperse... de la forma más literal posible. Mi nombre es Judith y tengo una hermana menor que es fanática de una seri...