Capítulo 1: La colonia y el panda

735 47 16
                                    


Cuando crucé mi llamativa puerta roja, tenía solo dos cosas en mi mente: Mi pijama de Mafalda y mi cómoda cama.

Avancé lentamente por el departamento, desatando los botones de mi blazer, liberándome de los zapatos de taco con un certero movimiento de mis pies y aflojando mi cabello del peinado que he llevado por todo el día. La única cartera "elegante" que tenía, la dejé abandonada en el sillón, no sin antes extraer de ella mi celular.

Estoy exhausta, cansada, molida, ultrajada... ¡Uff!

He pasado todo el día de cabeza en la universidad, temblando de nervios y mordiéndome las diminutas uñas que tengo. Y todos esos nervios están justificados. Oh claro que sí, hoy he sustentado mi tesis para la graduación y ¡Ha sido aprobada!

¡Luisa Montéz se podrá vestir con toga y birrete señoras y señores!

Había sido tanta la emoción del momento que no me había fijado que mi mejor amiga Kitana estaba de pie, esperándome fuera de la sala de conferencias de la facultad. Me miró con ojos expectantes y cautos a mi reacción pero al verme con una gran sonrisa, mi hermana de vida se unió a mí en un abrazo. Ambas estábamos aprobadas para la graduación y lo único que restaba era encargarse del papeleo de la ceremonia. Lo cual nos llevó el resto de la tarde de este día.

En fin... Ahora estoy vestida con mi muy usada pijama de la famosa caricatura, mirando seductoramente a mi cama. Por Dios, solo falta que le guiñe el ojo a la cama...

Me coloco de espaldas a pie de la misma y feliz, me dejo caer hacia atrás, haciendo la famosa prueba de la confianza con mi amiga la cama. La cual no me dejó caer, como sí alguna vez lo hizo mi mejor amiga de carne y hueso.

Ah Kitana... Un golpe así no lo olvido fácilmente.

El sonido de llamada de mi celular irrumpe mis divertidos recuerdos.

- ¡Hola caracola! – Respondo sabiendo muy bien quién está del otro lado de la línea.

- ¡Bitch! – Saluda Kitana – Te llamaba para saber si habías llegado bien.

- ¡Ah mi amiga! Preocupándose por mí desde tiempo inmemorables – Me acomodo en la cama - Sí, hace poco llegué a mi departamento. Gracias por preocuparte.

- Como siempre... – Suspira – Ah Luisa, qué día el de hoy ¡Ya vamos a graduarnos! ¿No te parece raro?

Tomo la sábana y la llevo hasta mi mentón.

- Sí la verdad. ¿Qué nos aprueben la tesis? ¡Eso sí es raro! – Luego de reír, soy víctima del sentimentalismo – Y lo mejor de todo es que me graduaré con mi mejor amiga.

- ¿Mejor amiga? ¡Soy tu hermana, bitch! – Bufa – Somos más que amigas, hemos compartido tantas cosas y no nos ocultamos nada.

Estaba segura que Kitana no me ocultaba nada, pero... no puedo decir lo mismo por mí. Hay un secreto que no puedo decirle, ni a ella ni a nadie más, y no es solo porque yo me niegue, sino porque hay una agencia de espionaje con los ojos puestos en mí, vigilando que no cuente nada sobre lo que pasó hace ya casi un año atrás.

No es sencillo contarle a tu mejor amiga que fuiste secuestrada en una noche de Halloween y llevada a Rusia junto a otras seis víctimas, Kitana pensaría que se trata de una broma en cuanto le dijera que estuve involucrada con la CIA y la ASN. Tampoco es fácil confesar que... Que tu novio no es lo que aparenta y que tu secuestro fue en parte, debido a él y a su profesión.

- ¿Y ya tienes el vestido Kitana? – Pregunto con el fin de dispersar esos pensamientos de mi mente.

- ¡No! Por eso también llamaba, necesito tus brazos para que cargues las bolsas de compras ¿Puedes salir mañana conmigo?

Entre tú & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora