Capítulo 3: Te esperaré

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- ¡Max! – Grito completamente feliz - ¿Qué...? ¡Hola mi amor! ¿Cómo estás? ¿Estás bien?

¡Por la santa caracola! ¡Me ha llamado! ¡Me ha llamaaado!

Acerco todo lo que puedo el celular a mi oído. Quiero escucharlo, no quiero que las cosas que me diga se pasen por alto.

- Estoy bien amor, tranquila.

- ¡Estoy tranquila! es solo que... - Recién entonces me doy cuenta de que grito – Okey, dame un momento para respirar. Es que... no sé ¡Esto-oy nerviosa!

Del otro lado se escucha su risa. La hermosa risa que he extrañado tanto...

- ¿Me crees si te digo que yo también estoy nervioso?

- No, no te creo. – Contesto riendo – Tú nunca estás nervioso.

- Cuando se trata de ti, sí. Tú me pones nervioso.

No llevamos ni diez segundos de conversación y ya ha pronunciado la primera oración bonita.

- Aun a la distancia logras hacerme sonrojar.

Y sonreír como toda una boba...

- Me alegro de no haber perdido el toque. – Ríe suavemente – Espera, me distrajiste de lo que te estaba diciendo. ¡Felicitaciones por tu graduación!

- Muchas gracias.

¿Cómo supo que me gradué? Una mejor pregunta sería ¿Cómo supo que me aprobaron la tesis? ¿Cómo supo que el día de mi graduación era justo hoy?

En el tiempo de relación que llevaba con Max había aprendido que no era necesario plantarme esas preguntas, Max siempre conseguía enterarse de todo.

- No sabes cómo deseo estar contigo – Murmura – Y... lamento tanto no...

- Max eso no impor...

- Lamento tanto no estar ahí contigo. – Continúa, soltando un suspiro – Es un día especial para ti y me hubiera gustado mucho compartirlo contigo.

A mí también me hubiese gustado verlo sentado con los demás, mirándome mientras ascendía en el estrado y definitivamente me hubiera encantado recibir uno de sus besos cuando me felicitara.

- Está bien Max, no podías venir.... Lo entiendo.

Mi voz suena claramente triste así que cambio de tema. No quiero que Max se atormente.

- ¿Cómo estás tú? No has perdido ningún dedo ¿Verdad?

Mi plan funciona y lo escucho reír del otro lado de la línea.

- Estoy completo. Por ahora estoy en un tiempo libre, una pequeña pausa de la misión.

Con el corazón un poco más calmado, regreso a mi anterior posición sobre la cama. Abrazo al panda y aspiro el aroma. Con la voz de Max sonando por el celular y el olor de su colonia, casi parece que estuviera durmiendo con él.

- ¿Y tú sigues igual? ¿Completa?

Su pregunta me hace reír.

- ¿Completa? ¿Qué podría pasarme a mí? Estoy exactamente igual... - Reconsidero mi respuesta y me retracto – Bueno... no, estoy como diez libras más pesada.

- ¿Qué podría pasarte? – Pregunta sin rastro de diversión en su voz, de repente se ha puesto serio – Luisa pasas la mayoría del tiempo totalmente sola y eso me preocupa, especialmente desde que pasó aquello.

Entre tú & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora