Entre tú & yo

Capítulo 4: Los 22 años

🎊¡Feliz cumpleaños Perla Bernal!🎉
Felicidades en tu día
He aquí el capítulo 🤗

***

No es la alarma que me despierta y tampoco es el ruido de los autos recorriendo las calles, son los fuertes y consecutivos golpes a mi puerta que logran traerme del más allá. Me revuelvo en las sábanas y cierro de nuevo los ojos como si con eso pudiera alejar el molestoso ruido.

- ¿Luisa? – Seguido del llamado aparecen tres golpes más - ¡Abre soy Kitana!

La voz de mi amiga se escucha lejos, como si estuviera a kilómetros de mí.

- Uhm...

Con los ojos aún cerrados, salgo de la cama y camino despacio hacia mi sala. De no estar somnolienta hubiera estado impresionada por hacer todo el camino con los ojos cerrados, sin tropezarme o sin pisar algo. Deshecho el seguro y abro la puerta, encontrándome con un gran globo de helio con forma de torta.

No esperaba esto. Abro los ojos a tiempo de ver aparecer la radiante sonrisa de mi amiga.

- ¡Feliz cumpleaños bitch!

El globo y ella entran para envolverme en un abrazo. Kitana da gritillos en mi oído y el globo me da golpecitos en la cabeza. Miro el reloj de la sala el cual indica que son las siete de la mañana.

¡Las siete! Aún es de noche.

Kitana se separa de mí y me observa con las cejas fruncidas.

- ¿Luisa? – Sacude mis hombros - ¿Estás drogada?

- N-no.

- ¿Si sabes que hoy es tu cumpleaños verdad?

- Sí-í.

- Oh ya sé... - Dice riendo – Estás con cumpleañitis, a todas nos pasa. No es fácil asimilar la vejez. Por cierto ¡Toma! – Me tiende el globo - ¡Feliz cumpleaños vejestorio!

Me refriego los ojos y sacudo mi cabeza. Realmente no estoy drogada, es sólo que comienzo a funcionar a partir de las nueve o diez de la mañana. No antes, no soy una chica madrugadora.

- Gracias... - Bostezo - ¿Qué haces aquí tan temprano?

Cierro la puerta y amarro mi globo a uno de los muebles.

- Quiero desayunar contigo ¡Mira! Traje sánduches y café.

Sonriente Kitana me enseña la funda con la comida. Hum... huele delicioso.

- Que lindo de tu parte. – Otro bostezo más – Muchas gracias.

Me acerco y la abrazo. Kitana es la mejor a pesar de que me levante en horas de la madrugada.

- No es nada Luisa – Mueve sus hombros - ¿Luisa? ¿Te dormiste en mi hombro?

- Eres muy acolchonada... - Murmuro.

- ¡Ve a bañarte! Quizá el agua fría te despierte. – Me separa de ella y me da golpecitos en los cachetes - ¡Báñate y ponte algo bonito! Hoy saldremos. – Dicho esto, suelta un gritillo de emoción.

- ¿Saldremos?

- Oh sí. Te pongo la correa y partimos.

- ¿A dónde vamos?

- A comprar las cosas para la fiesta, ya hablé c...

- ¡¿Qué fiesta?!

Kitana me mira fijamente con la boca abierta para responder, pero en lugar de hablar me muestra una enorme sonrisa burlona.