Para cuando terminé mi primera semana de trabajo ya comenzaba agosto y, junto al mes, también iniciaba el frío. Podía decirse que me gustaba este mes, pues el frío me permitía usar todos los abrigos que pasaban olvidados en una esquina del armario por el resto del año. Me hubiera gustado traer uno de esos abrigos al trabajo.
Cuando el reloj marca las 5:20pm me levanto de mi escritorio y tomo mi pequeño bolso. Mi hora de salida es a las cinco en punto, pero pienso que quedarme unos minutos más por aquí se ve bien ante mi jefe.
No es lambonería, es sólo... Dedicación, sí, eso.
- ¡Hasta el lunes Don Ramón!
Al señor Ramón terminó por gustarle el "Don".
- Adiós Luisa.
Me despido de algunos compañeros y camino hacia el ascensor.
¡Vaya que tengo hambre! No he comido desde el almuerzo, otro error mío, debí comprar unas galletas o un yogurt...
- ¡Hola! Luisa ¿Verdad?
Estaba distraída pensando en comida que no noté que Daniela había entrado en el ascensor. Ella es del área de contabilidad y nos habíamos topado varias veces en la fila del almuerzo.
- Hola – Digo sonriendo – Sí, ese es mi nombre.
- Eres la nueva.
- También me puedes llamar así.
Cuando Daniela ríe por mi comentario, noto sus dientes recientemente blanqueados. Ha de extrañar beber café...
- ¿Cómo ha sido tu primera semana aquí?
- Bien – Callo por unos segundos, considerando que mi respuesta es muy seca – Me gusta aquí.
"¿Me gusta aquí?" ¡Pero qué! Hablo como una niña de guardería.
- Todos son muy amables – Continúo – Y el edificio es muy bonito.
- También te gustaron las tijeras de podar gigantes de la entrada ¿Verdad?
Ambas reímos.
Un timbre nos avisa que hemos llegado a planta baja. Daniela y yo salimos, acompañadas del tac tac de nuestros tacos.
- Hasta el lunes Luisa.
- Adiós Daniela.
La veo alejarse en dirección a la garita en donde están reunidos varias personas que, al notar a Daniela, le gritan saludos. Por sus ropas pienso que también son empleados de greenlife, puede que se hayan reunido para ir a beber o comer algo por ser viernes.
Camino en sentido contrario a Daniela, hacia el parqueadero. Los fríos vientos comienzan a aparecer, entrando hasta a mis huesos. El sonido de un pito hace que levanta la mirada. El sonido se repite. Volteo el rostro y encuentro a la camioneta de Max estacionada unos metros detrás de mí.
- ¡Hola guapo! – Sonrío al tiempo que troto hacia él - ¿Tienes novia?
A veces me da por jugar, lo bueno es que Max me sigue la corriente; bueno, la mayoría de las veces, porque cuando mis juegos son demasiado infantiles opta por sólo sonreírme, pero no acompañarme en mi chiquillada.
Cuando estoy a su lado, paso mis brazos por sus hombros.
- Sí, sí tengo – Baja un poco la cabeza hasta que su boca está cerca de mi oreja – Y la quiero demasiado.
- ¡Qué suertuda la maldita!
Reímos.
- Lo es. – Contesta y me regala esa sonrisa suya de suficiencia.
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Entre tú & yo
Novela JuvenilLuego de sobrevivir a un secuestro y a la revelación de una cruda verdad, Luisa continuará con su ordinaria vida acompañada de su inseparable amiga Kitana, de su fiel amigo Jason y de su novio Max aunque éste se encuentre lejos, muy lejos de ella. ...