"Solo te retocaré con maquillaje Luisa, tranquila confía en mí" Dijo Kitana la mañana del viernes, antes de utilizar todo su arsenal de brochas y paletas de colores en mi cara. Habíamos acordado arreglarnos juntas en mi departamento y luego partir en su carro hacia la ceremonia, a la cual yo pienso, vamos a llegar con retraso.
Quito la mirada del reloj y la fijo en el espejo de mi baño. No reconozco a la chica que se refleja, es parecida a mí pero sin ninguna imperfección. ¡Estoy bonita!
- Kitana no sé lo que hiciste conmigo pero hazlo más seguido por favor.
¿Cómo hizo para que mis pestañas se vieran más largas?
- Fue difícil – Responde – Casi pierdo mi brazo en el proceso.
- Tonta. – Contesto riendo.
Salgo del cuarto de baño, acompañada de mi mejor amiga, y busco mi vestido. No había sido fácil encontrar el vestido perfecto pero, por suerte, habíamos contado con tres semanas para buscarlo. Recorrimos varias tiendas e incluso miramos tiendas on-line hasta que finalmente compramos ambos vestidos en un centro comercial.
- ¡Santa Kardashian! – Grita Kitana.
Aquello logra asustarme y dejar caer mi vestido al suelo.
- ¿Qué? Me asustaste.
- ¡No me pinté las uñas de los pies!
No puedo evitar reírme de su rostro. Oh, vamos Kitana, no es para tanto.
- No importa, el vestido es tan largo que te cubrirá los pies.
Kitana toma mi muñeca y me hala hasta sentarme en la cama a su lado. La miro sin comprender su cometido hasta que veo cómo levanta uno de sus pies y lo pone en mi regazo para luego lanzarme un esmalte rosado que, milagrosamente, atrapo en el aire.
- Píntame las uñas. – Pide con una sonrisa.
- ¿Ahora? – Bufo – Ya debemos ponernos los vestidos y salir.
- ¡Por favor!
¡Ahg! Ya qué...
Comienzo a pintar las diminutas uñas de mi amiga mientras la escucho pronunciar su agradecimiento. En un suspiro termino con sus pies y nos apresuramos como gallinas locas a colocarnos los vestidos.
Al terminar, quedamos una frente a la otra, admirándonos.
- ¡Vaya Kitana! – Suelto un silbido mientras mi amiga da una vuelta para lucirse - ¡Te ves tan guau!
- ¡Tu vestido está hermoso! ¡Mira las piedras! Y ¡Tus aretes!
- ¡Tu peinado! ¿Cómo lo hiciste?
- ¡Hay que tomarnos fotos!
Ambas sacamos nuestros celulares y posamos ridículamente frente a mi espejo de la habitación, logramos hacer demasiadas selfies hasta que terminamos con muecas y caras graciosas.
Definitivamente con Kitana todo es mejor.
Una vez recuperadas de la fiebre de las fotos, tomamos nuestras cosas y salimos del departamento intentando no caer por los tacones. Ahora que lo pienso, espero que Kitana pueda conducir con esos zapatos de diez centímetros de alto...
- ¿Tienes todo?
Afirmo con un movimiento de cabeza.
- Vamos a graduarnos. – Y en seguida, me muestra su enorme sonrisa.
***
El auditórium de la universidad no había sido suficiente para contener a la cantidad de gente que asistió a la ceremonia. Además de los casi 300 graduados, estaban sus familiares y por supuesto las autoridades y fotógrafos. Por ende, se instaló un enorme estrado en las canchas y se aumentó el número de sillas dispuestas, así como se instaló las lonas para cubrirnos del intenso sol que hacía esa mañana.
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Entre tú & yo
Fiksi RemajaLuego de sobrevivir a un secuestro y a la revelación de una cruda verdad, Luisa continuará con su ordinaria vida acompañada de su inseparable amiga Kitana, de su fiel amigo Jason y de su novio Max aunque éste se encuentre lejos, muy lejos de ella. ...