Relatos De Una Soñadora

EXTRAÑOS EN LA NOCHE

Ahí estaba yo .
Sentada en un bar .
Esperando nerviosa su llegada.
Tras muchos meses de hablar por mensaje, de llamadas interminables y de cientos de fotos compartidas Luis y yo decidimos vernos.

Hacía una semana de eso y a lo largo de toda la semana no recibí un sólo mensaje suyo. Estaba preocupada pues creí que su enfermedad le había producido otro brote. Llevaba media hora esperándole y mi cabeza no paraba de dar vueltas. Mi incansable cerebro pensó una y mil cosas. Cada vez que se abría la puerta yo contenía el aire y mi corazón latía desbocado.

Empezaba a pensar que no me había vestido adecuadamente pues simplemente llevaba unos vaqueros ,unas bailarinas y una simple camisa. Me había recogido la melena en una cola de caballo pues hacía calor para la época del año.

Miré mi móvil una vez más y repasé los cientos de fotos que guardaba de Luis.
Había conocido New York a través de sus fotos y de sus palabras. Habíamos reído y llorado juntos. Acudí a cada llamada suya cuando estaba de mal humor.
Alguna vez habíamos sobrepasado los límites de la amistad y habíamos alcanzado el orgasmo juntos.

Sin tocarnos.

Sólo con palabras.

La primera vez que hicimos eso me sentí descolocada.
Éramos amigos.

Los mejores.

Sin secretos.

Sin reservas.

Sus palabras vinieron a mi mente. "Eres la mujer más sexy e increíble que he conocido nunca". Y en aquellos momentos le creí. Necesitaba creer lo que el me decía.

Mi teléfono vibró en mi mano y volví a la realidad.

_"Debí decirte esto antes. Salgo con una chica. Me he enamorado de ella y no quiero seguir hablando contigo"

Leí aquel mensaje varias veces. Pues no entendía nada. La ira nubló mi razón y tecleé furiosa

_"Nunca te he pedido nada. Ahora entiendo que sólo fui un juguete en tus manos".

Me levanté y salí del bar. Caminé por las calles empedradas sin rumbo. Sumida en mis pensamientos y llena de ira y el alma rota.

Siempre le animé a que se enamorara. Le decía que la mujer de su vida estaba muy cerca ,que sólo tenía que fijarse bien. Y él siempre me respondía lo mismo. " Tú eres mi mujer ideal. Eres preciosa y mi mejor amiga".

No entendía porque ahora era así conmigo.

Si me hubiera enviado un mensaje diciendo "Preciosa ,he conocido a alguien. Me gusta mucho y debo dejar de hablar contigo"Pero la forma en la que me lo dijo me hizo sentir que no valía nada. Que había sido un mero pasatiempo y se había burlado de mi. De mis miedos y mis dudas.

Cansada de caminar entré a un pub .

La música era buena. Y yo necesitaba olvidar. Pedí un martini con naranja y me fui a la pista a bailar.

No necesitaba a nadie .

Ni siquiera a mi amigo.

Sólo la música y yo. Me dejé llevar por las notas y mi cuerpo se mecia a su compás.
Una canción tras otra. No miré a nadie pues el mundo no me importaba. Tan sólo quería olvidar sus palabras.

Cada vez había más gente y hacía más calor.

Empezó a sonar una bachata. Esa música me gusta para bailar en pareja. Y como no tenía me fui a por otra copa.
Mi cuerpo se movía al son. Y unos ojos me miraban desde el otro lado. Podía sentir su mirada en mi piel. Como recorría cada parte de mi. No era una mirada lasciva . Me hacía sentir bien. Me hacía sentir sexy y deseada. Cojí mi copa y me la tomé de un trago.