Relatos De Una Soñadora

NIEVE

Al fin llego.
La nieve no es que me encante,pero quería desaparecer unos días y aquí en la montaña nadie va a buscarme.
He alquilado una cabaña para cuatro días. Necesito descansar y olvidarme del mundo.

Me registro en la recepción y me dan la llave de la cabaña 32.
La última.
Me dice que debo dejar mi coche en el garaje de la cabaña y si quiero salir que use la moto de nieve que hay allí o puedo llamar para que vayan a buscarme,que así se contamina menos.

La verdad no tengo pensado salir.

Quiero dormir,leer y descansar.

Últimamente llevo un ritmo muy estresante. Trabajo demasiado y me he ganado este tiempo para mi.
La cabaña está mejor de lo que me imaginé. Tiene dos plantas. En la de abajo hay una cocina americana y un pequeño salón. Tiene un sofá negro que contrasta con el suelo claro. Y una alfombra que de lo mullida que es dan ganas de acostarse en ella. Decido encender la chimenea antes de nada. Hay calefacción pero nada como un buen fuego.

Vuelvo al coche y descargo mi maleta y las bolsas de la comida. Preparo un poco de pescado en el horno para cenar y meto el vino en la nevera.

Fuera se ha puesto a nevar de nuevo y se me ocurre que mientras se hace el pescado puedo darme un baño de espuma.
Subo las escaleras y me quito la ropa. Pongo música . Y abro el grifo. Añado sales pues me gusta que se vayan deshaciendo ,odio sentar el culo y encontrármelas.
Me gusta el diseño de la casita. El dormitorio es abierto y se ve el salón. El jacuzzi está a la izquierda de la cama y sólo el váter está en un cubículo cerrado para tener intimidad. Me está gustando esto de los espacios abiertos.
Añado un chorrito de gel para crear la espuma y subo el volumen de la música y bailo al ritmo de ella mientras coloco la ropa en el pequeño armario. Bajo las escaleras para bajar la temperatura del horno y de paso coger una copa de vino para llevarme a mi relajante baño. Voy a empezar a subir las escaleras de nuevo cuando oigo como meten la llave en la cerradura y la puerta se abre dejando entrar una ráfaga de aire helado junto a un chico alto.
No sé ni como reacciono pero subo las escaleras deprisa para buscar algo con lo que cubrirme. No sin antes escuchar un silvido procedente de mi no invitado.
Me pongo una camiseta enorme que uso para estar por casa y ahora es cuando me arrepiento de la poca ropa que me he traído.

_¿Puede saberse que haces en mi cabaña?

_¿Disculpa?Llevo aquí dos horas ya y ésta es mi cabaña—Le digo desde la barandilla del dormitorio.

Ahora que se ha quitado el gorro y que le veo la cara el tipo no está mal pero le quiero fuera de aquí. 

_Pues ésta es mi cabaña ,así que te vas tú.

_¿Perdón?? He pagado por cuatro días ,así que de aquí no me muevo.

_Bien ,llamaré a recepción. Tendrán que solucionar esto.

Se quita la cazadora y puedo observar un buen trasero. Parece el típico chulito de cuerpo marcado y sabelotodo. Aprovecho para ponerme unos vaqueros y bajo mientras el habla por teléfono.

_¿Y bien?—Le digo mientras me dirijo a mirar como va mi cena en el horno.

_Pues vendrá alguien ahora,parece ser que han tenido un problema informático y nos han asignado la misma cabaña a ambos. Vendrán a reubicar a uno de los dos.

_Pues yo ya tengo la maleta deshecha y la cena en el horno así que te vas tú.

_Tranquila será un placer aunque reconozco que me jode perderme la cena ,huele delicioso. ¿Qué estás preparando?

_Una lubina con salsa de manzana. Algo sencillo.

_Para ti. Yo lo veo muy complicado. Aunque si me pasas la receta te lo agradezco.