Ya eran las 09 a.m de un espectacular sábado, hoy sería nuestra cita y pronto pasaríamos todo el día juntos, lo planeamos toda la semana. Aquel día en la casa del árbol, se veían tan preocupado, sólo dijo que internarían unos días a su abuela por unos exámenes, imaginé que si bien no era una gran compañía ahora estaría completamente solo en esa gran casa. Nos recostamos en el suelo y nos tomamos de las manos, pronto me abrazó y lloró sobre mi pecho, quise hacerme el invitado a dormir, jamás habría una oportunidad mejor, pero las cosas entonces irían demasiado de prisa, y no confiaba en mi autocontrol cuando se trataba de él. Mi estómago estallaría por la ansiedad, cuando el timbre suena corro alegre hasta encontrarme con ella, al otro lado, sonriéndome.
-¡Max!
-Violeta estoy esperando a alguien, me marcharé pronto así que vete.
-Es la próxima semana Max –Me entregó una especie de tarjeta. –Ahí están los datos dónde se llevará a cabo, por favor, no sé qué pasó entre ustedes, sabes que siempre quise verlos otra vez juntos, él hubiera querido...
-¡Qué mierda sabes tú que hubiera querido! ¡ÉL...! –Me congelo, no soy capaz de soltarlo, y tras mirar un poco más hacia atrás me doy cuenta del error que estuve por cometer, guardo la tarjeta en mi chaqueta y avanzo hasta Kim. – ¡Vámonos!
-¿Quién era ella?
-Kim ¿Dónde iremos? –Sonrío lo mejor que puedo, me mira algo confundido, jamás había visto esa expresión, era como preocupación, enfado y... algo más que no sabía definir.
-¡Está bien! Supongo que después de todo no confías en mí.
Suelto un bufido, no se trata de confianza, no puedo explicarle ¿Cómo se supone que le cuente? Seguro me dejaría, me odiaría, sólo le mostré la punta del iceberg, le conté que estuve enamorado de él, pero nada más... ¡Maldita sea! ¿Por qué tenía que venir esa chica hoy? Se supone sería nuestro día especial ¿Por qué tiene que insistir en desenterrar el pasado? ¡POR QUÉ MIERDA NO PUEDEN DEJARME EN PAZ!
~*~
Max se ha quedado en silencio, me siento tan inútil, me pega tan fuerte que no tenga la confianza en decirme que es lo que esconde, siempre lo he sabido, sé que hay algo que lo hizo cambiar, desde que lo conocí es lo que me hizo acercarme, el conocer su misterio, pero ahora que lo tengo cerca, aún es incapaz de dejarme ver más que la portada, el libro sigue cerrado, y eso me parte el corazón. Sin embargo, pronto pienso en que es egoísta de mi parte, quizás Max necesite más tiempo, quizás de verdad fue algo terrible y aún no está preparado para hablarlo.
-Lo siento –Me mira con los ojos llenos de lágrimas.
-No vuelvas a disculparte por algo que tú no hiciste mal. –Recordé el incidente con los skittles.
-¡Te llevaré a desayunar a un buen sitio! –Le beso la mejilla.
Tomamos el bus y me echo a reír. Tengo que confesarlo, así que comienzo a mirar la ventana y tomo sus manos entrelazando nuestros dedos.
-Te seguí, el día que hicieron la broma en el laboratorio, no sé por qué, supongo que me preocupabas o me sentía culpable...
-O porque te gustaba.
-Shh –Puse mi dedo índice sobre sus labios y él lo besó, es tan dulce. –Pues, es probable, pero no era consciente de ello, primero en el autobús de la escuela, luego tomé el bus contigo, para que no me vieras me tuve que cubrir con una mata de apio. –Se echó a reír.
-El curioso caso del chico cabeza de apio, pensé ese día.
-Bueno, te bajaste demasiado de prisa y no me dio tiempo de avisar mi bajada, tuve que hacer un aterrizaje forzado. –Sonreí y él giró la cabeza intentando entender. -¿Recuerdas que anduve arañado? –Asintió. –Me bajé del bus en movimiento, al parecer el profesor de filosofía me vio y se burló de mí.
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Melodías del Silencio
Teen Fiction2 chicos cruzan su vida en el último año de la secundaria, llevan vidas totalmente distintas, uno es un chico sociable, popular y muy extrovertido, en cambio el otro es un lobo solitario, el favorito de los profesores, y el más odiado del curso. Sus...