Capítulo piloto

122 7 0
                                    


Último año de la secundaria, sigo sentado en el mismo sitio desde el primer año, el primer asiento la fila más cercana a la puerta. Me estoy quedando dormido conel codo apoyado sobre la mesa, y la palma bajo mi mentón, aunque me duerma la profesora no me regañaría, soy el mejor alumno el curso, los profesores tienen grandes expectativas en mí, aunque la verdad... no creo ser capaz de entrar a la Universidad.

- ¡Bueno jóvenes! Él es Kim, su nuevo compañero. -Entre abro los ojos, en algún momento me dormí.

El chico nuevo sonríe, su piel es pálida como la nieve, su cabello negro azabache, y sus ojos cafés tan oscuros que no se distinguen de su pupila, me quedo viéndolo sin entender muy bien qué sucede, porque mi cerebro decidió seguir dormido.

- Hola, mucho gusto, cuiden de mi. -Su acento era extraño, ahora que comenzaba a reaccionar tenía un ¿Cómo se llama? ¡Rasgo! ¡Eso! Tenia rasgos asiáticos.

El chico toma asiento en el puesto a mi espalda, nuestras miradas se cruzan un momento, pienso en saludar, pero me sonrrojo, miro hacia otro lado esperando que no se haya dado cuenta.

~*~

Es agobiante aún cuando conozco gente nueva, siempre digo alguna tontería, o cometo errores al hablar, aún me cuesta un poco el español, en mi cerebro las palabras se dan vueltas.

Un chico de cabello rubio, con ojos claros y cara de atonlondrado no me quita la vista de encima. La profesora me presenta.

- Hola, mucho gusto. Cuiden de mí -Termino diciendo. ¡Una tontería! ¡Me pone de los nervios que me miren fijo.

Una chica se toma las mejillas y me mira directo ¡Ay qué tierno! -Dice. Entorno los ojos, odio que crean que soy tierno.

Me sientan atrás del chico que no paraba de mirarme, cuando tomo asiento, sus mejillas se tornan rojas y casi me río en su cara, se da la vuelta, sonrío disimuladamente.

- ¡Hola, soy Kim! -Le vuelvo a decir, intentando ser amistoso.

- Ya lo había oído. -Levanto una ceja y suelto un soplido. ¡Vaya primer día!

- ¿No vas a decirme tu nombre? -Insisto.

- No me lo has preguntado. -Me ha echo perder la paciencia en el primer jodido día ¡¿QUÉ?! ¿Acaso este gilipollas no sabe lo que me cuesta ser sociable?! ¡Pues seguro! ¡Vaya necio! -me cruzo de brazos y saco mi cuaderno.

~*~

Miro de reojo hacia atrás, el chico nuevo luce molesto, me echo a reír.

Las clases pasan rápidamente, el chico nuevo resulta ser muy buen alumno, comenzó a caerme jodidamente mal, y también resultó ser demasiado sociable, no ha parado de hablar desde que llegó, con todo el mundo, todas las chicas están orbitándole, y él sonríe, hace chistes y les hace preguntas que ellas toman media hora responderlas completas, y aún así el maldito pone atención a la clase y responde bien las preguntas por la que yo también he levantado la mano. ¡Maldito día, termina pronto!

~*~

Las chicas me rodean nuevamente, no me han parado de hablar, y me agrada -de cierta forma, aunque la verdad sólo capto una parte de todo lo que dicen, porque hablan muy rápido, las voces agudas me hacen doler la cabeza, y cuando me duele, mi cerebro se enfoca en algo agradable, como la voz del profesor de la última clase. ¡Estoy mareado! Siendo odio socializar, y de verdad me esfuerzo muchísimo para lograrlo. ¡Quiero que termine este puto primer día! 

Melodías del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora