Unidos Por El Destino

capitulo 23

==========Narradora=========
Cuando los primeros rayos del sol se asomaban por la ventana el lindo y delicado yukki despertó con unos brazo alrededor de su estrecha cintura, sus Mejías se tiñeron de un lindo carmesí  al sentir el calor del chico humano detrás de el, pero más al sentir la tan notable erección del chico humano.

-pe-pervertido- tartamudeo y susurro para sí mismo, con mucho cuidado se desprendió de su fuente de calor, sonrió al ver a Akira abrazar una almohada, camino hacia su armario y tomo una sudadera que Reiji había dejado y un cachetero rosa de encaje, y ya con algo de ropa puesta se dirigió a la cocina a preparar el desayuno, pero uno especial para dos, suspiro al no saber que preparar, no es que no supiera si no porque no sabia que le gustaba a su pareja, se decidió por un omelet, jugo de arándanos y fruta picada con leche condensada, sirvió el gran omelet pues era para ambos al igual que la fruta,  él se decidió por una taza de café con leche.

-yukki? - pregunto un desorientado y débil pelirrojo.

-Buenos días Akira- decía con una sonrisa que hizo que el pelirrojo también sonreirá como bobo.

-Muy buenos ahora que te veo conejito-  su voz salio ronca porque aun no despertaba del todo y por las ganas que le dio de tirarse sobre el castaño y quitar esa sudadera que le queda jodidamente bien.
El castaño algo sonrojado se acerco a el con la bandeja de comida intentando no botarla pues el tono de voz que empleo Akira con él lo había derretido en todos los sentidos.

-he preparado el desayuno para ambos- atino a decir -te encuentras mejor?- se sentó a la par del pelirrojo

-Si, mucho mejor sabiendo que tengo a un enfermero condenadamente sexy- lo ayudo a sostener la bandeja y se acerco besandolo suavemente, el castaño correspondió y se separo despacio. -Ahora creo que me enfermare y daré de beber mi sangre más seguido-  sugiero coquetamente.

-No, no quiero que te enfermes y menos que te debilites como ayer, s-si quieres yo cuidaré de ti sin importar si estas o no enfermo- sonrojado decía el castaño, Akira le beso la mejia, la nariz y castamente sus labios.

-En ese caso, espero que cuides de mi y yo cuidaré de ti también- sonrió y vio el desayuno -se ve y huele delicioso-

-esta rico- aseguro el castaño orgulloso

-cómo el cocinero- sonrió Akira deleitandose no solo del omelet sino también del sonrojo del castaño. -ven come conmigo- el castaño sonrió y empezaron a comer.-esta rico, cómo sabias que el jugo de arándanos es mi favorito?- pregunto el pelirrojo a punto de terminar su desayuno

-la verdad no sabia- admitió el castaño-  no tenia de naranja y no sabia si te gustaba el café así que hice café y traje el vaso de jugo,  dependía de ti cual querías - dijo tranquilamente terminando su café.

- mm.- se acerco al castaño y le susurro en el oído -te deseo a ti- luego de terminar de decir eso mordió el lóbulo del castaño

-ah- un pequeño gemido salio de sus dulce labios haciendo sonreír al pelirrojo aumentando sus deseos por el pequeño conejito que tenia frente a el.
Akira ya con las baterías recargadas tomo la bandeja con los utensilios sucios dejándole sobre el piso alfombrado de la habitación y como un depredador acechando a su presa se acerco al castaño que había quedado paralizado no solo por las palabras de Akira si no también avergonzado por el gemido que había salido de sus labios.

-Yukki, se que lo deseas, mi conejito- la vos de Akira era seductora y cargada de deseo besando el cuello del castaño que no puso resistencia cuando fue tumbado a la cama, Akira lo estaba volviendo loco con sus toques y besos.
El lindó e indefenso yukki estaba boca arriba con sus piernas abiertas y entre ellas un pelirrojo ansioso por probar la piel de su conejito, la sudadera aun tapaba el lindo y sexy cachetero rosa, los labios del pelirrojo besaba y dejaban pequeñas marcas en el cuello blanquecino de yukki, le acariciaba las piernas.