Capítulo 12: Brontosaurios en globos aerostáticos.

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Faltan cinco minutos para que termine el tiempo cuando dejo caer el bolígrafo y agarro los folios llenos con mi letra deforme por las prisas. Quedamos muy pocos en el aula, pero la profesora ni se inmuta.

Hace diez minutos de que ha decidido dejar de perder el tiempo, ha destapado su bolígrafo y ha empezado a leer lo que mis compañeros de clase le dejaban allí plasmado. Probablemente, textos literarios, más que de medicina.

Corrijo un par de cosas, mordisqueo la tapa del bolígrafo, que ha perdido hace tiempo su forma redondeada, como de una flecha que no quiere hacer daño, me paso las manos por el flequillo, hecho un poco de típex por aquí y por allá, recojo mi carnet de la biblioteca de la universidad, me levanto, ordeno las hojas, y me dirijo a la mesa de la profesora, elevada en una tarima desde la que se pretende que controle una clase de casi 300 sillas, todas ocupadas durante las clases.

Niega con la cabeza cuando hago ademán de enseñarle el carnet de la biblioteca, la única tarjeta que se nos permite llevar para identificarnos. Sabe quién soy. Todos lo saben, apenas bajo del 9.5. Quiero que papá y mamá se sientan orgullosos, y lo hacen.

Lo harían incluso aunque sacara ceros, pero... quiero ganarme su orgullo.

Me estoy girando para volver a mi asiento, recoger las cosas y reunirme con mis amigas, pero me detiene.

-Payne-me llama, y me vuelvo, y el moño apresurado que me he hecho para que la melena no me moleste baila en mi nuca-, he estado echando un vistazo a tus prácticas... las primeras son brillantes; en cambio, las dos últimas... no han sido tan buenas. No me lo explico: es la parte más fácil de la materia y has sabido contestar a todas las preguntas de clase. ¿No has tenido acceso a los atlas de la biblioteca?

Me enredo los dedos entre sí.

-En realidad... bueno, sí, los he mirado, pero... estaba un poco... agobiada.

-Demasiados exámenes, sí-conviene.

-Sí, bueno, también estaba un poco cansada psicológicamente, y... no he estado en mi mejor momento últimamente-me encojo de hombros.

-¿Ha pasado algo? ¿Por eso no viniste a clase la semana pasada? ¿Has podido estudiar bien? Si has tenido problemas de concentración, podemos hablar con el rector, hacer que te dé una segunda oportunidad... eres la mejor de la clase y...

-Ya está superado. Lo llevo todo al día, me han pasado unos apuntes de lujo-susurro-. He hecho lo que he podido-digo, señalando la hoja que le acabo de entregar, y que aún tiene entre los dedos.

Mira a otro de mis compañeros, que le entrega el examen sin hacer amago de enseñarle su tarjeta. Tampoco le hace falta. Mi compañero me sonríe, y yo a él; se carga la bandolera y se marcha.

-¿Qué tal te ha salido?-inquiere mi profesora, frunciendo ligeramente los labios.

-Creo que bien. Ha sido un poco largo, he liado un poco dos temas, pero...-me encojo de hombros-, lo sabrá decir usted mejor que yo.

-Seguro que no es para tanto.

Me sonríe, y yo lo hago, y me vuelvo a mi sitio, recojo mis cosas y salgo apresuradamente, pero siempre en silencio, de la estancia. Mis amigas están en un corro discutiendo sobre los procesos evolutivos embrionarios. Hay dos que lo han puesto mal, pero todas somos tercas como mulas, y se terminan sentando en el suelo con los libros abiertos para descubrir cuál es la pregunta.

Moonlight [Chasing the Stars #2]Where stories live. Discover now