Viviendo con asesinos

Asesinos por ella...(2/3)

Arno

-Arno...no tienes nada- mencionó Evie casi en un susurro, tras eso, sólo vi obscuridad...

De repente ví mis pies, estaba descalzo, después pude ver mis manos, eran más pálidas de lo que naturalmente recordaba pero podía tocar mi cara. En ese momento nada me preocupaba, sentía como si estuviera en agua y mi cuerpo se acalambrara poco a poco.

Quizá como instinto natural comencé a caminar o intentar moverme, al no ver nada no sabía si estaba avanzando pero algo me decía que siguiera hacia cualquier parte y no me detuviera...

Para mí pasaban ratos que parecían horas y a la vez nada, como la sensación tras un sueño hasta que el negro total comenzó a mezclarse con tonos grisaseos que iban disminuyendo cada vez más, no parecía luz ni nada, sólo una pared pintada de manera desesperada.
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Estuve mucho tiempo allí, no sabía qué era eso ni cuándo iba a despertar.
Fue entonces que probé el poner mi mano sobre esa infinita pared que no reflejaba nada y una gran honda se expandió desde donde coloqué mi palma...

De alguna forma no me causó nada, volví a tocarla y una honda menor a la primera emergió como si fuera agua o alguna superficie líquida aunque puesta en una forma imposible ¿no?

Esta vez mi mano atravesó la pared, sin cuestionarlo caminé y sentí que hubo un vuelco en mis sentidos, estaba en una sala de gala.

Comencé a ver las ropas que llevaba, iba para la ocasión según la fiesta que parecían celebrar. Una música resonaba en el lugar, "La Folia" si no mal recordaba, una canción que me hacía moverme entre las personas a su ritmo de una forma que pareciese planeada y en un suspiro...

-Elise...¡Elise!-

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-¡¡ELISE...!!-

Desperté agitado, sólo Evie me sostenía de los hombros y me miraba, no escuchaba nada a parte de esa sensación al estar bajo agua y el latido de un corazón demasiado lento.

Poco a poco ese entumecimiento fue disminuyendo y pude escuchar a Ezio que acababa de entrar. El techo era claro, por la sensación estaba en una cama y sentía frío en mi pecho.

Al intentar inclinarme ambos me detuvieron y desesperado por sentir que por cierto tiempo fui cuidado me atreví a preguntar.

-¿No me atacó tu hermano?- pregunté confundido a Evie

-Sí, pero realmente no sabemos cómo te curaste o lo que te haya pasado, no tienes nada-

Sentí que mis gestos fueron más de molestia que de asombro, aquel idiota  se había pasado cuando lo toleré pero sé que lo notaron, Ezio le lanzó una mirada a Evie expresando algo como "Encárgate de tu hermano" y debería...

Estaba en lo que parecía "mi habitación", no del tipo de estructura al que estaba acostumbrado. Miré hacia mi izquierda, la puerta estaba frente a mi cama y en ese pasillo estaba mi traje manchado de guinda, seguramente toda la sangre seca.

Suspiré y dejé caer mi peso en la almohada mientras miraba el techo, claramente me sorprendía el reciente hecho pero otro tipo de sensación ocupaba mis emociones, ver a Elise allí, aquel obscuro cuarto ¿nosotros estamos muertos? Aquel viejo nos trajo aquí ¿pero realmente sigo siendo Arno?

                               ...

Evie

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- Oye tarado, ya levántate que de verte me das más pena-