El Novio de Mamá

Cambios repentinos y ¡La última vez!

°Narra Adele°
Era miércoles por mañana, un día después de haber sepultado al abuelo de Maya, y yo me encontraba viendo por la ventanilla que había en la habitación de mi querida amiga, estaba sola y pensativa (Maya se estaba bañando). Pensaba en que ya mañana me regresaba a Reino Unido y no había recorrido nada de éste gran y cálido país; Mi mejor amiga no ha salido de ésta casa desde que regresamos del cementerio, por un lado la entiendo y por el otro no. Es decir, sé que perder a un ser muy querido es demasiado doloroso pero no por eso vamos a dejar que todo a nuestro alrededor salga perjudicado. En otras palabras, estar triste no significa que tenemos que descuidar a las personas que están con nosotros ni nuestra apariencia y mucho menos nuestro carácter.

Cuando la hermana de mi papá, la tía Anne murió; su hija que en ese momento tenía 14 se volvió muy grosera y descuidada. Nada ni nadie podía decir o hacer algo que no le agradara porque ella lo trataba mal o simplememte lo hechaba de la casa con sus típicas palabras "Si no te gusta, allí está la puerta", también, dañaba su imagen/apariencia. Dos semanas después de la muerte de la tía Anne, descubrí que Alisson se cortaba los brazos ¿Cómo? Pues, la sorprendí haciéndolo. Ella se molestó mucho, tanto que me echó a empujones de su habitación, me enojé por la manera en la que me trató; así que, le dije a mi papá. Él, se puso histérico al saberlo, le reclamó y ella le gritó "A ti que te importa lo que yo haga" mi padre golpeó su mejilla, me paralicé al verlo "A mi me respetas que yo soy tu tío, te guste o no" gritó Mark y justo en ese momento mi abuela Doren entra y obliga a mi padre irse de la habitación. Aún recuerdo ese momento, sus palabras.

Flashback...
Mi abuela la encaminó a la cama e hizo que Alisson se sentara. Ella hizo lo mismo pero a su lado.

—¿Te encuentras bien hija?— Ella no respondió —Vamos, puedes confiar en mi.

—...— Negó con la cabeza y se soltó a llorar.

—¿Te abrazo?

—¿Quieres hacerlo?— Preguntó con la voz entrecortada, mi abuela asintió.

Alisson se acercó lentamente a su abuela, ella la abrazó fuertemente mientras susurraba "Tranquila. Aquí estoy yo. Desahogate todo lo que quieras". Al parecer ninguna de las dos había notado mi presencia, así que, con cuidado me senté en el suelo. Minutos después se separaron y comenzaron a charlar, mi prima le explicó a la abuela el motivo de su repentino cambio y las cortadas, mi abuela lloraba al escuchar lo que Alisson le contaba, ambas lloraban pero más la joven que comentaba lo mal que se sintió y el dolor que siente al contarse pero que aquel dolor no se compara al dolor de su corazón, al dolor de aceptar que su madre ya no estaba allí, con ella.

—A veces, cuando estamos decaídos no solemos ver lo que los demás hacen por nosotros, todo lo que ellos hacen o dicen es para hacernos sentir mejor pero nosotros lo vemos como si lo hicieran porque no nos soportan o porque simplemente quieren hacernos enojar, pero, la única verdad es que lo hacen por nuestro bienestar. Estar triste no significa descuidar lo que hay a nuestro alrededor, ya sean personas, animales o cosas, no significa hacer que huyan de ti, ni tener una mala perspectiva. Sólo imagina, sin nadie que viera ni velara por ti te sentirías peor, mucho más sola. Mi padre solía decir; ama, sirve y aprecia. Ama, porque el amor es el sentimiento más grande y hermoso que puede existe en éste y cualquier planeta. Sirve, porque si no vives para servir no sirves para vivir. Y aprecia, aprecia todo lo que tienes y lo que podrías llegar a tener. Lo sé, él era muy sabio, en todo tenía razón ¿No lo crees?— Alisson la abrazó y asintió —Entonces, empieza a vivir con esas tres importantísimas palabras.

—He estado mal ¿Cierto?— La miró directo a los ojos, ya había dejado de llorar.

—Si lo viste tú, es por algo ¿No lo crees?