Reconciliación Y ¿Tendremos un bebé?

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°Narra Maya°
Desperté de mi gran sueño gracias al escandaloso reloj cucú que tengo en mi habitación, el cual marcaba las doce del día. Al darme cuenta que ya era demasiado tarde; salté rápidamente de mi cama con dirección al baño, si quería ir con mi Delly tenía que apurarme. No pasó mucho tiempo y yo ya estaba en camino a su casa mientras tomaba un yogurt de durazno, mi desayuno.

Caminaba lento y con prisa al mismo tiempo, pues necesitaba tomar tiempo para pensar y organizar todo lo que le diría, todo lo que le confesaría y aclararía.

Llegué a esa casa tan grande y hermosa en donde vive el amor de mi vida, iba a tocar pero no me arriesgaría a que mi Delly abriera y me vea, quería darle una sorpresa. Y para mi mala suerte, la puerta se encontraba con seguro, sin embargo, no toqué sino que me fui a la parte trasera de la casa, allí se encuentra una puerta que siempre permanece abierta. En el trayecto aparecen Roger y Mike, los saludé con un inmenso abrazo y con un "Los extrañé chicos", les expliqué lo que quería hacer y ellos simplemente me siguieron.

Entramos y todo estaba en silencio, bueno, no todo, se escuchaba una melodía de fondo, de seguro viene del cuarto de Adele, ella es la única que escucha ese tipo de música. Iba a subir pero al ver que los muchachos continuaban siguiéndome me detuve.

—Chicos, ustedes se quedan aquí— Les hablé pacientemente.

—Claro que no— Ambos se negaron.

—Claro que sí porque deseo estar sola con Delly, es más, estaré sola con ella quieran o no.

—Queremos ver su reencuentro lleno de nostalgia y felicidad— Se quejaron.

—Dije que NO— Repliqué con un tono alto y firme, ellos se alejaron un poco asustados —Ahora, con su permiso caballeros— Los hice a un lado y comencé a subir.

Repasé mis palabras una y otra vez antes de entrar, "¿Entro o no entro?" Esas palabras me hacían dudar, estaba nerviosa, temía a como ella vaya a reaccionar. ¿Estaría dispuesta a perdonarme? ¿Querrá volver a ser mi mejor amiga? ¿Me seguirá amando? Demonios ¿Entro o no? ¡Ash! Al azar, saqué una moneda y la lancé al aire; si salía cara entraba, y si salía cruz, regresaba abajo con los chicos.

Atrapé la moneda antes de que caiga al suelo, instantáneamente la coloqué en mi antebrazo y miré lo que había salido; cara.

—Bueno, quiera o no, ya está decidido— Dije antes de entrar mientras me persinaba.

Me coloqué frente a la puerta, estuve a punto de tocar pero una voz super masculina me dejó confundida y más por la frase que dijo.

—Estás preciosa, deliciosa... me encantas— Esa voz yo la conocía.

Salí de mi nube de confusión y entré sin más, no toqué. Necesitaba enterarme de lo que pasaba en aquella habitación, necesitaba aclarar mis sospechas, necesitaba sorprender.

—¿¡Qué demonios está pasando aquí!?— Exclamé al ver semejante escena.

Simón se encontraba besando y tocando a mi Delly, a ella parecía no molestarle, incluso, puedo jurar que estaba encantadísima. No puedo creerlo, no puedo creer que ella esté haciendo esto, y peor con Simón, que es (prácticamente) su padre.

—¡Maya! No es lo que estás pensando— Se bajó de Simón y se separó de él con un fuerte empujón.

—Lo estoy viendo Adele— Mi rostro no tenía ninguna expresión.

—Déjame explicarte, Simón vete— Lo echó, tomando su buzo del suelo.

—Claro, nos vemos pronto— Dijo para después pasar una mano por su espalda descubierta.

El Novio de MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora