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Oh, Ophelia, heaven help a fool who falls in love

31 de Diciembre, 2016.
23:11 hrs.
Ophelia.

Alex me había abandonado y se había ido con un tipo a la pista de baile. Por razones como estas detestaba las fiestas, a excepción de que fuera mi cumpleaños.

No era buena socializando, por lo general iba a una fiesta acompañada de alguien y me pegaba a ese alguien durante toda la noche como un chicle, pero era año nuevo y no quería arruinarle la noche a mi mejor amiga.

De todos modos, la mesa de los snacks y las bebidas no se veía tan mal. Había un montón para comer y beber, obviamente, y si no estaba acompañada de alguien, eso era justo lo que quería hacer.

–Te recomiendo las galletas, están bastante buenas– me sobresalté y volteé; era Mario Götze, el mejor amigo de Marco–. Lamento asustarte.

–No pasa nada, solo... no estoy muy acostumbrada a que alguien se me acerque en una fiesta– sonreí.

–Por supuesto que no, ¿cómo hacerlo si te escondes en la esquina?– me encogí de hombros y saqué una de las galletas que Mario había sugerido.

–No me gustan mucho las cosas dulces, pero la probaré.

–Hagamos un trato: si te gusta, me dejas llevarte en una cita– sentí como me sonrojaba.

–Lo siento, Mario... pero tengo planes.

–No te he dicho el día.

–No me refiero a eso. Me refiero a que tengo planes para esta noche, y si salen bien... no estaré soltera– mi mirada viajó a Marco.

Si no era hoy, no sería nunca.

–¿Marco? ¿En serio? Tiene novia– suspiré.

–Lo sé, pero... quizás sus sentimientos por ella no son tan fuertes, quizás me dé una oportunidad– Mario hizo una mueca.

–Lamento tener que ser el que te lo diga, pero Marco esta absolutamente enamorado de Scarlett. ¿De verdad quieres hacerlo dudar? Se ve feliz con ella, muy feliz.

Sentí un poco de culpa arremolinarse en mi interior.

–Yo...

–Vamos, acepta una cita conmigo. Solo una. Si aún sientes ganas de declararte a Marco después de eso, te lo permitiré– suspiré y asentí.

Quizás era para mejor.

04 de Agosto, 2017.
13:02 hrs.
Marco.

–¿Qué clase de historia?– preguntó Alex con cautela.

–Mi historia con Ophelia. Si la escuchan atentamente, puede que obtengan lo que quieren escuchar: cómo hice para arreglar este caso para que no desconfiarán de mí. Hice un maldito buen trabajo, ¿no?

Alex y yo intercambiamos miradas, asustados. No quería oír sobre su relación con Ophelia, pero el tipo tenía un arma y en realidad quería saber sobre lo segundo que supuestamente iba a hablar.

–Adelante– dije entre dientes.

–Todo empezó en la fiesta de año nuevo del equipo, o séase, 31 de Diciembre del 2016.

Ophelia // Marco ReusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora