[Omegaverse] Mi nombre no tiene tanta importancia, aunque ahora me encuentre en la élite de los omegas más cotizados, nunca podré olvidar de donde provengo. La razón por la que me he animado a relatar esta historia, es para que otros omegas no se s...
Si alguien me diera una moneda por todas las veces que me sacaste sonrisas, por todas las ocasiones en las que mi torpeza por observar tus ojos, me llevaron a fuertes caídas y hasta golpes en señalamientos públicos.
Mi torpeza fue mi distintivo en el tiempo que compartimos juntos, tus caricias, tus sonrisas y nuestro primer beso. Me enseñaste que un amor de cuento de hadas puede existir, que la frialdad de la soledad no era mi único destino... fuiste mi primer amor correspondido y mi mejor amigo.
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—Dime Vitya... creo que ahora eres mi novio, así que puedes llamarme de esa manera, Ota.
—Está bien —tiene una sonrisa hermosa... ¿por qué no la demostrará más seguido?—. Te acompaño a la entrada, desearía poder estar más tiempo contigo, pero necesitas regresar con tu familia.
—Sí, tienes razón —¿por qué me siento así?... me gusta, pero... ¿y Yuuri?.
Comenzamos a caminar a la entrada y a lo lejos puedo ver a mis abuelitos, ya nos tenemos que ir.
—Entonces te veo el lunes en la escuela, Vitya.
—Ota, yo...
—No te preocupes, entiendo que es muy rápido, pero te prometo... — acaba de besar mi mano, siento que mis mejillas están a punto de estallar—, prometo cuidarte y ser un buen amigo y novio para ti.
—Gracias... —le acabo de besar la mejilla, para salir corriendo... siento... siento mi corazón a punto de salir de mi pecho.
*
El sentimiento de culpabilidad me abordó durante toda la mañana siguiente, mi omega interior se sentía asqueroso, sentía que traicionaba por completo a mi alfa, pero... ¿cómo era eso posible? Observaba como mis abuelos se amaban con locura y pasión, aunque mi abuelo Iván era demasiado huraño en frente de los demás, podía notar como por largos minutos la silueta de mi abuelito Niko se encontraba a través de sus ventanas, como podía desnudarlo con su mirada azulina y como, en varias ocasiones, el verde se encontraba con el azul, enlazándose como si fueran uno mismo, para solo pronunciar dos palabras... "Te amo".
Yo deseaba eso, era pequeño, pero mi omega anhelaba la calidez de un alfa, mi alfa... y me mataba el hecho, que tu ya tuvieras a tu omega. Mis pensamientos en todo ese día volaron por los cielos, para solamente tener en cuenta, que tú le pertenecías a otra. El odio recorrió cada parte de mi mente y, sin pensarlo, comencé a odiarte, ¿por qué no me amabas a mí?... ¿por qué le entregarías tus caricias, tus besos, tus miradas a ella?
¡¿Por qué ella y yo no?!
Entonces decidí darme otra oportunidad... mi madre siempre me lo dijo, el amor de tu vida, puede que no sea tu destinado, así fueron mis padres, así que lo buscaría, eso fue lo que decidí.
