6.

546 74 12
                                    

Los días se volvieron injustos, los meses separaron nuestra relación, y los años; nos volvieron unos desconocidos.

Negaste la realidad de lo que ocurrió, cosa que me dolió muy dentro de mi corazón y alma, eras mi madre, la omega que me dio a luz, la mujer que juró protegerme, y cuando tuviste la oportunidad de defenderme, no lo hiciste.

No te culpo madre, tenías miedo, temías haber echado a perder mi vida y negaste que, lo que Angelo hizo conmigo, había sido realidad. Aunque aún sigue doliéndome aquello, no puedo seguir reteniendo este odio en mi corazón, por ello decidí dejarlo ir, no mentiré al decir que te odié con cada fibra de mi ser, que te estuve resentido y no pude dejar de pensar en cómo habías negado lo de Angelo y darme la espalda, yo, tu hijo que te protegió sacrificándome por ti, sacrificando mi inocencia y mi cuerpo, mi alma.

A pesar de todo esto, nunca dejé de amarte, eres mi madre y lo único que me queda en esta vida.

A pesar de todo esto, nunca dejé de amarte, eres mi madre y lo único que me queda en esta vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Muy bien, Vitya! Hoy es tu cumpleaños número 12... ¿qué es lo que deseas? —mi abuelito Niko, siempre tan entusiasta.

—Mmmm... desearía regresar el tiempo atrás abuelito... —¿Por qué es que lo habré dicho en voz alta?

—¿Vitya?, ¿a qué te refieres con eso?

—A nada importante, abuelito Niko. Solo desearía que el tiempo regrese a atrás, para que ustedes nunca envejezcan y yo no me vuelva un adulto amargado como el abuelo Iván...

—¡Jajajajaja! ¡Ay, mi niño! Tal vez no quieras ser igual de amargado, pero simplemente, no desearías ser tan sensual y exquisito como él, ¡digo el rostro y los ojos ya lo tienes!

—¡¡¡¡Abuelito Niko!!!! ¡Aún soy muy joven para saber esas cosas!

—Algún día me entenderás, mi niño. Encontrarás a tu alfa y me entenderás...

¿Encontrar a mi alfa?... mi alfa lo encontré hace años atrás, defendiéndome de una niña que me agredía con un balón de baloncesto... ¿será que aún piensas en mí?. Yo aún no puedo quitarme este mal sabor de boca que me dejó tu partida, no puedo dejar atrás tu calor al abrazarme ni tu aroma a chocolate, el sabor que más amo en este mundo.

Aún no me quito el collar que me regalaste, aún no puedo dejar este dolor que mi alma me hace sentir por la soledad. Mi madre ya no me trata como antes y día con día mi mente me juega con alucinaciones de un demonio tocando mi puerta por las noches, pero no puedo dejar las esperanzas de que tú algún día te encuentres atrás de esa puerta. ¿Por qué aún extraño tanto tu recuerdo?... tú estás disfrutando tus días en Japón con aquella niña Yuko... maldita sea.

Las vacaciones pasaron como el agua en un río, ingresaré a mi primer año de secundaria, no es como que me emocione del todo esto, pues siento la soledad y un vacío enorme en mi interior, ahora que ya ni el amor de mi madre tengo.

Mi camino hacia ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora