Mi náriz respiró su aroma... era un perfume tan suave y dulce. Cuando levanté la mirada el ya se encaminaba de nuevo. Miré sus labios tenia esa sonrisa, pero me era dificil de verlo debido a la distancia en la que se encontraba
-¡____!
Y la voz de Logan hizo que inmediatamente volteara a observarlo.
-¡Mira lo que encontré!-tenía un libro entre sus manos.
-¿Amanecer? Logan, apenas llevo los dos primeros, ¡ése es el cuarto!-dije refiriendome a la saga de la historia que tanto me gustaba leer.
-Lo sé, pero, bueno, al menos ya sabes que cuando lo quieras leer, lo encontrarás aquí-se encogió de hombros.
Sonreí ante su comentario. Volví la mirada hacia donde se había ido aquel chico, pero ya no vi nada.
-Logan...-hice una pausa indecisa de continuar, pero a fin de cuentas lo hice-¿No viste a un chico con chaqueta de cuero negra, lentes oscuros y un gorro negro?-cuestioné recordando al extraño con el que había chocado minutos antes.
-No, ¿por qué? ¿Te hizo algo? ¿Intento asaltarte?-soltó una lluvia de preguntas con un mátiz de preocupación.
-No-reí-¿porqué piensas eso?
-Bueno, a como me lo describiste lo primero que me vino a la mente fue un ladrón, un secuestrador, un delincuente... no sé-se encogió de hombros frunciendo el ceño.
-Nada de eso Logan olvídalo ¿sí?
Se encogió de hombros de nuevo y se volvió para ir a dejar el libro de donde lo había tomado.
Encontré la información que buscaba, y exhausta pero satisfecha, terminé.
Logan me llevó a casa.
-Hasta mañana Logan-dije bajandome del auto.
-Claro...-me sonrió-...de nada-susurró sarcastico para sí mismo pero alcanzé a escucharlo.
Me volví hacia él.
-Gracias...-musité.
El me dio una sonrisa a medias y se marchó.
Entré a casa, dejé mi morral sobre el sofá y me encaminé a la cocina; no tenía ni una pizca de ánimos para cocinar, pero si la suficiente hambre como para obligarme a hacerlo.
Apenas agarré el sartén, el timbre sonó. Suspiré enfadada y me dirigí hacía la puerta para abrirla.
Del otro lado había una linda señora como de unos 40 años, 42 cuando mucho. Cabello rubio, linda sonrisa, con la mejillas ruborizadas de un color natural y una piel que a simple vista parecía ser suave.
-¡Hola! Soy Kathy Schmidt me acabo de mudar-señaló con su pulgar hacía atrás haciendo referencia a la casa de enfrente.-Oh, soy ____, un gusto-le extendí la mano y ella la tomó.
-Un placer ____. ¿Tus padres no estan?
-No-negué con la cabeza-Ellos están de viaje... Negocios-aclaré
-Oh... bueno, me hubiera encantado conocerlos, pero creo que estamos en las mismas condiciones; uno de mis hijos está trabajando ahora, y el otro creo que fue a la librería para estudiar. Mi esposo, en realidad trabajo mucho, tendrás suerte si lo ves salir de la casa-Rió-Pero no te preocupes, en cuanto mis niños se desocupen, les diré que vengan a presentarse.
-Me encantaría conocerlos.
-____, traje un pequeño regalo como acto de presentación. Espero que te guste-Dijo entregándome el postre que traía entre sus manos.
-Muchas gracias. Le llevaré el plato cuando lo termine.
-No te preocupes, cariño. No te presiones en terminartelo o no lo disfrutarás-sonrió.
Segundos después se despidió.
Me agradó. Era un persona géntil y el pay era delicioso; aunque, con hambre a mí todo me sabe bien. Sólo comí una pequeña porción de aquel delicioso postre y preferí hacer participe a Logan al día siguiente.
Gracias a eso, ya no tuve que cocinar; así que llegada la hora me fui a descansar a mi habitación. Y acomodandome en mi cama, dejé que el sueño hiciera de mí su víctima.
Era un salón grande, adornado con telas y hermosos candiles. Sus vitrales eran enormes y daban vista a un hermoso jardín lleno de pequeñas lucesitas blancas.
Lo buscaba con la mirada queriendome abrir paso con los ojos entre toda la multitud que grácilmente bailaba. Todas las damas usaban un vestido al estilo de la época colonial, ostentosos; los varones usaban esmoquin, y todos cubrían su cara con un antifáz; excepto yo... ni siquiera sabía de qué era la fiesta; la música sonaba y la gente bailaba a mi alrededor, pero lo que quería era encontrarlo a él.
Mi mirada siguió examinando el lugar, y mis labios dibujaron una sonrisa al encontrarlo por fín...
-¡Seth!
Grité para que pudiese verme. El me miró con su característica mirada desentendida y como si yo no fuese nadie, se giró. Tomó la mano de una chica y pasó justo delante de mí, ni siquiera me observó, mantuvo su mirada al frente como si yo fuese uno más de los adornos que nadie se molestaba en apreciar... y entonces lo vi perderse entre la multitud.
Sentí una fuerte punzada en mi cabeza, y la vista se me nubló. Todo empezó a dar vueltas... ¿cuánto tiempo tendré que esperar para sentir el impacto de mí contra el piso?
Y entonces, una cálida y suave mano tomó la mía; y todas aquellas horribles sensaciones se esfumaron. Se acomodó delante de mí; vestía un esmóquin negro como los demás y también usaba un antifáz que no me permitía ver su rostro, pero sabía perfectamente que era él, al que desconocía pero que me transmitía tanta paz.
-¿Tocaron la puerta de tu corazón y la derribaron desgarrada?-preguntó
Con la cabeza baja y la mirada hacía el suelo, asentí llena de tristeza. Me levantó con sus dedos el mentón delicadamente y se me quedó mirando.
-Yo te ayudo a empezar y construirlo de nuevo...
Y entonces desperté; esta vez, una lágrima había escapado de mis ojos y se había fugado libremente por mi mejilla.
¡Era suficiente! Ya no podía soportarlo más, ahora estos estúpidos sueños habían tocado una parte de mis recuerdos muertos haciendolos despertar. Miré el reloj, faltaban diez minutos para las ocho, esta vez, era sabado, no había escuela.
Me levanté más que frustrada, había prometido no volver a llorar por él, y ahora, aunque inconcientemente, pero había roto mi promesa. Llamé a Logan, íbamos a ir a desayunar en McDonald's por lo tanto él pasó por mí a los veinte minutos de mi llamada.
-¿Cómo ameneciste hoy?-preguntó amable al verme subir al auto.
-Amanecí, y eso es lo que importa-fruncí el ceño
-¿Y ahora qué te ocurre?-musitó frustrado.
Silencié por unos minutos.
-Nada...-contesté al fin mirando hacía la ventanilla del auto.
-¿Nada? ____, he estado contigo diécinueve años de mi vida; desde que tengo uso de razón he aprendido cada una de tus expresiones, sé lo que significan; sé lo que sientes con sólo mirarte a los ojos. Ahora vienes, y tus ojos desprenden una enorme tristeza ¿y me dices que no tienes nada? ¿Cómo piensas que creeré eso?
Me quedé sin responderle... Cuando me dí cuenta, ya habiamos llegado al restaurante. Se estacionó cerca de la entrada, bajé del auto al igual que el. Entramos al establecimiento, y mientras yo esperaba sentada en una mesa a que Logan viniera con las charolas de comida, comenzé a pensar...Logan era mi apoyo, el único con quien podía hablar, el único que me conocía hasta el último cabello de mi cabeza, era inútil que intentará ocultar algo cuando el perfectamente se daría cuenta de que lo hago; además era injusto por hacerle participe de mis frustraciones...
Logan llegó con dos rojas bandejas que sostenían una hamburguesa, papas fritas y una Coca-Cola fría cada una; acomodó una delante de mí, y se sentó enfrente mio en la mesa.-¿Porqué no quieres decirme?-insistió
-Es que... ¡eres hombre Logan!
-¿Eso es un insulto?-frunció el ceño
-No, pero me es díficil y un tanto incómodo decirtelo.
-¡Oh! ya entiendo...-sonrió-problemas con tu periódo ¿cierto?
-¿Qué? ¡¡No!!
-¡Entonces no entiendo que puede ser! Hemos compartido todo desde los tres años, sé hasta tu más profundo secreto...
-¿Mi más profundo secreto?
-Sí, ya sabes, lo del Jardín de niños, cuando...
-¡Ya!-lo interrumpí-Ya lo recordé... Es que... de acuerdo, pero promete que no te reirás...
-Lo prometo.
Suspiré y comenzé.
-Cada noche sueño con... un chico, no sé quien es; pero cada vez que él está cerca, me acaricia, o me habla; me siento tan... feliz.-dije mientras Logan me escuchaba atento.
-¿Cada noche? ¿Diario?-preguntó incrédulo.
-Cada vez que el cielo se digna a colocar su firmamento-dije triste.
-Y... ¿eso te molesta?-cuestionó confundido-es decir, apuesto a que cualquier otra chica que soñara eso, estaría... emocionada, o por lo menos disfrutando de esos sueños. Tú los tomas como pesadillas cuando son todo lo contrario.
-No, Logan. Llevo soñandolo desde hace dos meses y ¿sabes cuán frustrante es soñar así con alguien a quien ni siquiera conoces? Además, cada vez que intento verle el rostro; está oscuro, ó trae una máscara ó simplemente me despierto.
Intenté controlar mi agitada respiración, y controlar un poco mi elevada voz. Me había alterado.
-Tranquila, ____-musitó Logan-Mírame a los ojos-me ordenó, pero no moví ni un centímetro la mirada de la mesa-____-insitió.
A regañadientes lo miré.
-Además...-mi voz parecía proveniente de una cueva; no con eco, sino lejana, que fácilmente podría perderse entre todo el ruido-Esta vez jugó sucio-sacudí la cabeza y Logan me miró intrigado-Tocó una puerta de mi memoria que me había negado rotundamente a abrir de nuevo. No sólo soñé con él, sino también con...-querer pronunciar su nombre, era como querer hablar bajo el agua, o en un ambiente intoxicado de humo; imposible no ahogarse.
-¿Seth?
Y allí estaba, no lo había pronunciado yo, pero era una sensación parecida el oirlo de los labios de Logan. Asentí trsitemente.
-____. ¿Me contarias el sueño?-preguntó con cautela.
-Estaba en algún evento parecido a un baile, usabamos vestidos de la época colonial, y los varones vestían esmoquin con antifáz. Buscaba a...Seth -y mi voz tembló al pronunciar su nombre-y lo encontré, lo llamé y me ignoró como si yo fuese... nada. Sentí mis fuerzas flaquear y antes de que pudiera tocar el piso; allí estaba él.
-¿Él?
-El desconocido, él. Y entonces me sentí tranquila, llena de paz... feliz.
-____, no soy interprete de sueños; pero sí soy tu amigo, y te conozco... No por un idiota que no te supo valorar en el pasado vas a perder las esperanzas de encontrar a alguien que en verdad te quiera; no dejes que tus sueños se queden estancados a la mitad del camino, vive lo que ahora es tu vida.
-Logan, yo ya lo olvidé.
-No es verdad ____-me contradijo firmemente-¡Te ha afectado demasiado! ¡Has cambiado! Te has vuelto más... fría.
-Eso no es...
-¡Y no me digas que no!-masculló interrumpiéndome-____ ¿Cuándo fue la última vez que tu y yo pasamos tiempo juntos como los mejores amigos? ¿Cuándo fue la última vez que reiste hasta que tu estomágo se quejara del dolor? ¿Cuándo fue la última vez que creíste en que los sueños se cumplian? Y ahora dime ¿Desde cuándo que tu boca dice maldiciones? ¿Desde cuándo que ya no socializas con las personas? ¿Desde cuándo dejaste a la niña sencilla y risueña que yo conocí desde los pañales? Saca cuentas ____ y no digas que no te ha afectado.
Enmudecí ante sus palabras, por mucho que yo lo negara o por mucho que yo le diera vueltas al asunto, sabía que el tenía razón, siempre la ha tenido... una lágrima corrió por mi mejilla; cerré los ojos desviando mi cara, y entonces sentí los brazos de Logan albergando mi cuerpo con ternura.
-¿Y ahora qué?-pregunté separandome de él.
-Ahora...-sonrió-te comerás esa hamburguesa por que la pagué yo y tú sabes que el dinero no es muy característico en mí-ambos reímos-Y te emocinarás y dedicarás a encontrar al chico de tus sueños... literalemte-sonrió.
-No sé Logan quizá todo sea...
-No, no, no, no empezemos mal ____. ¿Y qué si es absurdo? hay tiempo suficiente para descubrir quién es el chico, y será divertido tratar de hacerlo.
Sonreí y me encogí de hombros.
-Bien. Ahora, dices que cada vez que intentas verle el rostro; por algo no puedes ¿cierto?
Asentí.
-Bueno, y porqué mejor no le preguntas... ¿su nombre?
Reí y asentí con la cabeza.
Y allí me di cueta de dos cosas; una es que hablar con Logan había sido más fácil de lo que pensé, el completaba correctamente las frases que yo no termina y le veía el lado positivo a todo. Otra, es que me dí cuenta de lo tonta que era por no recordar esas cualidades en Logan.
Comimos el postre en mi casa; el pay que me había obsequiado Kathy
Cuando la noche llegó, me dormí con aquel pensamiento en mente. Conseguir el nombre de aquel extraño que dulcemente me atormentaba todas las noches...