Me sentí nerviosa a pesar que esto no era nada comparada al día en que se lo diría a mis padres; sin embargo, mi corazón palpitaba con la ansiedad a flor de piel. Para ser sincera, jamás me había imaginado en esta situación. Nunca.
Vamos, no es tan malo. Dijo aquella voz en mi cabeza. Son sólo Logan y Lola. Ella tenía razón, así que obligué a mi corazón a callar. Suspiré, y ahora las miradas de ambos se posaban en mí. Logan tenía esa mirada de alegría que irradiaba la felicidad que a veces a mí me faltaba y Lola, además de sorprendida, sus verdes ojos expresaban satisfacción.
-¿Ustedes…?-empezó Logan pero no terminó puesto que una sonrisa se extendió por su rostro.
-¿Acaso son…?-Lola quiso terminar también, pero la sorpresa afloraba a su semblante impidiendo que lo hiciese.
-Novios-Kendall terminó la frase de ambos, sobre todo la de Lola, y lo dijo de una forma tan orgullosa que hasta a mí me contagió.
Ambos soltaron alaridos de júbilo, mientras que la sonrisa de Kendall saltaba a la vista en sus labios.
-¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por eso se fueron?-preguntó Logan.
-¿Huyeron los dos juntos?-continuó Lola-¿Ustedes no…?-nos miró con desconfianza.
El rubor corrió de nuevo a mis mejillas, coloreándolas de rojo. Era esta la clase de situación que yo deseaba evitar.
-No piensen mal-musitó Kendall-Les contaremos la historia. ¿Dónde están Josh y Andrea?-observó.
-Fueron a buscarlos, hoy a primera hora-informó Logan.
-Bueno, espero vuelvan pronto, pasemos y les contamos.
Kendall me tomó de la cintura y me hizo caminar hasta mi cabaña siguiendo a Logan y a Lola.
Nos sentamos en ambas camas, Kendall y yo en la mía y Logan y Lola en la de esta última. Kendall comenzó a relatar la historia, desde principio a fin; incluso parecía disfrutar cada parte y párrafo de ésta. La platicaba con tanta fogosidad que Logan y Lola soltaban en ocasiones sonrisas de fascinación. Josh y Andrea llegaron a mitad de la historia, y aunque mostraron un enojo al principio por la desaparición que Kendall y yo habíamos protagonizado, se quedaron fascinados también al saber la noticia de nuestro romance.
Me pregunté entonces, si éste era mi final feliz. Mi miedo a enamorarme ahora parecía tan estúpido, mi actitud tan fría era ahora absurda; tenía a mi lado a una persona perfecta que por algún extraño milagro me quería de verdad, y un grupo de amigos sinceros y cariñosos que Dios me había regalado. Miré cada uno de sus rostros, maravillándome con el último en el que posé mi mirada.Kendall, MI KENDALL. {suspiro de la escritora .. okey no xD}
Fue aquella noche en la que de verdad me sentí completa, todas las piezas de mi rompecabezas habían sido unidas de una manera tan congeniada que parecía como si siempre hubieran permanecido así, juntas. Ahora lo único que me esperaba más adelante era decirle la noticia a mis padres; entonces miré a Kendall, y supe que podía ir incluso a la más grande batalla y salir victoriosa, sólo por el hecho de que él, estaba conmigo.