-¡_____!-me tomó de los brazos con una nueva adrenalina pintada en sus ojos-El segundo nombre de Kendall es…
Se interrumpió a si mismo cuando la puerta se abrió. Empezaba ya a odiar que nuestra cabaña fuera la única con cocina, pero mi opinión cambió al ver a Kendall entrar. Si mal no recordaba, ahora a Logan y a el les tocaba hacer el desayuno. De un momento a otro, el dormido puño de mariposas despertó y empezó a revolotear de nuevo en mi estómago. La mirada que Kendall posó sobre mí, hizo que aquellas mariposas se multiplicaran casi al doble.
-Buenos días-musitó.
Logan me miró, nervioso. Pero la emoción aun se asomaba a sus ojos. Mi cerebro era una enredadera de ideas, cosa que me hacía actuar más lento y torpe. No entendí la ilación de las palabras de Logan, ni siquiera me molesté en sopesarlas de nuevo, cualquier intento que hiciera era acribillado por una punzada de dolor. Sin embargo ver a Kendall allí, parado en la puerta mirándome a mí, nubló mi mente impidiendo que se produjera algún otro pensamiento que no fuera una admiración a su atractivo físico.
-Logan ¿qué cocinaremos?-preguntó.
-Emm…-vaciló el susodicho y luego me miró-¿Qué se te antoja, _____?
-¿Ah?-reaccioné-Ah… lo que sea que preparen estará bien-dije y sonreí.
-Hablaremos más tarde…-susurró Logan y se levantó para incorporarse junto a Kendall que ya se encontraba en la cocina.
Miré a Lola, esta chica si que dormía. Necesitaba hablar con alguien y de verdad tenía ganas de una conversación con mi amiga, Lola. Aunque después repensé la idea, había hablado ya con todos; Josh, Andrea, Lola y Logan habían aportado diferentes cosas y cada una tenía más significado de lo que yo percibía. Mi mente había comenzado a trabajar de nuevo, así que decidí dejar que Lola despertase por si sola y entablar una conversación con mi propia persona interior.
Me levanté de la cama, sentí una leve presión al final de mi pierna derecha y recordé que tenía vendado el tobillo; sin embargo, ya no dolía nada, y podía caminar bien.
-¿Cómo amaneciste, _____?-la repentina voz de Kendall dirigiéndose a mí en un tono súbitamente amable me hizo casi perder el equilibrio.
-Amm… mejor, gracias-dije, sorprendida por la amabilidad que había mostrado, quizá sólo estuviese fingiendo en frente de Logan.
Aquella idea me desanimó.
No me cambié de ropa, debido a la presencia de hombres en la cabaña; especialmente de Kendall , Logan no me molestaba en lo absoluto, la confianza era prácticamente desde que nacimos. Además me gustaba desayunar en pijama.
Salí al gélido aire de la mañana, el día estaba un poco nublado; con un ligero atisbo de que más tarde seguro llovería. Le suspiré al cielo, negándome a la idea que había conseguido formular anoche. ¿Yo, enamorada de Kendall ? No podía estar enamorada, ya no. Me lo había prometido y llevaba cumpliendo aquel pacto durante tres años sin problema alguno, en mi futuro no figuraba la idea de enamorarme de nuevo, la primera vez fue un completo error. Pero eso me había dejado una lección por aprender, estaba plenamente convencida de haber cerrado mi corazón a posibilidades como esta… pero entonces llegó él, y destruyó por completo aquellas paredes que yo creí bien cimentadas para que se opusieran como barreras ante lo que ahora estaba sintiendo; mis refugios resultaron débiles e insignificantes, al parecer, él pudo destruir todo tipo de barrera que yo me había planteado. Tenía ganas de llorar, había caído de nuevo en aquel abismo del amor; sufría menos que la primera vez, pero ¿quién me aseguraba que no sufriría más tarde? Cuando Kendall me dijera descaradamente que no me quería. ¡Por Dios! No más tarde, me lo había estado diciendo desde el principio; con esa actitud hostil y odiosa que siempre tenía hacía a mí. ¡Maldita sea! ¡Me había enamorado de nuevo de un patán! Gemí ante la idea, me estremecí ante el recuerdo y una lágrima resbaló por mi mejilla. Me había enamorado.
Me la limpié rápidamente al ver a Josh y a Andrea acercarse. ¿Podía fingir por un rato que nada pasaba? Quizá después me encontraría sola y eso resultaría perfecto para ponerme a gritar como loca y a llorar como ánima en pena.
-Buenos días, _____.
-¿Cómo amanecimos hoy?-preguntó Josh después del saludo de Andrea.
Ambos lucían radiantes, con una sonrisa que desprendía alegría y de alguna manera la contagiaba.
-Buenos días. Gracias a ti, Andrea, amanecí mucho mejor-le di la mejor sonrisa que tenía en ese momento.
-Me alegro, _____-me sonrió igual.
-Bueno, yo también me alegro, _____. Ahora vayamos a ver qué están preparando allá aquellos dos-dijo Josh introduciéndose a la cabaña seguido de Andrea.
Ambos me habían creído mi “amanecí mucho mejor”, recordé entonces mi “habilidad” de fingir con personas que no fueran Logan. Di un último suspiro, agobiada ante la idea que de ahora en adelante tenía que enfrentar, y que de la cual desconocía el cómo iba a soportarla.
Me introduje a la cabaña y en tan corto tiempo, Logan y Kendall habían preparado ya un desayuno al que sólo le faltaba un par de minutos terminarse de coser. Este día iba a ser largo, sin duda. Logan quería hablar conmigo sobre algo que yo deseaba en realidad evitar: Kendall . Así que no quería ver cumplido su “Hablaremos más tarde”, quería estar sola, agobiarme sola con mi pena; sin que me metieran ideas en la cabeza, suficientes con las que ya tenía, innecesarias. Miré que Lola aun dormía, y una chispa de inteligencia golpeó mi cerebro. ¡Pero claro! La única manera para que Logan pospusiera su charla conmigo era si Lola y él estaban juntos. Caminé de prisa hasta la cama de mi amiga y me arrodillé para despertarla.
-Lola-la moví ligeramente-Despierta
Ella comenzó a moverse y a abrir lentamente sus verdes ojos para mirarme.
-Despierta…-dije con suavidad a pesar de la agonía que ocultaba dentro.
-¿_____?-parpadeó un par de veces.
-Sí, despierta ya. Es hora de desayunar.
Suspiró y comenzó a levantarse. Antes de que se pusiera de pie completamente, me senté a su lado en la cama.
-Lola, ¿me haces un favor?-susurré.
-Dime…
-¿Podrías pasar el día entreteniendo a Logan?
-¿Para qué?-sentí en su voz no una nota de desagrado, al contrario. Pero si una nota de cierta curiosidad.
-Después te explico, sólo hazme ese favor, ¿quieres?
-Claro-me sonrió.
No pude evitar devolverle la sonrisa.
El desayuno estuvo listo, me senté a la mesa; a un lado de Logan y enfrente de Kendall … quería salir corriendo. Josh y Andrea se sentaron enfrente a lado de Josh y Lola en la esquina opuesta a la mía, a lado de Logan. Empecé a picotear mi desayuno, ni siquiera le presté atención, a decir verdad mi mente volaba lejos de aquella situación. Probé el primer bocado de forma automática y el sabor de la comida que tenía en mi plato atrajo un poco mi perdida atención. Lo suficiente como para escuchar lo que Josh y Andrea anunciaban con júbilo.
-Están viendo a la feliz pareja. Andrea aceptó ser mi novia ayer por la noche-dijo Josh rebozando de alegría.