-_____, ¿te puedo hacer una pregunta?
-Has hecho muchas, creo que puedes hacer una más-Reí al igual que el.
-¿Podrías darme alguna idea para... conquistar a una chica?-preguntó avergonzado.
-Bueno, todas somos diferentes... ¿Alguna en especial?
-Su nombre es Andrea, trabaja en el mismo lugar que yo-sus mejillas tomaron un color rojizo.
-¿Has hablado con ella?
-Sí, es muy agradable y muy tierna... pero si la invito a salir, no sabría qué decirle, ni a dónde llevarla. Tú eres mujer, tu opinión me ayudaría bastante, dime ¿te has enamorado alguna vez?
Y la conversación de pronto se tornó en algo no deseado; un tema del que no me encantaba mucho hablar... el amor. Mi voz se tornó más seria y apagada por el nudo que se había formado en mi garganta.
-Una vez... y última...-musité
-¿Te hicieron daño?
-Sólo digamos que... cometí un error, y de los errores se aprende ¿no?
-¿Cuál fue tu error?
-Enamorarme...-musité con voz casi inaudible-Y no lo volveré a hacer-y terminé diciendo con voz firme.
-Yo... lo siento... no quise...
-No, no importa. Hace tres años de eso, ya es pasado.
Un silencio se apoderó del ambiente por algunos segundos.
-¡Pero volvamos al asunto de tu chica!-dije animada intentando que él no se sintiera incómodo.
Me miró y sonrió.
-Si quieres impresionarla, sé tú mismo. Llévala a un lugar que haga que con los detalles se acuerde de tí; que las cosas o palabras que uses, se usen a su alrededor para que te recuerde; estará todo el día pensando en ti; y al final, llévala a mirar las estrellas, y la que más brille, dile que le pondrás su nombre... ¡Regálasela!
Me miró sorprendido y encantado.
-¿Crees que funcione?-preguntó esperanzado.
-Funcionó conmigo-admití triste-Además, ¿qué chica no quiere que una estrella tenga su nombre?-me encogí de hombros y sonreí.
-¡Gracias _____!-comentó efusivo.
-Ni lo menciones.
-Bueno, me tengo que ir... se hace tarde...-se levantó del sofá y se dirigió a la puerta. Le seguí.- ¡Un gusto conocerte _____!-y me extendió la mano de nuevo.
-Igualmente-respondí tomando su mano.
-Hasta pronto.
Se despidió con un movimiento de mano y caminó hasta la acera de enfrente.
Cerré la puerta. Miré el antiguo reloj rectángular de mi madre. Marcaba la hora exacta para llamarles a mis padres. Suspiré cansada de la rutina pero a fín de cuentas lo hice.
Exhausta por un largo día, me arropé para dormir; esta vez, quería soñar...
Mis oidos se empezaron a deleitar por la melodía de una guitarra que provenía de algún lado del lago... y una voz, su voz, de pronto se escuchó acompañando a la melodía en una perfecta entonación.
Everytime I think I'm closer to the heart
what it means to know just who I am
I think I've finally found a better place to start