Capítulo 25: Realización

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Katniss

— Buen día.

Suelto un sonido extraño, perdida entre la inconsciencia y la realidad, regresando a un sueño profundo. Recuerdo que quedé dormida poco después de que los primeros rayos de sol se colaran por las cortinas, perdí la noción del tiempo entre mariposas y cintas de colores.

Pero, puedo decir con tranquilidad que la decoración quedó perfecta, puse todo el esfuerzo de mi parte para que saliera bien, por más de que nunca había hecho esto antes.

— Hola... humh... —respiro hondo girando sobre mi propio cuerpo, regresando lentamente a la realidad, ni siquiera recuerdo en qué lugar acabé durmiendo.

El sueño se apoderó rápidamente de mi, por un momento pensé que tal vez fue sobre la mesa, pero descarto la idea ya que si fuera eso, ya estaría en el suelo con la nariz rota, o peor, la cara entera.

Vuelvo a removerme, enojada por haber tenido el sueño interrumpido. Son raras las noches en las que puedo dormir en paz, a veces alguna pesadilla sobre mi hermana aparece y no deja que descanse.

Una risa baja llega a mis oídos, pero no soy capaz de abrir los ojos porque continúo perdida, aún incómoda por la mala posición en la que supongo me encuentro y la superficie dura en la que estoy acostada logro relajarme enseguida.

— Vuelvo más tarde.

Lo único que siento es una brisa suave acompañado de un aroma muy conocido, pero no me animo a abrir los párpados que aún me pesan demasiado, sé que minutos o horas después tendré que despertar de todos modos.

— ¿¡Katniss!? —me sobresalto, intento abrir los ojos y sentarme, pero lo segundo me resulta difícil, estoy atrapada.

— ¿Effie? —apenas puedo abrir los ojos por la claridad que inunda el salón.

— ¡Cielos! ¡Te ves horrible! —intento limpiarme el rostro con las manos, pero tan rápido como las acerco a mi nariz, una superficie fría y áspera se pega a mi piel.

— ¿Qué es esto? —balbuceo, intento recordar los últimos acontecimientos antes de quedarme dormida y sólo viene a mi memoria muchas cintas de colores.

— Estás toda enredada en cintas —la mujer se agacha para ayudarme a liberar mis manos y lo demás de los adornos —. Ah, tienes una mariposa aquí.

— ¡Ay! —me quejo cuando algunas hebras de pelo son estiradas con fuerza.

— Lo siento —dice ella con una risa que intenta reprimir —, son las diez de la mañana y pensé que tal vez necesitarías ayuda, pero por lo que veo ya está todo perfecto.

Hago una bola con todas las cintas que estaban por mi cuerpo y el suelo, me levanto oyendo el fuerte rugido proveniente directamente de mi estómago.

— Me pasé la madrugada trabajando en ello.

— Eres una madre increíble, mi vencedora.

— Tú también —le dedico una sonrisa mientras siento que me sonrojo por el repentino elogio.

Recojo todo lo que dejé tirado antes de dormir, muevo el sofá y arrastro la mesa a un costado, sé que los niños querrán jugar sobre la alfombra luego, arrojando sus juguetes y piezas de madera y plástico por todo el lugar.

Arreglo los cojines sobre el sofá y me giro en dirección a Effie.

— ¿Paylor no te ha llamado? —pregunto.

— No —su mirada baja hasta el suelo, me muerdo la parte interna de la mejilla, conteniendo la frustración —, pero él vendrá.

— Eso espero... por Willow.

Tiempo » [Katniss & Peeta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora