Katniss
— Espera... —gruño con mis dedos en su piel, nuestro sudor empezando a aparecer, su mirada dulce recae en la mía, consigo percibir claramente su deseo a través de sus pupilas.
— ¿Qué pasó? ¿Cambiaste de idea? —sus manos sostienen las mías, las llevan a lo alto de mi cabeza.
— No, no tengo como desistir cuando haces eso —mi cuerpo se remueve bajo el suyo, haciéndolo sonreír antes de dejar un delicioso beso en mis labios —. Pero todavía estoy insegura, y probablemente son lo suficientemente aburrida para arruinar todo el clima y... —su lengua se desliza sobre mis labios, imposibilitándome de coninuar mi discurso.
— Tú y yo estamos en el mismo barco ahora, y ya lo hicimos a pesar de no recordarlo. Entonces es como nuestra primera vez, y... ¡Diablos, eso no está bien! —abro los ojos, asustada por su cambio repentino.
— ¿Qué?
— No está bien, debe ser perfecto y memorable —estoy de acuerdo, entonces aprieto su cadera con mis piernas, no entendiendo por qué estoy tan impulsiva.
Mi cuerpo lucha contra el suyo, la antigua Katniss intenta entender y adaptarse con la nueva, aunque sea algo imposible de entender y difícil de explicar, lo que probablemente está sucediendo.
Peeta levanta el torso, saliendo de mi abrazo. Estamos prácticamente uniéndonos en uno solo, con casi toda la piel tocándose en diferentes partes, se aleja y antes de salir de la cama, deja un beso en mi frente y otro en mis labios.
— Yo... ya vuelvo.
Parpadeo confundida, al paso que estiro mis piernas y alzando mis brazos, intentando reprimir la calentura que abrazó cada rincón de mi cuerpo al tener a Peeta tan cerca sobre mi. Sé que estoy enloqueciendo por dentro, bebiendo de mi propio deseo ardiente.
Pienso que tal vez, Peeta debe estar preparando algo especial, lo que no me molesta, sé que es cosa de su imaginación antigua.
Pero entonces otro pensamiento me asalta tan de repente que siento mis mejillas en llamas... ¿Él ya nos imaginó así? ¿En una escena tan caliente e íntima?
Trato de arreglar las tiras del sujetador que se deslizó por mi hombro, cuando me doy cuenta de que la mitad de mi ropa se encuentra en el suelo ahora, me apresuro a recogerla y la dejo en un sillón cerca de la cama. Sus pasos intentan ser silenciosos, pero aún así falla, una sonrisa cruza mis labios y me doy cuenta de que no necesitamos a dos niños despiertos pronto ahora.
Minutos después mi esposo entra de nuevo al cuarto, con los brazos lleno de cosas que no logro identificar.
— ¿Podrías... ir al baño?
—¿Ahora? —él asiente, empujando la puerta lentamente con el pie, mueve la cabeza con dirección al cuarto de baño insistiendo.
— Está bien.
— Prometo que será muy rápido, después de todo... —su mirada baja hacia algún punto de mi cuerpo, sigo mirándolo sin reacción, entonces comienzo a sentirme estúpida y medio desnuda frente a él.
Me apresuro antes de que su risa llene el ambiente, si vamos realmente a hacer esto ya no necesito más vergüenza.
Después de todo, ya había pasado antes, ¿no?
Una vez que cierro la puerta detrás de mi, miro mi reflejo a través al espejo, evalúo las consecuencias que pocos minutos de besos calientes han hecho sobre mi pálida piel, varias manchas rojas que probablemente quedarán oscuras como moratones, algunas marcas de dientes que no son tan preocupantes...
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Tiempo » [Katniss & Peeta]
Fiksi PenggemarEl futuro de Katniss y Peeta es revelado justo en el momento en el que unen sus manos, en medio de su primera cosecha de la Septuagésima Cuarta edición de los Juegos del Hambre. Dos jóvenes de dieciséis años son enviados a un mundo completamente dis...