Capitulo 16.

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Quizás debería satisfacer las demandas de su cuerpo sólo y, después, perseguir a Zayn. A lo mejor esta noche debería dejar de hablar de acostarse con el y concentrarse en intentar ganarse su amistad.

Siempre podría ahogarse en un montón de disponibles cuerpos una vez que volviera a Imperia, un lugar donde las personas estaban dispuestas y complacientes a entregarse sin escrúpulos. Dispuestas a desnudarlo completamente y a tomarlo en sus bocas y cuerpos mientras encontraban su propio placer.

Su mirada se deslizó hacia abajo por la longitud de las curvas de Zayn. Bajo la gloriosa luz de la habitación, su cremosa piel brillaba vital y saludable. La curva de sus hombros le otorgaban una encantadora elegancia, y sus tentadoras caderas aumentaban su atractivo.

No, decidió. El mejor modo de conseguirla era seduciéndolo, tal y como había planeado en un principio. Además, no quería sólo masturbarse. No quería esperar volver a Imperia para tener a un hombre. Ahora mismo, quería a este, de este mundo. Esta noche. Tenía toda esa pasión guerrera de Zayn dispuesto a quemarlo vivo, y él tenía muchas ganas de quemarse. Y quemarse, y quemarse, y quemarse.

Quizás podría convencerlo que durmiera a su lado, ya que nadie podía resistirse a la presencia silenciosa, seductora de un hombre durante el crepúsculo. Sonrió ampliamente con anticipación. Simplemente, ¿cómo respondería Zayn a un toque accidental, a la caricia de su caliente aliento, a un susurro de promesas eróticas?

Zayn debía haber sentido la dirección de sus pensamientos porque soltó:

- Tengo otra regla.

Sus manos estaban apretadas en puños. Esas reglas iban a ser su muerte.

- No puedes añadir reglas cuando te resulte conveniente, muñeco.

- Puedo y lo haré. Soy el responsable aquí.

- Eso es discutible.

- No, no lo es.

Zayn le fulminó con la mirada.

Liam, a su vez, la fulminó con la suya.

- He decidido oír esa nueva regla. Puedes hablar.

A Zayn no le gustaba en absoluto cuando él usaba aquel tono de "soy un extraterrestre por lo tanto decido el destino del mundo". De todos modos obedeció y habló. - Regla número cuatro: nada de compartir cama.

Sorprendentemente, él no se negó. En cambio, cruzó los brazos sobre su duro pecho y dijo:

- Mi ajuste a esta regla es simple. No compartiré tu cama, pero dormiré en tu habitación. Y si no te gusta, simplemente derribaré la puerta y compartiré tu cama sin tu permiso.

¡Argh! Lejos de estar asustado por su amenaza, o incluso intimidado, Zayn estaba furioso y un poquito exasperado.

- No me siento cómodo compartiendo un cuarto contigo.

- Sin embargo, lo harás - arqueó una ceja oscura en desafío. - ¿O tienes miedo de tus reacciones?

Sus ojos se estrecharon en diminutas rajas, y Zayn le miró fijamente, resuelto.

- No le tengo miedo a nada.

- ¿Entonces por qué no me permites dormir en tu habitación?

- ¡Porque no confío en que te quedes en el suelo!

Sus hombros se tensaron con la indignación.

- Te he dado mi palabra.

- Bien, quiero un juramento de sangre.

La Estatua (Ziam) Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora