Piezas de puzzle (Fazza)

Capítulo 20

                  

Mi despertador sonó a las 9:30. ¿Por qué demonios no lo desactivé? Miré a mi alrededor, y recordé que esa no era mi habitación. Estaba en Dubai, más concretamente en casa de Mohammed.

Llegamos bastante tarde que casi no pude contemplar la gran casa. Y encima para él solo. Mi maleta seguía intacta, así que no me quedó más remedio que levantarme, sacar la ropa para que no se arrugara, abrir la persiana y respirar el aire de una cálida mañana. El sol todavía no estaba muy alto, los pájaros cantaban y una pequeña brisa marina recorría las hojas de las palmeras enfrente de la ventana.

La habitación muy moderna tenía baño y un gran armario. Gris y blanca con un mapamundi encima de la cama y varios cuadros de naturaleza.

Me vestí y salí, estaba bastante perdida porque esto era enorme, hasta que al fin llegué al pasillo principal que daba a una abierta sala con muchos sofás, una mesa central y un gran televisor. Mohammed se encontraba en uno de los sofás trabajando en su ordenador.

-Buenos días- Dije mientras me acercaba.

-Buenos días, ¿Cómo te levantaste? ¿Por qué te despiertas tan temprano?- Dijo mientras miraba su reloj- Ayer llegaste súper cansada- Dijo cerrando su portátil y mirándome.

-Me ha sonado la alarma, y para serte sincera tenía curiosidad por conocer esto

-Siéntete libre por la casa, si quieres vaciar la despensa avisa para poder reponerla. Si quieres ir a cualquier sitio dímelo y te acompaño. Esta mañana dejaré que te instales, luego a las 13:00 te aconsejo que te prepares para ir al Palacio Real.

-¡Cierto! ¿Qué debería ponerme?- Estaba realmente alterada, me había traído ropa un poco más arreglada, pero aún así seguía siendo informal.

-Arreglada pero no mucho, más que nada ve cómoda. Y ya te diré luego algunas normas que hay que conocer. Ahora si quieres desayunemos, luego puedes colocar tus cosas y como esta tarde tenemos libre te enseñaré un poco los alrededores.

Entramos a la súper cocina, de metal y paredes blancas, una isla en el centro y buena decoración.

-¿Por qué una casa tan grande si sólo eres uno?

-Mis 2 hermanos vivían aquí conmigo, pero se fueron a estudiar inglés uno a Estados Unidos y otro a Inglaterra, entonces cuando nos independizamos decidimos vivir juntos, hasta que hace un año y medio se fueron. ¿Quieres batido de frutas?

-Vaya, me sorprendía una casa tan grande para ti solo. Si, estaría genial.

Desayunamos a la par que íbamos hablando poco a poco de nuestra vida. Al terminar le ayudé a recoger y limpiar y me dirigí a mi habitación para colocarla. Con el sol entrando por la ventana, pude ver el paisaje. Grandes palmeras le daban sombra a la casa, césped en la parte de adelante y varios coches aparcados.

Eran las 11:00 y mi teléfono empezó a sonar.

-¡Hola Papá!

-¿Qué tal estás cariño? ¿El viaje bien? ¿Y el chico ese qué tal es contigo?

-Estoy muy bien la verdad, el viaje bastante bien, se me hizo muy corto. Mohammed está siendo muy majo conmigo y me siento muy cómoda aquí.

-Me alegro mucho cariño, ¿Cuándo empezáis a grabar allí?

-Hoy por la mañana tenemos libre, aunque luego nos han invitado a la casa real a comer con el Jeque, la verdad es que no me lo creo, luego por la tarde Mohammed me llevará a conocer la zona. Todavía no me ha dado tiempo a más.

-¿El Jeque de Dubai? ¡Madre mía que privilegio! Hace unos meses ví un programa en donde salía Dubai, y la verdad es que hablaban del Jeque muy bien, yo le veo muy agradable. Ya me contarás a ver qué tal se te ha dado.

-Claro papá, te contaré todo, un besazo, te quiero.

Me quedaban dos horas para empezar a cambiarme, y decidí investigar un poco sobre los monarcas de Dubai: Sheikh Mohammed y su hijo Sheikh Hamdan.